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¿Quién entra y quién no en la ONU?

Fuentes: Rebelión

1. Introducción De todas las reformas que se proponen en el seno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las más polémicas -y sin duda las más importantes- son las que conciernen al Consejo de Seguridad (CS). Muchas otras son necesarias también, sin embargo, ninguna otra afecta tanto la capacidad operativa del organismo internacional […]

1. Introducción

De todas las reformas que se proponen en el seno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las más polémicas -y sin duda las más importantes- son las que conciernen al Consejo de Seguridad (CS). Muchas otras son necesarias también, sin embargo, ninguna otra afecta tanto la capacidad operativa del organismo internacional como esta, de tal suerte que, en buena medida, el éxito o el fracaso en el rediseño estructural de la organización dependerá en buena medida del arreglo final -si es que se consigue alguno- en torno a la composición del CS. Al bosquejar propuestas en torno a la nueva arquitectura del CS deben ser consideradas las siguientes categorías de análisis en materia de representatividad: región, religión, y estatus en tanto potencia económica, militar y poblacional. Dejaremos de lado la cuestión del derecho de veto, la modificación de la membresía rotativa y nos concentraremos en los candidatos más fuertes a la membresía permanente en el CS. También obviaremos la reforma integral al sistema de Naciones Unidas (operaciones de paz, conformación del Consejo de Seguridad Económica, etc.). Siguiendo los criterios aquí mencionados las naciones más involucradas en el proceso se enlistan en la tabla anexa que funciona como marco analítico.

2. Membresía permanente en el Consejo de Seguridad

Los países miembros del grupo 1 son ya integrantes permanentes del CS con derecho de veto. Las naciones que integran el grupo 2 favorecen la ampliación de la membresía permanente. Los países enlistados en el grupo 3 son los candidatos más fuertes a la permanencia en el CS según criterios regionales. Las naciones ubicadas en el grupo 4 se oponen a la ampliación de la membresía permanente del CS, pero favorecen la posibilidad de ampliar la membresía rotativa. Los miembros del grupo 5 son opciones asiáticas alternativas a las consideradas en primera instancia por razones que veremos más adelante.

Tabla: Actores y categorías de análisis para la reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas

PAIS

GRUPO

REGIÓN

RELIGIÓN

(%)

POTENCIA

Nuclear

Económica*

Población**

EE.UU.

1: Miembros permanentes

Norteamérica

Cristianos (84.7)

Si

10,945,792

293.8

Francia

Europa Occidental

Cristianos (82.3)

Si

1,523,025

60.0

Inglaterra

Europa Occidental

Cristianos (71.6)

Si

1,680,300

59.6

Rusia

Eurasia

Cristianos (57.4)

Si

374,937

145.0

China

Asia

Confucionistas ( – )

Si

1,417,301

1,300.0

Alemania

2: Bloque G-4

Europa Occ.

Cristianos (75.8)

No

2,084,631

82.5

Japón

Asia Oriental

Shinto (93.1)

No

4,389,791

127.7

Brasil

América Latina

Cristianos (74.3)

No

478,922

180.5

India

Asia Central

Hindú (73.7)

Si

567.604

1,081.2

Brasil

3: Candidatos por criterio regional

América Latina

Cristianos (74.3)

No

478,922

180.5

México

América Latina

Cristianos (93.8)

No

637,159

105.0

India

Asia Central

Hindú (73.7)

Si

567,604

1,081.2

Pakistán

Asia Central

Musulmanes (96.1)

Si

69,236

151.6

Sudáfrica

África

Cristianos (83.1)

No

125,971

46.5

Nigeria

África

Crist.(46)-Musul.(44)

No

42,984

128.2

Canadá

4: Opositores a membresía permanente ampliada.

Norteamérica

Cristianos (77.1)

No

756,770

31.8

Argentina

América Latina

Cristianos (85.2)

No

140,113

39.1

Argelia

África

Musulmanes (99.7)

No

60,221

32.3

Pakistán

Asia Central

Musulmanes (96.1)

Si

69,236

151.6

Italia

Europa Occidental

Cristianos (80)

No

1,242,978

57.3

España

Europa Occidental

Cristianos (92)

No

698,208

43.7

Sud Corea

Asia Oriental

Religiosos mixtos (50)

Si

576,426

48.2

Colombia

América Latina

Cristianos (92)

No

80,488

42.3

Turquía

Eurasia

Musulmanes (97.2)

No

197,220

71.6

México

América Latina

Cristianos (93.8)

No

637,159

105.0

Irán

5: Otras opciones asiáticas

Medio Oriente

Musulmanes (95.6)

Incierto

132,896

67.5

Indonesia

Sureste asiático

Musulmanes (76.5)

No

172,733

222.6

* GNP en Miles de millones de dólares. ** Millones.

