Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
Pues bien, Estados Unidos, la capital de las armas del mundo, ha sido sometido a otro tiroteo masivo, esta vez cercenando cincuenta vidas en un club nocturno en Orlando, Florida. No hay duda de que es una tragedia terrible que dará lugar a que los miembros del Congreso y el presidente pidan ineficazmente una mayor seguridad para las armas de fuego. Todos sabemos que nada saldrá de estas peticiones debido a que la fuerza de la Asociación Nacional del Rifle (NRA) se solapa con un Congreso cobarde. Pero éste es un tema para otro ensayo.
Este escritor no ve mucha televisión pero en las mañanas, cuando sube a la cinta de su gimnasio local, el canal de noticias CTV News, sin duda más un entretenimiento que un medio de comunicación, está en las pantallas ubicadas delante de él. Además, mientras busca en los sitios de noticias independientes en línea, generalmente para ver lo que la CNN, ese sirviente de los dioses corporativos, informa como «noticias».
Como era de esperar, y como es correcto, se informó sobre el horror de la Florida. Es noticia que otro loco adquirió una pistola y la utilizó contra decenas de personas inocentes. El siguiente paso lógico, se podría pensar, es la búsqueda de formas de prevenir una repetición por otro individuo mentalmente inestable, en una nación que regula los osos de peluche más estrictamente que las armas de fuego. También es razonable buscar un motivo. Dáesh (también conocido como ISIS) se ha atribuido la responsabilidad, aunque no haya evidencias hasta la fecha, de acuerdo con los sitios de noticias de renombre.
Así, mientras el Congreso debate tonterías sobre las armas y el FBI -un brazo del aparato terrorista de muchas armadas de los EE.UU.- busca un motivo, los llamados canales de noticias están llenos de otra información. Escuchamos acerca de las vidas privadas de las víctimas. Su amor por los miembros de la familia, su dedicación a los demás, dónde trabajaron y lo que sus compañeros de trabajo pensaban de ellos. Estamos sometidos a la angustia de los padres y otros seres queridos que la decencia común dejaría llorar en privado. Vemos selfies de las víctimas que fueron recientemente publicados en los sitios de medios sociales.
Este escritor ofrecerá dos nombres y pedirá que los lectores piensen en lo mucho que no se sabe de cada uno de ellos: Maram Abu Ismail e Ibrahim Taha. Reflexiona sobre los nombres por un momento. ¿Los ha oído en las noticias? ¿Sabe usted dónde vivían o cómo murieron? ¿Sabe usted quién es responsable de sus muertes? ¿Vieron entrevistas desgarradoras con sus deudos?
Por desgracia estas víctimas de asesinato, y el niño no nacido de Maram, nunca fueron noticia. Maram Abu Ismail era una mujer embarazada de 24 años, madre de dos hijos. Ibrahim Taha era su hermano de 16 años. Fueron asesinados a tiros por soldados israelíes en un puesto de control en Ramallah.
Hay un testimonio visual del crimen proporcionado por Alaa Soboh, un conductor de autobús. Dijo que la señora Ismail y el señor Taha parecían no estar familiarizados con los procedimientos de cruce y fueron rápidamente interceptados en el puesto de control.
«Tan pronto como los dos cruzaron [las fuerzas israelíes] comenzaron a gritar «regresen, regresen» y luego comenzaron a disparar.
«A la primera que dispararon fue a la joven, cuando el muchacho trató de regresar le dispararon siete balas».
Otro testigo informó de que las fuerzas israelíes dispararon más de 15 veces al cuerpo de la mujer. Más grave aún, los soldados terroristas israelíes no permitieron que los paramédicos ayudasen a la mujer yaciente.
¿Qué hemos oído en las noticias sobre este crimen incalificable? ¿Hemos visto entrevistas con el afligido esposo, ahora solo para criar a sus dos hijos pequeños? ¿Se entrevistó a la madre de las víctimas para que entre lágrimas contaran frente a la cámara cómo es perder a sus dos hijos? ¿Por qué el presidente Barack Obama y los candidatos presidenciales Hillary Clinton y Donald Trump no condenaron este crimen, exigieron una investigación exhaustiva por parte de Israel y manifestaron su solidaridad con las víctimas? No, ninguna de estas cosas ocurrió porque las víctimas eran palestinas y figuran primeras en la larga lista de las personas que EE.UU. considera simplemente infrahumanas.
