El dirigente político haitiano y ex candidato al premio Nobel de la Paz Gerard Pierre-Charles murió en un hospital de Cuba al que fue traslado de urgencia el fin de semana, según hemos podido saber por fuente familiares de Puerto Príncipe. La muerte se produjo por un infarto masivo el día domingo por la mañana. […]
El dirigente político haitiano y ex candidato al premio Nobel de la Paz Gerard Pierre-Charles murió en un hospital de Cuba al que fue traslado de urgencia el fin de semana, según hemos podido saber por fuente familiares de Puerto Príncipe. La muerte se produjo por un infarto masivo el día domingo por la mañana. Estaba desde el viernes en terapia intensiva en un hospital de la Habana, tratado por una neumonía. Su corazón no resistió. Contaba al morir con 68 años de edad.
El dirigente de la opositora Organización del Pueblo en Lucha (OPL), organismo central de la Convergencia Democrática, falleció la tarde del domingo en Cuba.
Pierre-Charles, quien vivió exiliado en México 25 años durante la dictadura de los Duvalier, fue propuesto al premio Nobel de la Paz por varios organismos extranjeros en 2003 por su labor para solucionar las permanentes crisis políticas haitianas.
Fue dirigente del Partido Comunista Haitiano durante muchos años lo que le costó el exilio durante la dictadura que encabezó Francois Duvalier.
Profesor en el «Colegio de México», especializado en Ciencias Sociales y Economía, dirigió una maestría especializada en estudios de la Región del Caribe. Publicó varios libros.
Durante su vida recibió varias condecoraciones de organizaciones y diversos países, en reconocimiento a su prolífera obra intelectual. Fue miembro del jurado del género Testimonio de Casa de las Américas (1976), así como obtuvo con la obra «El Caribe a la hora de Cuba», el Premio Ensayo Histórico Social de esta institución en 1980. Fue condecorado con la medalla Haydée Santamaría. Como profesor desempeñó también una destacada labor.
Gerard Pierre Charles fue un luchador tenaz por el bienestar de las condiciones de vida del pueblo haitiano y se destacó por ser un defensor de las causas más justas de los pueblos latinoamericanos y caribeños. Lo conocí personalmente hace dos años en ciudad de México con motivo del Encuentro en Defensa de la Humanidad, los años que estuvo exiliado en ese país le habían dejado centenares de amigos. Su eterna sonrisa y vitalidad contrastaban con la inmovilidad de sus piernas que le obligaban a desplazarse en una silla de ruedas. Se diría que las energías destinadas a ellas las utilizaba para abrazar a los amigos y seguir manteniendo la lucidez y el compromiso que caracterizó toda su vida.
Con su muerte América Latina y el Caribe pierden una de las figuras más relevantes de la intelectualidad y la política, y Cuba un defensor y leal amigo. Pierre Charles estuvo casado con la intelectual haitiana Suzy Castor, con quien tuvo varios hijos.