2.1 El G-4: Análisis por categorías

2.1.1 Alemania

La llegada de Alemania al CS tendría dos mensajes positivos y varios negativos. Alemania fue el gran perdedor durante la Segunda Guerra Mundial (SGM), su arribo comenzaría a desarticular el hecho de que los miembros permanentes del CS son las potencias ganadoras de esta conflagración. También comenzaría a desarticular el monopolio nuclear que existe en el seno del CS. Sin embargo, que Alemania se hiciera miembro permanente del CS también enviaría señales en el sentido de que son los países ricos, occidentales y cristianos los que se encuentran en el centro del poder mundial.

2.1.2 Japón

Los argumentos para defender el caso alemán se aplican al Japón también, pero además, el caso del país asiático tiene algunos puntos extras más: 1) es la única nación que ha sufrido las consecuencias de una guerra nuclear, y ahora se está integrando en calidad de igual a una instancia integrada fundamentalmente por potencias nucleares, 2) es la única nación que tiene prohibido ir a la guerra según su propia constitución (Art. 3), misma que estaría consiguiendo en el CS el nivel de igualdad con las principales potencias militar del orbe. 3) Junto con China, sería la segunda nación no cristiana y plenamente asiática en el seno del CS. Sin embargo, al igual que Alemania, enviaría el mensaje de que solamente los países ricos pueden acceder a esa instancia.

2.1.3 Brasil

La candidatura brasileña es fuerte por tratarse de un país con un gran potencial económico pero no necesariamente rico (su GNP es de apenas la décima parte del de Japón). Se trata de un país latinoamericano (no existe ni uno de esta región en el CS) y aunque tiene avances en materia atómica no es -ni tiene aspiraciones a ser- una potencia nuclear militar. En contra de la candidatura brasileña está el hecho de ser la nación con mayor número de católicos en todo el planeta, dato que enviaría señales nada convenientes al mundo islámico que no tiene un solo representante entre los miembros permanentes del CS.

2.1.4 India

La India como candidato a un asiento permanente en el CS tiene elementos de defensa en términos poblacionales (alrededor de la quinta parte de la población mundial), económicos (pertenece todavía a lo que se ha llamado el «mundo en desarrollo), es un país no-occidental en los términos tradicionales y tampoco es miembro de mundo cristiano. Sin embargo, desde 1998, Nueva Delhi se integró al club nuclear y tiene el antecedente de que en el área de disputa con Pakistán -Cachemira- se encuentra estacionada desde 1949 una de las misiones de Naciones Unidas más antiguas (UNMOGIP-Grupo Observador Militar de las Naciones Unidas en India y Pakistán) como heraldo del fracaso de las operaciones de mantenimiento de paz de la ONU. Estos hechos hablan en su contra.

2.2 Candidatos por criterio regional: Análisis comparativo

2.2.1 América Latina

Considerando las categorías de análisis definidas, entre Brasil y México como candidatos no hay mucha diferencia. Son países del sur, pero cristianos, occidentales pero no-nucleares. La divergencia más importante entre ambas naciones estriba en el hecho de que mientras Brasil favorece la modificación de la estructura permanente del CS, México favorece la modificación de la estructura rotatoria del mismo y rechaza la modificación de la estructura permanente. Siguiendo esta lógica, aunque ambas naciones podrían aspirar a conseguir un asiento permanente en el CS, uno la desea. De aquí se desprende que en América Latina solamente hay un candidato que quiere y puede ser viable bajo las condiciones actuales: Brasil.

