El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, afirmo el sábado que con la nueva Constitución el Banco Central (BCE) carecerá de autonomía. La vigésima Carta Magna, que elaborará la Asamblea Constituyente, no ofrecerá autonomía alguna al BCE, pues la política económica debe ser articulada con la Fiscal, la monetaria y otras, resaltó Correa en su cadena radial […]
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, afirmo el sábado que con la nueva Constitución el Banco Central (BCE) carecerá de autonomía.
La vigésima Carta Magna, que elaborará la Asamblea Constituyente, no ofrecerá autonomía alguna al BCE, pues la política económica debe ser articulada con la Fiscal, la monetaria y otras, resaltó Correa en su cadena radial de cada sábado.
Se quejo que como primer mandatario no pueda utilizar las reservas ecuatorianas, valoradas en unos cuatro mil millones de dólares, en la construcción de refinerías, hidroeléctricas y obras de infraestructuras importantes.
En cambio, apuntó que esos fondos están invertidos por el BCE no en la Amazonía, ni en la provincia de Pichincha, sino en Miami, Estados Unidos.
«Estamos financiando al país más rico del mundo, lo cual es una barbaridad insostenible», subrayó.
«Estas aberraciones se dan a través de una serie de trampas que nos dejó la larga y triste noche neoliberal, como el Banco Central, el cual -dijo- no puede controlar».
Correa señaló que uno de los grandes daños de la América Latina en los últimos 20 años es que se elevó a los economistas y a la tecnocracia al rango de sumo sacerdotes y con una visión parcial de la realidad.
Por ello, dijo que eso tiene que cambiar, pues las decisiones de políticas públicas, económicas, las tienen que tomar hombres de Estado con una visión integral y democrática.
El jefe de Estado desmintió asimismo que la reserva monetaria del país sirva para mantener la dolarización del país. «No sirve para nada» y es precisamente el Banco Central el que nos trata de engañar, apuntó.
«En verdad, la reserva en dolarización son los depósitos del sector público en el Banco Central», como los mil 600 millones de Seguro Social que están en entidades bancarias de Estados Unidos, en vez de invertidos en Ecuador, concluyó.