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Moscú recuerda la «Operación Ciclón» de la CIA en Afganistán

Fuentes: Asia Times Online

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Charlie Wilson pretendía que se trataba de negocios del gobierno de EE.UU. mientras distraía al ministro egipcio de Defensa de entonces con una bailarina del vientre texana que llevó consigo a El Cairo con la esperanza de persuadirlo para que aceptara un trato para suministrar armas a los muyahidines afganos a principios de los años ochenta.

George Crile detalla en el fascinante libro Charlie Wilson’s Wars que el pintoresco congresista de Texas prácticamente formaba partee de la «Operación Ciclón» de la CIA en Afganistán que garantizaba el suministro continuo de armas sofisticadas, como los misiles Stinger, a los muyahidines que combatían contra el ejército soviético.

Por cierto, la CIA financiaba los gastos de viaje de las amigas que acompañaban a Charlie Wilson en sus numerosos viajes a Pakistán. La agencia le concedió posteriormente el Premio al Colega Honorado por su papel en la yihad afgana.

John McCain, el senador de 77 años de Arizona, ciertamente no llegará tan lejos, pero algunos se asombrarán ante el hecho de que el lunes cruzase la frontera entre Turquía y Siria en un viaje clandestino acompañado por el «general» Salem Idris, líder del Consejo Militar Supremo del Ejército Libre Sirio.

Aparentemente McCain mantuvo reuniones con combatientes rebeldes sirios y personajes de la oposición en la ciudad turca de Gaziantep, y en compañía de Idris cruzó la frontera hacia Siria, donde pasó «varias horas».

Los legisladores estadounidenses respetan la ley y es seguro que McCain sabía que necesitaba una visa para viajar a Siria, pero viajó sin tenerla. Cuestionó la legitimidad del gobierno sirio. La verdad es que McCain entró ilegalmente a Siria con conocimiento y posible complicidad de los gobiernos de EE.UU. y Turquía.

Ahora bien, si se yuxtapone Gaziantep con la ciudad paquistaní de Peshawar, la visita de McCain tiene un extraño parecido con la guerra de Charlie Wilson.

Idris nos ofrece una buena idea del objetivo de la misión de McCain. Idris dice:

Lo que esperamos del gobierno de EE.UU. es que tome la decisión de apoyar a la revolución siria con armas y municiones, misiles antitanques y armas antiaéreas. La visita del senador McCain a Siria es muy importante y muy útil, especialmente en este momento. Necesitamos la ayuda estadounidense para producir cambios en el terreno; nos encontramos en una situación muy crítica… Por cierto, queremos una zona de exclusión aérea y pedimos ataques estratégicos a Hizbulá tanto en Líbano como en Siria.

La misión de MCain está sincronizada con la exitosa acción de Gran Bretaña (con apoyo de Washington) de imponer el levantamiento del embargo de la Unión Europea sobre el suministro de armas a los rebeldes sirios. Washington ha elogiado la decisión de la UE.

Misiones como la de Charlie Wilson y la de McCain están bien coreografiadas y muestran las direcciones de futuras políticas de EE.UU, fuera de alentar la opinión pública en EE.UU. Hubo que sobreponerse al síndrome de Vietnam antes de apretar el pedal sobre la yihad afgana, mientras en el caso de Siria, la opinión pública estadounidense se opone a la participación de EE.UU. en otra guerra en Medio Oriente después de Irak.

Pero esa opinión está cambiando lentamente. Es un logro significativo que casi dos tercios de la opinión pública estadounidense, según el último sondeo de CNN, crea que el régimen de Bashar al-Asad en Siria ha utilizado armas químicas en los actuales combates. (Los rebeldes que hablaron con McCain repitieron la afirmación).

Evidentemente, todo esto forma parte de una estrategia de doble vía por parte del gobierno de Obama.

La búsqueda de un esfuerzo político para una solución interna siria mediante el diálogo tiene lugar paralelamente a lo que ahora parece ser la vía principal que prepara de una participación militar más directa de EE.UU., incluyendo un plan de acciones militares multilaterales dentro de Siria.

Cuando McCain estuvo en Turquía, hubo «filtraciones» en los medios de Washington de que el presidente Barack Obama había ordenado al Pentágono que preparara la estrategia operativa para imponer una «zona de exclusión aérea» en Siria. Daily Beast citó a un funcionario estadounidense anónimo:

La Casa Blanca está como observadora, pero la planificación continúa y está más avanzada que antes. Todo este esfuerzo para presionar al régimen forma parte de un esfuerzo general para hallar una solución política, pero ¿qué pasará si Ginebra falla? Solo es prudente planificar para otras opciones.