El asesinato de la Ismail y del Taha es similar, en algunos aspectos, al tiroteo masivo en Orlando y sin embargo es tan habitual apenas se ve. Entre el 1 de octubre del año 2015 y el 21 de febrero de 2016, al menos 180 palestinos desarmados, de edades comprendidas entre ocho meses y 65 años, han sido asesinados por los israelíes, tanto por soldados como por colonos terroristas. Sin embargo, incluso en los EE.UU., los principales asesinatos en masa siguen recibiendo extensos espacios en la prensa. Si, por ejemplo, sólo cinco o seis personas son asesinadas, lo que realmente no parece ser noticia, es parecido a la masacre casi diaria de palestinos desarmados, hombres, mujeres y niños que no merecen la atención de los medios corporativos.
Sin embargo cuando cuatro israelíes fueron tiroteados en un restaurante de Tel Aviv hace una semana, el suceso fue noticia de primera plana. Cualquier persona que piensa bien puede preguntarse por qué es de interés periodístico y el asesinato de una joven madre de dos hijos, embarazada, y su hermano adolescente no lo es.
No es difícil para el Gobierno determinar lo que sus ciudadanos deben conocer y por lo que preocuparse. Las empresas, capaces de donar cantidades ilimitadas de dinero a las campañas de los candidatos que cumplan sus órdenes, son dueñas de los medios de prensa. Los sionistas son prominentes en muchas de las juntas de estas corporaciones. Por lo tanto las muertes palestinas no son noticia, pero las muertes israelíes deben ser lloradas por todo el mundo.
En el Gobierno de Estados Unidos no hay un altar financiero lo suficientemente impío ante el cual los políticos y funcionarios elegidos no se inclinen. No hay dólares tan empapados en sangre que no vayan a embolsarse. No hay organismos tan trágicamente patéticos que no vayan a reclamarles en su búsqueda del dólar, el único dios que adoran.
Entre 2009 y 2015 los grupos de presión israelíes contribuyeron con casi 17 millones de dólares a las campañas de 349 funcionarios del Gobierno de Estados Unidos. Y los miembros del Congreso no son propensos a morder la mano que les da de comer tan generosamente. La ética, la moral y la justicia están condenadas. Es por ello que los principales candidatos hacen la peregrinación anual a la convención de AIPAC (Comité de Asuntos Políticos del Apartheid de Israel) en Washington DC.
Este escritor está de luto por las víctimas de Orlando, como lo hizo con las de Newton, San Bernardino, Virginia Tech, Columbine High School y todas los demás. Sin embargo también se aflige por Ismail, Taha y las decenas de miles de víctimas asesinadas por Israel en las últimas décadas. Sangraron de la misma manera que las víctimas de los Estados Unidos, no amaban menos a sus hijos y no eran menos queridos por sus padres. Sus muertes son una tragedia para sus seres queridos y para el mundo.
El nacionalismo, la creencia de que el propio país o nacionalidad es de alguna manera mejor que la de cualquier otro ha sido durante mucho tiempo la fuerza de los EE.UU., desde el primigenio «destino manifiesto» hasta el concepto tantas veces repetido de «excepcionalidad» de los Estados Unidos de hoy. Con ello viene la creencia de que el superior puede decidir quién es digno de vivir y quién debe morir. Incontables millones de personas han muerto a causa de la «excepcionalidad» de los Estados Unidos y ese concepto mortal, y toda la carnicería que trae, no muestra signos de disminuir.
La actual farsa de elección presidencial sólo agravará el problema, con uno de los dos traficantes de guerra, uno con un historial probado de muerte y destrucción y el otro, al parecer, el establecido para ser el próximo presidente, no puede esperar para enganchar su dedo en el gatillo. Cualquiera de ellos que gane, la nación y el mundo sólo pueden perder.
Robert Fantina, su último libro es Empire, Racism and Genocide: a History of US Foreign Policy (Red Pill Press)
Fuente: http://www.counterpunch.org/2016/06/17/orlando-and-palestine-selective-mourning/
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.