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¡Por la paz, la justicia social, los derechos de los pueblos y las libertades! Contra el colonialismo y el imperialismo.

Por un Mediterráneo en lucha

Fuentes: Rebelión

Traducción de Rocío Anguiano

La Unión por el Mediterráneo, lejos de ser algo nuevo, es en realidad la continuación del proceso de Barcelona iniciado por la Unión Europea (UE) en noviembre de 1995 y así Bernard Kouchner, el Ministro de Asuntos Exteriores francés, la presenta como «una renovación del Proceso de Barcelona». Todos los países de la UE han sido invitados a formar parte de ella, al igual que los once Estados del Sur y del Este del Mediterráneo (Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto, Israel, Jordania, Líbano, Siria, Turquía, Albania y Mauritania) y la Autoridad Palestina, que no tiene soberanía.

Lo que no deja de ser preocupante cuando se conoce el contenido de ese proceso y sus consecuencias. Porque si la «cooperación» euromediterránea tiene muchos fines, estos son de una banalidad poco sorprendente.

En primer lugar, económicos, con la construcción de un espacio de libre comercio y de liberalización del mercado de aquí a 2010, que se concreta en privatizaciones y en la consiguiente toma del control de las empresas por grupos capitalistas del Norte. Una política que, claro está, tiene consecuencias sociales dramáticas: despidos, aumento de la desigualdad con el desarrollo de burguesías locales mientras que los pueblos permanecen en la miseria (dificultades de acceso a los derechos fundamentales -cuidados, alimentación, trabajo, vivienda, educación…-, subida de los precios, etc.). El Ministro de Asuntos Exteriores francés lo dice claramente en su sitio Web, refiriéndose a las relaciones entre Francia y el Magreb: «Los países del Magreb (Libia, Túnez, Argelia, Marruecos, Mauritania) [representan] un mercado y un socio económico: somos el principal proveedor de Túnez, Argelia y Marruecos. El conjunto del Magreb abre importantes perspectivas de futuro: reformas, privatizaciones, grandes obras y nuevos mercados unidos a la modernización».

Los compromisos alcanzan también al ámbito de la «seguridad», sobre todo a través de las supuestas luchas contra el terrorismo y la corrupción. Luchas que, en este último caso, resultan ineficaces, ya que hay demasiados intereses en juego y la corrupción se ha convertido en una verdadera forma de gobierno, y que se utilizan como argumento para meter en prisión a militantes, sobre todo jóvenes. En efecto, los ataques a los derechos humanos, la tortura, la represión de los opositores, la liquidación de las libertades de asociación y de prensa, la aplicación de leyes liberticidas de excepción son el lote cotidiano de los pueblos del sur del Mediterráneo. Y claro, tras la palabra seguridad se perfila el tema de la inmigración. Porque este espacio mediterráneo es también el de un mayor control, violento y asesino de las migraciones: medios de vigilancia y represión (sobre todo marítimos) reforzados, traspaso en la gestión de los flujos migratorios a los países con primeras fronteras externas (Marruecos, Argelia, Libia y Mauritania especialmente) para impedir la llegada al territorio europeo de las poblaciones africanas. La libre circulación es buena para los capitales y los patronos, pero no para los seres humanos y menos los más pobres… Citemos de nuevo al Ministro de Asuntos Exteriores francés: «Compartimos con estos países una proximidad cultural y retos comunes: los vínculos con Francia y la UE, el desafío de la globalización, la presión islámica, la presión migratoria (como países de emigración y, cada vez más, como países de tránsito), el terrorismo (principalmente como objetivos)».

Y todas estas formas de represión se utilizan también contra los movimientos sociales: derechos sindicales pisoteados, despidos e incluso detenciones de los militantes (los detenidos el 1 de Mayo en Marruecos, por ejemplo), muy lejos del supuesto respeto y protección de los derechos humanos que el espacio euromediterráneo pretende desarrollar y que el proceso de Barcelona quiere sacar adelante.

Por último, se supone que esta nueva Unión desarrollaría la paz… ¿Pero sobre qué bases? ¿Sobre el statu quo, como parece ser el caso hasta ahora, o sobre el fin del colonialismo y la dominación de tipo imperialista del Norte sobre el Sur, de Israel sobre Palestina, Siria y Líbano; pero también entre los países del Sur o del Norte, en resumen sobre el respeto de los derechos de los pueblos a decidir su futuro? Y más cuando esta Unión por el Mediterráneo pretende también respaldar el hecho colonial israelí y cerrar la puerta de la Unión Europea a Turquía.

Porque esta «nueva unión» es un instrumento al servicio de los poderosos y de sus intereses, hacemos un llamamiento a la construcción de una unión mediterránea de los pueblos y de las luchas por:

– el respeto de los derechos humanos y el desarrollo de las libertades fundamentales, especialmente del derecho sindical y la libertad de prensa, de expresión y de organización;

– la liberación de todos los presos de opinión, el cese de la tortura, el fin de los regimenes de excepción y de terror y el derecho de todos a poder defenderse jurídicamente;

– el fin de las políticas económicas de privatización de los servicios públicos y de ataque a los derechos sociales de los trabajadores;

– la libre circulación de personas, el cierre de los centros de detención y la anulación de todos los acuerdos de lucha contra las migraciones;

– la descolonización efectiva, política, social, cultural y económica;

– el derecho al retorno de los refugiados;

– el respeto de todas las culturas;

Sábado 5 de julio de 2008

Manifestación 14:30 h en París, metro Plaza de Clichy

Concierto-mitin (entrada libre)

Con, entre otros, Mohamed Bahr, Fred Alpi, Kalash

y la intervención de militantes sindicalistas y de asociaciones tunecinas, marroquíes, palestinas, etc.

18 horas en la CIP-IDF

Metro Corentin-Cariou, 14/16 quai de la Charente

Ya han firmado: Asociación de Marroquíes en Francia (AMF), Asociación de Palestinos en Francia (APF), Asociación de Tunecinos en Francia (ATF), Asociación de los Trabajadores Magrebíes de Francia (ATMF), Attac, Campaña Civil Internacional para la Protección del Pueblo Palestino (CCIPPP), Cedetim, Confederación Nacional del Trabajo (CNT), FACS, Federación de Tunecinos Ciudadanos de las dos Orillas (FTCR), Generación Palestina, Movimiento de los Indígenas de la República (MIR), Unión de Asociaciones Ciudadanas de los Originarios de Turquía (RACORT), Sierra Maestra, Unión Judía Francesa por la Paz (UJFP), Unión de los Trabajadores Inmigrantes Tunecinos (UTIT), Asociación Vía Democrática Francia…