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Cronopiando

Los dominicanos y los porcentajes

Fuentes: Rebelión

Después de evaluar el 95 por ciento de las posibilidades, la única razón que se me ocurre para explicar el por qué el 85 por ciento de los dominicanos evidencia tanto apego a las estadísticas, apego que sitúo en un 88 por ciento, no puede ser otro que la creencia, expresada por un 76 por […]

Después de evaluar el 95 por ciento de las posibilidades, la única razón que se me ocurre para explicar el por qué el 85 por ciento de los dominicanos evidencia tanto apego a las estadísticas, apego que sitúo en un 88 por ciento, no puede ser otro que la creencia, expresada por un 76 por ciento, de que manejarse en una discusión a base de por cientos confiere un mayor rigor a la argumentación. No obstante, el 66 por ciento de los dominicanos cree que el uso de porcentajes en una conversación coloquial impresiona a los posibles interlocutores, y un 54 por ciento estima que los porcentajes dejan sin capacidad de reacción y respuesta al oponente.

En cualquier caso y tras analizar un 84 por ciento de los ejemplos sometidos a estudio, también he descubierto que en el 97 por ciento de los casos las estadísticas que se manejan carecen de cualquier credibilidad, y que el 32 por ciento ni siquiera dispone de un marco conceptual en que apoyarse, ni son fruto de un trabajo de campo previo en un 20 por ciento.

De hecho, el 42 por ciento de los porcentajes enunciados son formulados oralmente durante pláticas o conferencias y el 74 por ciento de los restantes porcentajes aparecen publicados en medios de comunicación escritos, y no suelen observar ni coherencia ni rigor en sus por cientos, al menos en un 50 por ciento de los casos.

Para colmo, en el 73 por ciento de las informaciones analizadas he podido determinar que tal fiebre porcentual no se limita a los dominicanos y afecta también en un 85 por ciento a otras sociedades, y que tan extendida costumbre ha erradicado en un 95 por ciento de la lengua castellana adverbios de cantidad como: muchos, pocos y algunos, todos sustituidos por porcentajes.

Según las propias investigaciones, desarrolladas en un 63 por ciento por quien firma este estudio y en un 33 por ciento por su habitual equipo de investigación, la precisión de los porcentajes fluctua en un 24 por ciento por arriba y en un 12 por ciento por debajo; el 85 por ciento de los porcentajes puestos a circular tienen su origen en el Estado e instituciones públicas y sólo el 18 por ciento se origina en colmados y filas de bancos.

En la República Dominicana gracias a las estadísticas hemos llegado a saber que, como descubriera Balaguer, el 100 por ciento de los dominicanos no son suizos; el cien por ciento de los periodistas dominicanos, como apuntara el cardenal, son chusma; el 99 por ciento de los políticos dominicanos, como apuntara el ex presidente Mejía, son corruptos (el otro era él); el cien por ciento de los mal comíos dominicanos, como sugiriese Lidio Cadet, no piensan; y el cien por ciento de los lectores de esta columna son inteligentes.