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Dos falsas democracias que amenazan al mundo

¿Planificación de la guerra nuclear?

Fuentes: CounterPunch

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

Amitai Etzioni ha planteado una importante pregunta: «¿Quién autorizó los preparativos de una guerra contra China? Etzioni dice que el plan de guerra no es el tipo de plan de contingencia que puede estar disponible para un evento improbable. Etzioni también informa de que el plan de guerra no se ordenó y no ha sido revisado por las autoridades civiles estadounidenses. Nos vemos confrontados con militares estadounidenses fuera de control influenciados por los neoconservadores que ponen en peligro a los estadounidenses y al resto del mundo.

Etzioni tiene razón cuando dice que es una decisión crucial de algunos militares influenciados por los neoconservadores. Es obvio que China sabe que Washington se prepara para una guerra contra ella. Si el Yale Journal lo sabe, China lo sabe. Si el gobierno chino es realista, sabe que Washington planifica un ataque nuclear preventivo contra China. Ningún otro tipo de guerra tiene sentido desde el punto de vista de Washington. La «superpotencia» nunca pudo ocupar Bagdad, y después de 11 años de guerra ha sido derrotada en Afganistán por unos pocos miles de talibanes con armamento ligero. Involucrarse en una guerra convencional con China sería el fin de Washington.

Cuando China era un primitivo país del Tercer Mundo, combatió a EE.UU. en Corea hasta llegar a un punto muerto. Hoy China es la segunda economía del mundo y supera rápidamente la endeble economía de EE.UU. destruida por la deslocalización de puestos de trabajo, el fraude de los «banksteres» y la traición corporativa y del Congreso.

El plan de guerra del Pentágono contra China se denomina «Batalla AireMar». Se describe como «fuerzas aéreas y navales interoperativas que pueden ejecutar ataques en profundidad en red, integrados, para deteriorar, destruir y derrocar capacidades enemigas contra el acceso de capacidades de negación de área».

Sí, ¿pero qué significa eso? Significa muchos miles de millones de dólares de beneficios adicionales para el complejo militar/seguridad mientras el 99% sufre bajo la bota. También es obvio que esa jerga insensata no puede derrotar a un ejército chino. Pero ese tipo de ruidos de sables puede llevar a la guerra, y si los cretinos de Washington inician una guerra, la única manera en que Washington puede imponerse es mediante armas nucleares. La radiación, por supuesto, también matará estadounidenses.

La guerra nuclear está en la agenda de Washington. El ascenso de los nazis neoconservadores ha negado los acuerdos de desarme nuclear de Reagan y Gorbachov. El extraordinario libro publicado en 2012, en su mayor parte verídico, About the Untold History of the United States de Oliver Stone y Peter Kuznick, describe el estallido post Reagan del ataque preventivo nuclear como la primera opción de Washington.

Durante la Guerra Fría las armas nucleares tenían un propósito defensivo. El propósito era impedir la guerra nuclear porque EE.UU. y la URSS tenían suficiente poder de represalia para garantizar la «destrucción mutua». MAD, como la llamaban, significa que las armas nucleares no ofrecían una ventaja ofensiva a ninguno de los dos lados.

El colapso soviético y la concentración de China en su economía en lugar de sus fuerzas armadas llevaron a la ventaja de Washington en el armamento nuclear que, según dos personajes estadounidenses de Dr. Insólito, Keir Lieber y Daryl Press, da a Washington la capacidad del primer ataque. Lieber y Press escriben que la «precipitada decadencia del arsenal de Rusia y el ritmo glacial de modernización de las fuerzas nucleares de China» han creado una situación en la cual ni Rusia ni China podrían responder a un primer ataque de Washington.

La «Batalla AireMar» del Pentágono y el artículo de Lieber y Press en Foreign Affairs han informado a China y Rusia de que Washington está considerando la posibilidad de ataques nucleares contra ambos países. Para asegurar la incapacidad de Rusia de tomar represalias, Washington está colocando misiles antibalísticos en las fronteras de Rusia en violación del acuerdo EE.UU.-URSS.

