«Nosotros contra ellos», la retórica de la división que creó «un mundo martirizado por una destrucción de vida y bienes sin precedentes en los últimos 70 años», es el Informe 2016-2017 de Amnistía Internacional sobre los derechos humanos. Es un marco, presentado en Roma, nada positivo. «Hubo crímenes de guerra en al menos 23 países […]
«Nosotros contra ellos», la retórica de la división que creó «un mundo martirizado por una destrucción de vida y bienes sin precedentes en los últimos 70 años», es el Informe 2016-2017 de Amnistía Internacional sobre los derechos humanos.
Es un marco, presentado en Roma, nada positivo. «Hubo crímenes de guerra en al menos 23 países en el mundo mientras la comunidad internacional parece desinteresada o impotente», explicó el director general de Amnistía Internacional Italia, Gianni Rufini.
Continúan los conflictos en Yemen, Siria, Libia y en decenas de otros países, el uso de la tortura está presente en la mitad de los Estados en el mundo y las penas capitales en aumento.
«2016 ha visto el nacimiento de regímenes autoritarios en países democráticos, como en la Turquía controlada por (Recep) Erdogan y en la Filipinas de (Rodrigo) Duterte. Estamos retrocediendo, debemos actuar», explicó Rufini.
El informe de Amnistía señala a Italia, donde «existe una retórica de división alimentada por algunos líderes políticos nacionales como Matteo Salvini de la Liga Norte y Giorgia Meloni de Hermanos de Italia», acusó el presidente de la ONG en ese país, Antonio Marchesi. Sobre el tema de los flujos migratorios, rechaza los «acuerdos con regímenes seudo democráticos de Africa y de Asia que legitiman las dictaduras» y en particular con Libia que «parte de premisas erróneas».
La organización destaca en el documento sus críticas al sistema hotspot (estructuras para identificar a los refugiados) y denuncia casos de maltratos de migrantes por parte de fuerzas del orden.
Ningún paso adelante fue hecho con la derogación del delito de ingreso y de residencia regular y la organización expresó «preocupación» por el reciente paquete Minniti, sobre todo para el «notable debilitamiento de las garantías de los procedimientos», explicó Marchesi. Italia no es el único país occidental sobre el cual el informe expresa preocupación.
«Los espacios de libertad se restringen con las políticas de antiterrorismo y antimigración y crecen los movimientos xenófobos, de racismo y fascismo» contra cada minoría, aseguró Rufini. Rusia muestra «desprecio por los derechos humanos» y el Estados Unidos de Donald Trump dio un «cambio preocupante» de la política hacia la discriminación y la xenofobia. En Europa están en ascenso los movimientos de Marine Le Pen en la Francia del prolongado estado de emergencia y en el Reino Unido de Theresa May, además de la realidad consolidada del gobierno húngaro de Viktor Orban. «En cada lugar el éxito de estos movimientos depende de la lógica del ‘nosotros contra ellos’. Está en la sociedad civil defender los derechos, movilizarse, actuar contra la ola de violencia», destacó Rufini.