2.2.2 Asia

Pese a que existe una disparidad muy acentuada en términos poblacionales y económicos entre los dos candidatos más fuertes (India siendo casi 8 veces más grande que Pakistán), en este caso, el cálculo en lo que se refiere al CS debe hacerse en otros términos. Como candidatos asiáticos, India y Pakistán pertenecen al sur no-cristiano, oriental pero son estados nucleares. Por esta última característica conforman un binomio indisoluble: lo que ocurra con uno tendrá que ocurrir con el otro. Si uno entra a formar parte del CS, el otro necesariamente tendría que ser integrado también. Dada la crisis entre ambas naciones y el peligro de que escale en una conflagración de gran magnitud -incluso nuclear- o los dos son considerados o los dos son desechados como candidatos. Como en el caso Brasil-México, India desea modificar la estructura permanente del CS mientras que Pakistán no lo desea y se conforma con alterar la estructura rotativa del mismo. Dada la naturaleza de su relación, la posición de uno cancela la posición del otro. La candidatura asiática pues, es un enigma.

2.2.3 África

A diferencia de los candidatos latinoamericanos y asiáticos, los candidatos que se esgrimen como más fuertes son muy dispares en prácticamente todos los sentidos y con grandes dificultades de homologación. Solamente tienen en común su carácter regional y su característica no-nuclear. Sudáfrica es considerado una potencia media relativamente estable, mientras que a Nigeria se le considera como una nación pobre siempre cerca del colapso. Sudáfrica puede presumir avances democráticos, algún crecimiento y desarrollo económico mientras que Nigeria se encuentra enfrascada en hechos de violencia, división social y pauperización. Sudáfrica ha expresado abiertamente su intención de formar parte permanente del CS, mientras que Nigeria no ha definido con fuerza y claridad una posición al respecto. Cruzando las variables GDP y población, el estado sudafricano es además 10 veces más solvente que el nigeriano, pero sin llegar a ser lo que podría denominarse un estado rico. Un prerrequisito para formar parte permanente del CS es la estabilidad de mediano-largo plazo, Nigeria no la tiene, el candidato pues solamente puede ser uno: Sudáfrica.

2.3 Geopolítica y geoeconomía de la reforma del Consejo de Seguridad

2.3.1 Geopolítica

En el seno del CS implícitamente existen dos ejes de confrontación: EE.UU-Gran Bretaña y Rusia-China. Los intereses estratégicos de ambos ejes definirán en gran medida el resultado de las negociaciones sobre a reestructuración del CS. En lo que se refiere al continente asiático, pese a que Japón es el candidato favorito de Estados Unidos, China tiene el poder y la voluntad de vetar la participación de la nación nipona y sin duda Rusia le hará segunda en este sentido, no solo por razones históricas sino también por motivos estratégicos. En todo el lejano oriente se tiene muy en cuenta que Japón es un enclave estadounidense en la región, con un margen mínimo de independencia en cuanto a operación política. Rusia y China a su vez podrían fortalecer las aspiraciones de India en tanto potencia militar, territorial, tecnológica y poblacional. El bloque Rusia-China-India encontraría una tremenda articulación si esta última se integrara como miembro permanente al CS. Esta es una de las razones por las que los Estados Unidos se opone al ingreso del gigante indú: la articulación Washington-Londres perdería capacidad de negociación política en los grandes temas de la agenda internacional frente a un bloque Moscú-Beijing-Nueva Delhi. Estados Unidos y Pakistán sin duda buscarán bloquear cualquier posibilidad de una integración permanente de India al CS. Si India es considerada, Pakistán lo deberá ser también. La participación de ambas potencias nucleares de nuevo ingreso (Nueva Delhi e Islamabad) podría ser una apuesta de muy alto riesgo para ambos polos y un pésimo mensaje al mundo entero: se anunciaría que, sin importar la condición económica o la situación geográfica, para alcanzar la palestra política mundial es necesario tener armamento nuclear. Es más probable que los miembros permanentes actuales del CS opten por desecharlas a ambas y mantener el equilibrio como está, o, en su caso, buscar alguna otra nación alternativa menos conflictiva. Al ser sumamente polémicas y problemáticas, por cancelación, las candidaturas de Alemania y Brasil como los miembros restantes del G-4 se ven favorecidas. En ambos casos puede existir un beneplácito por parte de los dos bloques geopolíticos al interior del CS, pero por diferentes motivos. Estados Unidos y Gran Bretaña están apostando a que la candidatura Alemana se diluirá por los conflictos intra-bloque que puede generar. Alemania tiene la fortaleza de ser el motor industrial de la Unión Europea. Esta fortaleza sin embargo puede ser una de las razones por las que Italia y España se han opuesto a la ampliación del CS: integrar a Alemania como miembro permanente del CS podría apuntalar más todavía su posición como centro del poder europeo. Roma y Berlín pueden estar temiendo un grave desequilibrio en las relaciones de poder intra-europeas. Una cosa es tener a Berlín como un líder económico regional y otra tenerlo como líder político global. Independientemente de la posición que adopte Londres, socavaría la aspiración alemana: Si apoya la candidatura, incrementará la oposición intra-europea; si la rechaza, debilitara la posición internacional extra-europea.