Debido a que la prensa estadounidense es un corrupto ministerio de propaganda gubernamental, el pueblo de EE.UU. no tiene la menor idea de que Washington influenciado por los neoconservadores está planeando una guerra nuclear. Los estadounidenses no son conscientes de este hecho tal como ignoran la reciente declaración del expresidente Jimmy Carter, de la que se informó solo en Alemania, de que EE.UU. ya no funciona como una democracia.

La posibilidad de que EE.UU. iniciase una guerra nuclear surgió hace 11 años cuando el presidente George W. Bush, a instancias de Dick Cheney y de los neoconservadores que dominaban su régimen, aprobó la «Revisión de la Postura Nuclear 2002».

Ese documento neoconservador, aprobado por el presidente más cretino de EE.UU., provocó consternación y condena en el resto del mundo y lanzó una nueva carrera armamentista. El presidente ruso Putin anunció inmediatamente que Rusia gastaría todas las sumas necesarias para mantener su capacidad de represalias nucleares. Los chinos demostraron su habilidad al destruir un satélite en el espacio con un misil. El alcalde de Hiroshima, la ciudad víctima de un enorme crimen de guerra estadounidense, declaró: «El Tratado de No Proliferación Nuclear, el acuerdo internacional central que guía la eliminación de las armas nucleares, está al borde del colapso. La causa principal es la política nuclear de EE.UU. que, al declarar abiertamente la posibilidad de un primer ataque nuclear preventivo y al pedir la reanudación de la investigación de minibombas nucleares y otras denominadas ‘armas nucleares utilizables’, parece adorar las armas nucleares como si fueran Dios».

Los sondeos en todo el mundo muestran claramente que Israel y EE.UU. aparecen como las dos mayores amenazas a la paz y la vida en el planeta. No obstante, estos dos Gobiernos del todo ilegales se pavonean pretendiendo que son las «mayores democracias del mundo». Ninguno de los dos acepta ninguna responsabilidad ante el derecho internacional, los derechos humanos, las Convenciones de Ginebra o ante su propio derecho estatutario. EE.UU. e Israel son Gobiernos canallas, regresos a la era de Hitler y Stalin.

Las guerras posteriores a la Segunda Guerra Mundial se originaron en Washington e Israel. Ningún otro país tiene ambiciones imperiales expansionistas. El gobierno chino no ha ocupado Taiwán, lo que podría hacer si quisiera. El Gobierno ruso no ha ocupado antiguas partes constitutivas de Rusia como Georgia, la cual llevada por Washington a lanzar un ataque, fue instantáneamente superada por el Ejército ruso. Putin podría haber colgado al títere georgiano de Washington y reincorporado Georgia a Rusia, de la que formó parte durante varios siglos y a la que muchos consideran que pertenece.

Durante los últimos 68 años, la mayoría de las agresiones militares se originaron en EE.UU. e Israel

Sin embargo, esos dos provocadores de guerras pretenden ser víctimas de agresión. Israel tiene un arsenal nuclear ilegal, no reconocido y del que no rinde cuentas. Washington ha elaborado un plan de guerra basado en el primer ataque nuclear. El resto del mundo tiene razón para considerar que esos dos irresponsables Gobiernos canallas son amenazas directas a la vida en la tierra.

Paul Craig Roberts fue editor de The Wall Street Journal y secretario asistente del Secretario del Tesoro estadounidense. Es autor de HOW THE ECONOMY WAS LOST , publicado por CounterPunch/AK Press. Su libro Economies in Collapse: The Failure of Globalism, fue publicado en Europa en junio de 2012. Su último libro es The Failure of Laissez-Faire Capitalism.

Fuente: http://www.counterpunch.org/2013/07/26/two-faux-democracies-that-threaten-the-world/

rCR