La Asamblea Legislativa kirguís –Parlamento– eligió en la anteanoche de ayer al ex diputado de la oposición Ishenbai Kadyrbekov como presidente interino de Kirguizistán, y el Consejo de Coordinación de Unidad Popular (CCUP) –partido de la oposición– nombró además al líder opositor Kurmanbek Bakiev nuevo primer ministro, informó la agencia rusa Ria Novosti. El Tribunal […]
La Asamblea Legislativa kirguís –Parlamento– eligió en la anteanoche de ayer al ex diputado de la oposición Ishenbai Kadyrbekov como presidente interino de Kirguizistán, y el Consejo de Coordinación de Unidad Popular (CCUP) –partido de la oposición– nombró además al líder opositor Kurmanbek Bakiev nuevo primer ministro, informó la agencia rusa Ria Novosti. El Tribunal Supremo anuló la inscripción del Parlamento resultante de las elecciones celebradas el 27 de febrero y el 13 de marzo, y restituyó a la anterior cámara. Entretanto, el presidente Askar Akáyev, huía del país.
Todo esto ocurría después de que durante el día la oposición tomara el poder de la Presidencia, el Parlamento y la televisión estatal. Los opositores asaltaban y ocupaban en la mañana de ayer la sede de la Presidencia y del Gobierno en la capital del país, Bishkek, accedieron al recinto sin apenas oposición policial, tras lo cual desplegaron una bandera desde la segunda planta del edificio y empezaron a esparcir documentos por la ventana.
Kadyrbekov fue elegido presidente de la Asamblea Legislativa, y según apunta la Constitución, el presidente del Parlamento debe asumir la tarea de jefe de Estado cuando el
presidente o el gabinete gubernamental están ausentes, explicó el diputado Karabekov.
«El Parlamento ha elegido a su nuevo presidente. Es Ishenbai Kadyrbekov. El, por tanto, se convierte en presidente interino», sostuvo Karabekov. El Consejo de Coordinación establecido por la oposición asumirá las labores del Gobierno interino, según se determinó también durante la sesión parlamentaria.
La oposición afirmó que el primer ministro Nikolai Tanayev presentó su dimisión y que el presidente, Askar Akáyev, huyó del país tras la toma del poder por la oposición. Un segundo opositor, Emil Aliyev, del partido Ar-Namys (Dignidad) señaló que su líder, Felix Kulov,
«instó a Akáyev a dimitir diciendo que esta sería la decisión más sensata de su vida».
Horas después, la Asamblea Legislativa designó al líder opositor Kurmanbek Bakiev como primer ministro. La Asamblea Legislativa es actualmente el único órgano legítimo para tomar decisiones en el país, subrayó Kabai Karabekov.
Anulado el Parlamento
El presidente del Tribunal Supremo kirguís, Kurmanbek Osmonov, declaró que la Corte aprobó la anulación por unanimidad de la inscripción del nuevo Parlamento resultante tras las elecciones celebradas el 27 de febrero y el 13 de marzo, informó la agencia RIA Novosti. «Por consecuencia, el mandato es restituido al antiguo Parlamento bicameral de Kirguizistán, mandato que, en virtud de la Constitución kirguís, expira el próximo 14 de abril», indicó Osmonov, durante su intervención en una sesión extraordinaria del Parlamento.
Los derrocados dirigentes del país salieron del edifico de la Presidencia antes del asalto. Akáyev salió del recinto poco antes para reunirse con la misión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
El opositor Topchubek Turgunaliyev dijo que «en otoño tendremos elecciones parlamentarias», y añadió que «no es la oposición la que ha tomado el poder, sino el pueblo. El pueblo lleva mucho tiempo luchando contra la corrupción, contra esa familia» dijo, en referencia al entorno de Akáyev.
Además, los opositores liberaron de la cárcel a otra figura clave de la oposición, Felix Kulov, antiguo vicepresidente y ministro de Interior. «Es una revolución hecha por el pueblo», dijo Kulov en la televisión estatal. «El mañana llegará, y tenemos que decidir cómo vivir mañana», añadió.
Tayikistán, por su parte, expresó su preocupación por la crisis política que se vive en el país vecino y urgió a todas las partes a buscar una solución pacífica. Asimismo, advirtió de que la crisis podría afectar a la estabilidad de Asia Central.
EEUU sigue de cerca la crisisEl Gobierno de EEUU confirmó ayer que sigue muy de cerca la crisis política desatada en Kirguizistán y que espera que se solucione de forma pacífica. «El futuro del país debe decidirlo el pueblo de Kirguizistán de acuerdo con los principios de un cambio pacífico, del diálogo y del Estado de Derecho», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Adam Ereli. Negó que EEUU haya impulsado la crisis y el golpe político, y añadió que «al igual que el resto de la comunidad internacional estamos interesados en la estabilidad del país». EEUU tiene una base militar en Manas, cerca de la capital Bishkek. –
Cinco días de protestas para tumbar un Gobierno
Todo ha sido muy rápido en Kirguizistán. Las elecciones de los pasados 27 de febrero primera vuelta y 13 de marzo, tachadas de «fraudulentas» por los opositores, dieron paso a apenas cinco días de protesta que han terminado por tumbar al Ejecutivo presidido por Askar Akáyev.
Las primeras noticias sobre las protestas llegaban el pasado domingo, cuando los opositores tomaban edificios gubernamentales en Jalal-Abad y Osh, donde se enfrentaban a la policía. En estos enfrentamientos se produjo un número indeterminado de muertos, cuatro según unas fuentes y diez según otras. La oposición anunciaba la creación de un poder paralelo en seis regiones del país, mientras un llamado Consejo Coordinador de Unidad Popular (CCUP) llamaba a derrocar a Akáyev. Cuatro días después el presidente, que aseguró que no permitiría ninguna «revolución de terciopelo», abandonaba el país. ¿De qué color es esta «revolución»?