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Los enfermos de Cachemira sufren los efectos mortales del bloqueo de India

Fuentes: Agencias

Sanaulá Dar debía someterse a una cirugía urgente para extirpar un tumor en la vejiga, pero tras cuatro meses de angustiosa espera falleció. Según los médicos Sanaulá Dar murió por culpa del bloqueo impuesto por India a la parte de Cachemira bajo su control, que impidió que fuera operado a tiempo.

Debido al toque de queda decretado a principios de agosto, cuando el gobierno indio revocó el estatuto de autonomía de esta región, escenario de una insurrección separatista, la familia de este habitante de Cachemira no pudo organizar la operación quirúrgica en Bombay.

De un día para otro perdió contacto con el hospital, situado a 1.700 kilómetros de este valle del Himalaya.

Cuando sus familiares consiguieron trasladarlo a un hospital en Nueva Delhi, a finales de octubre, era demasiado tarde. El paciente falleció una semana después de regresar a casa.

«El corte de las comunicaciones fue un gran problema, que hizo que no pudiéramos obtener a tiempo el tratamiento apropiado», cuenta a la AFP su sobrino Sajad.

Omar, un oncólogo de Cachemira que se ocupó de este paciente y no quiere ser citado por su apellido, cree que la operación quirúrgica «probablemente hubiera podido salvar» a Sanaulá Dar si se hubiera realizado a tiempo.

No es el único paciente que muere en Cachemira por no poder acceder a los cuidados médicos, afirma a la AFP este doctor, que asegura haber oído a otros colegas contar casos de fallecimientos de pacientes debido al confinamiento impuesto por las autoridades indias.

Después de meses de restricciones para evitar un levantamiento en esta región de mayoría musulmana, Nueva Delhi ha flexibilizado gradualmente las medidas que impuso con motivo de esta controvertida revocación, decidida por el gobierno nacionalista hindú de Narendra Modi.

Las redes de telefonía móvil se han restablecido y las prohibiciones de viaje se han reducido. El acceso a internet se restauró parcialmente a fines de enero, pero los usuarios solo pueden acceder a una lista reducida de sitios aprobados por el gobierno.

Procurarse medicamentos

Pese a ello la vida sigue siendo complicada para médicos y pacientes.

Los datos móviles siguen limitados a 2G y la conexión es extremadamente lenta, lo que impide las consultas a distancia. Las redes sociales y las aplicaciones de mensajería continúan bloqueadas.

Omar es miembro de un grupo de cardiólogos internacionales de WhatsApp que ha detectado 1.600 anomalías cardíacas en pacientes en Cachemira durante los 18 meses anteriores al toque de queda de agosto, compartiendo y analizando más de 50.000 electrocardiogramas urgentes.

«Ya no tengo acceso a nada relevante», explica. No puede seguir los últimos avances científicos ni interactuar con colegas en el mundo. «La clave para la salud es estar al día», asegura.

En los hospitales y universidades, solo el personal administrativo tiene acceso a banda ancha, lo que impide que los médicos puedan hacer búsquedas en internet para diagnosticar y tratar a sus pacientes.

Los pacientes con enfermedades crónicas o graves tienen dificultades para procurarse medicamentos.

Abdul Rahim Langoo, propietario de una casa flotante en Srinagar, aquejado de una forma rara de cáncer, pensó que iba a morir cuando en agosto se cortó la línea con su proveedor de medicamentos en Nueva Delhi. Incluso desde que se restablecieron las comunicaciones, este cachemir de 57 años tuvo problemas para enviar la receta por internet, un documento necesario para realizar el pedido.

Con la brutal caída del turismo desde el verano, su volumen de negocios se ha desplomado y no puede permitirse pagar un vuelo a la capital, situada a 650 km de su hogar.

«Trabajo en el turismo y desde agosto no ha habido turismo, no tenemos ingresos», dijo a la AFP, sentado en su barco vacío en un lago de Srinagar.

«Me resulta difícil llegar a fin de mes -dice- para poder comprar este medicamento».