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Éxito de Rafael Correa en Ecuador

La movilización popular consigue la consulta para la Asamblea Constituyente

Fuentes: Agencias/Rebelión

El poder legislativo de Ecuador aprobó este martes la realización de una consulta popular para definir la instauración de una Asamblea Constituyente con poderes ilimitados para reestructurar el aparato estatal y redactar una nueva Constitución. La resolución representa una victoria para el presidente nacionalista Rafael Correa, que asumió el cargo el 15 de enero con […]


El poder legislativo de Ecuador aprobó este martes la realización de una consulta popular para definir la instauración de una Asamblea Constituyente con poderes ilimitados para reestructurar el aparato estatal y redactar una nueva Constitución.

La resolución representa una victoria para el presidente nacionalista Rafael Correa, que asumió el cargo el 15 de enero con la promesa de instalar una Asamblea con plenos poderes para reestructurar el Estado, reformar la Constitución de 1998, viabilizar el socialismo y desmontar el neoliberalismo.

El Congreso de 100 miembros aprobó que los ecuatorianos definan en las urnas si apoyan la instauración de la Asamblea, una instancia que no está contemplada en la Constitución, pero que emergió por el descontento de la población con los políticos tradicionales.

La resolución fue aprobada por 57 de los 58 diputados presentes en la sesión. La justicia electoral deberá definir ahora la fecha del referendo.

Si los ecuatorianos aprueban la asamblea, deberán elegir a los 130 representantes y dar paso a su trabajo, que podría extenderse por 180 días con una prórroga de 60 adicionales. La Constitución que saliese deberá ser aprobada por un referendo, según la resolución legislativa.

Édison Chávez, primer vicepresidente del Congreso ecuatoriano, calificó como una «decisión histórica» el hecho de que el Legislativo haya dado paso a la consulta popular que convoque a la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente.

Aunque los críticos de la Asamblea la vean como un camino hacia el caos y la réplica del modelo socialista liderado por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, un amigo de Correa, esta consulta es el resultado de la lucha de los movimientos sociales, políticos e indígenas que hoy mismo volvieron a las calles, en marcha hacia el Congreso, para exigir esa convocatoria.

Miles de personas en las calles

Las manifestaciones, convocadas por organizaciones indígenas, políticas, sociales y estudiantiles, se habían iniciado por la mañana en la plaza de El Arbolito, próxima al Parlamento.

Más tarde, unas tres mil personas se concentraron ante el Congreso tras conocerse que la Cámara había aprobado la convocatoria realizada por Correa de una consulta popular para la instauración de una Asamblea Constituyente de plenos poderes.

Los manifestantes, con banderas ecuatorianas y de organizaciones y partidos de izquierda, y con pancartas en apoyo de la Asamblea y del Gobierno, corearon también consignas en contra de los diputados de derecha, contrarios a la Constituyente.

Algunos diputados de los grupos minoritarios del Legislativo, que apoyaron la Constituyente de plenos poderes, se unieron a los manifestantes, que eran vigilados por un fuerte contingente policial preparado para evitar incidentes violentos en el Parlamento, como los ocurridos el pasado 30 de enero.

La mayoría de los manifestantes se trasladaron posteriormente desde la zona del Congreso a la Plaza Grande, en el centro histórico de Quito. Allí los concentrados celebraron de forma festiva la aprobación en el Congreso de la Consulta para la Asamblea.

En cualquier caso, algunos grupos advirtieron al presidente de que no se desvíe de la línea de organizar una Asamblea de carácter popular que apruebe una nueva Constitución que favorezca a los menos favorecidos.

En Ecuador el empleo y el subempleo afectan al 58 por ciento de la población activa y la pobreza a un 65 por ciento de la población.

Las manifestaciones se disolvieron sin incidentes y sin que la Policía, que mantenía una fuerte vigilancia en diferentes edificios públicos de la capital ecuatoriana, hubiera tenido que intervenir.