Significativamente, más o menos al mismo tiempo que tendría lugar en las próximas semanas en Ginebra el encuentro de paz propuesto, EE.UU. planifica la realización de un conjunto de grandes ejercicios militares en Jordania denominado «León ardiente», con la participación de más de 15.000 soldados de 18 países, en parte árabes.

Los informes en los medios sugieren que después de los ejercicios, esos recursos militares se quedarán en Jordania; podrían ser útiles para imponer una zona de exclusión aérea en Siria, como los aviones F-16.

La percepción común es que los sistemas de defensa aérea de Siria disuaden a EE.UU. y a sus aliados y socios con la misma opinión de que impongan la zona de exclusión aérea. Al contrario, los expertos militares estiman que no cabe duda de que EE.UU. y sus aliados tienen una capacidad abrumadora para destruir el poder aéreo del gobierno sirio.

Los rusos podrán pensar que sus misiles S-300 son invencibles, pero la fuerza aérea israelí ha realizado ejercicios militares con Grecia, que tiene misiles S-300 en su arsenal, y debería saber cómo ganarles la partida. Basta decir que la única verdadera duda que sigue existiendo es si Obama tiene la voluntad y la resolución de tomar el camino de una intervención militar abierta en Siria.

El encuentro de paz de Ginebra es una iniciativa del Secretario de Estado John Kerry, quien cumplió una tarea diplomática de primera clase al convencer a los rusos de que tienen una relación especial respecto a Siria. Sin embargo, siguiendo los rituales del encuentro de paz, debería ser bastante obvio que todo parece que está en contra de que «Ginebra II» produzca algún progreso hacia una solución política.

McCain consideró el lunes que el gobierno de Obama probablemente no tomará ninguna decisión sobre una mayor intervención en Siria hasta después del encuentro de Ginebra. ¿Pero qué pasará si el encuentro fracasa? La misión de McCain sugiere que el gobierno de Obama ya está mirando más allá de los despojos de Ginebra II.

McCain tiene una linda manera de resumir las cosas: «Pienso que ellos [el gobierno de EE.UU.] se mueven hacia la planificación porque la presión es muy grande, pero estamos atados de manos hasta el Encuentro de Ginebra».

Un sentimiento de desasosiego podría estar pasando por las mentes rusas. El ministro de defensa Sergei Shoigu ha confirmado que la decisión de la UE de levantar el embargo de armas podría llevar a Moscú a reconsiderar su propia limitación en lo que se refiere a las entregas de armas a Damasco. Shoigu también tiene habilidad con las palabras: «Toda decisión tiene dos lados. Si un lado levanta las restricciones, el otro puede considerarse libre de no respetar los compromisos anteriores».

La posición rusa es que podría haber un contrato de 2010 con el régimen de Asad para entregas de armas y una «lista de deseos» siria para más armas de marzo de 2011.

Lo bonito de la posición rusa es que Moscú mantiene a las potencias occidentales especulando sobre el progreso de los tratos de armas con Siria, lo que hace que la «lista de deseos» de esta última sea de una sola pieza y los deja libres para suministrar lo que quieran cuando quieran.

Moscú mantiene con cara inmutable que todas sus transferencias de armas al régimen de Asad constituyen un tráfico perfectamente legítimo, según el derecho internacional, entre dos gobiernos soberanos. Por cierto, McCain acaba de recordar a los rusos las actuaciones de Charlie Wilson que aumentaban las apuestas cada vez que el Ejército Rojo daba señales de prevalecer sobre los muyahidines.

Si McCain pensó que había lanzado la pelota al lado ruso, está equivocado. Acaba de volver a casa y Shoigu ya devolvió la pelota al césped de la Casa Blanca. Parece que el nuevo juego casi hace que Ginebra II sea redundante.

El embajador M. K. Bhadrakumar fue diplomático de carrera del Servicio Exterior de la India. Ejerció sus funciones en la extinta Unión Soviética, Corea del Sur, Sri Lanka, Alemania, Afganistán, Pakistán, Uzbekistán, Kuwait y Turquía.

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Fuente: http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/MID-02-310513.html

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