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Myanmar: ¿Cederán las tensiones en Rakhine?

Fuentes: Prensa Latina

La reciente visita de la comisión establecida para solucionar los conflictos en Rakhine crea expectativas respecto a si se aliviarán las tensiones en ese occidental estado de Myanmar, cuya situación llama la atención también en países vecinos. Hacia esa occidental región muchos miran hoy ante los sucesos que siguieron a los ataques contra puestos fronterizos […]

La reciente visita de la comisión establecida para solucionar los conflictos en Rakhine crea expectativas respecto a si se aliviarán las tensiones en ese occidental estado de Myanmar, cuya situación llama la atención también en países vecinos. Hacia esa occidental región muchos miran hoy ante los sucesos que siguieron a los ataques contra puestos fronterizos por grupos armados el pasado 9 de octubre, con saldo de varios policías muertos, a lo que el Ejército respondió con operaciones para capturar a los asaltantes.

Llegaron entonces denuncias de violaciones de derechos humanos por parte de los uniformados contra integrantes de la comunidad rohingya, rechazadas por el gobierno central, pero que impactaron en la región. En Malasia, su primer ministro, Najib Razak, participó el domingo pasado en una manifestación de protesta contra lo que calificó de ‘genocidio’ de los musulmanes rohingya en Rakhine, a pesar de llamados de las autoridades de este país para evitar declaraciones que echen leña al fuego.

Allí viajaron en días recientes el presidente de la mencionada comisión, el ex secretario general de la ONU Kofi Annan, y miembros de esa entidad, establecida por el Gobierno central en agosto último con vistas a resolver lo que se reconoce como uno de los principales obstáculos en el camino hacia la paz y la reconciliación en este país multiétnico.

En esa región, la población budista es mayoritaria, mientras a los integrantes de la otra comunidad no se les reconoce como miembros de esta nación y son considerados inmigrantes ilegales.

Según se informó, esos observadores recorrieron zonas del norte del referido estado afectada por la violencia y también áreas pacíficas, donde dialogaron con pobladores y autoridades locales.

A su regreso y en el cierre de su estancia aquí, Annan anunció que la prensa y grupos defensores de los derechos humanos pronto tendrán acceso a Rakhine, al tiempo que abogó por la estabilidad para facilitar su desarrollo socioeconómico. Tuvimos la oportunidad de conversar a altos niveles y se nos comunicó que se permitirá que la ayuda llegue a los necesitados, explicó.

Añadió que también abordó el acceso a la información en la parte septentrional del mencionado territorio para refutar los rumores de abusos en la zona, abandonada por cientos de personas por los referidos sucesos y muchas de las cuales cruzaron hacia Bangladesh, de acuerdo con informaciones de prensa.

En uno de sus mensajes, insistió en la necesidad de trabajar con los países vecinos y cooperar con ellos para comprender cómo controlar la migración transfronteriza.

El ex secretario de la ONU se entrevistó con el presidente de Myanmar, Htin Kyaw, y la consejera de Estado Aung San Suu KYi, a quienes informó de la visita de su comisión del 2 al 4 de diciembre a Rakhine, que en 2012 fue escenario de enfrentamientos entre representantes de esas dos comunidades en los que murieron decenas de personas, entre otras consecuencias.

Cuanto ocurre allí preocupa también en Indonesia, el país con la mayor población musulmana del mundo, cuya canciller, Retno Marsudi, llegó la víspera para entrevistarse con Suu Kyi sobre el tema como parte de esfuerzos diplomáticos dirigidos a resolver el problema, según trascendió.

La ministra señaló que su gobierno se mantiene en contacto con la otra parte desde hace días, incluido el embajador en Yakarta.

Esa posición aporta cierto estímulo respecto a un deseado alivio de las tensiones con vistas a una solución, necesaria para que Myanmar avance hacia la meta de paz y reconciliación, fijada como máxima prioridad por el gobierno en el poder desde finales de marzo pasado, pero que enfrenta obstáculos también en otras regiones donde grupos armados se mantienen activos.