2.3.2 Geoeconomía

La candidatura japonesa es apoyada por los Washington políticamente, porque sabe económicamente no pierde el control sobre ésta: las tasas de crecimiento industrial japonés están de algún modo reguladas por los Estados Unidos al tener estos últimos un control muy amplio de las fuentes de suministro energético del Japón. El sureste asiático articulado económicamente e industrialmente en torno a Japón pues, es y será siempre competencia de los Estados Unidos pero no necesariamente una amenaza, de aquí el apoyo de Washington. El potencial militar, industrial, tecnológico y de mercado que representa el bloque informal Rusia-China-India es sin duda otra de las consideraciones (además de la nuclear) que provocan la oposición estadounidense al ingreso permanente de India al CS. Tres naciones con independencia, voluntad y capacidad política para articular estrategias económicas, comerciales y financieras que podrían poner de rodillas a la economía estadounidense son sin duda una amenaza que Washington quiere conjurar. Amén de las razones geopolíticas, desde una aproximación geoeconómica, la candidatura Alemana no representa amenazas al bloque Rusia-China-India (de aquí que no hay mucha resistencia de su parte), pero tampoco despierta simpatía en los Estados Unidos: El país teutón es el motor industrial de la Unión Europea que, como bloque competidor, es ya uno de los principales inversionistas en América Latina, región que históricamente -no hay que perderlo de vista- se consideró dentro del dominio estadounidense y uno de sus mercados más importantes. Brasil enfrenta la misma situación: el gigante sudamericano se encuentra rodeado de gobiernos de izquierda progresista (Argentina, Uruguay, Venezuela y potencialmente Perú, Bolivia y Colombia), además de contar con un presidente de la misma extracción. Apuntalar la proyección política de Brasil incrementaría el potencial negociador de un bloque sudamericano anti-estadounidense como lo han venido planteando Hugo Chávez (desde Caracas) y Fidel Castro (desde La Habana) articulado en torno al MERCOSUR, que echaría por tierra cualquier proyección que pudiera tener todavía el Plan Puebla-Panamá (de manufactura estadounidense como extensión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte -TLCAN-) y el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA, como consumación de la primacía económica y comercial de los Estados Unidos en su área de influencia tradicional).

3. Pendientes

3.1 Francia

De los cinco miembros permanentes con derecho de veto en el CS, Francia es el único que parece no insertarse en los marcos políticos-estratégicos de sus contrapartes. En su actuación en el CS reciente, París ha demostrado una independencia lo suficientemente consistente como para hacer difícil su encasillamiento en uno de los dos ejes políticos, Washington-Londres o Moscú-Beijing: Así como Francia apoyó la intervención militar organizada por los Estados Unidos en Haití en Junio del 2004, se negó rotundamente a respaldar la agresión anglosajona contra Irak de Marzo del 2003. París persigue sus propios objetivos. Frente a la cantidad y la magnitud de los intereses que se tejen entre los dos bloques al interior del CS respecto de las candidaturas de India y Japón, la perspectiva francesa parece no importar demasiado. Por razones totalmente opuestas, parece ocurrir lo mismo en lo que respecta a Brasil: Es una nación importante pero distante política, cultural y económicamente de París. Esto no ocurre con Berín. Alemania es el primer socio comercial de Francia y un aliado político al interior de la Unión Europea. Francia puede respaldar la candidatura Alemana ya que, aunque nominalmente Alemania rebasa a Francia en términos económicos, proporcionalmente hablando las diferencias económico-poblacionales no son grandes. El beneplácito francés a la candidatura Alemana (que de las que integran el G-4 es la que más interesante le resultaría) se sustenta en un hecho muy concreto: Al interior del CS y para todo fin político práctico París seguirá teniendo una ventaja sobre su contraparte alemana: la bomba nuclear. Desde la perspectiva regional, por las mismas razones que Francia se cuidaría de no meter las manos para defender las candidaturas de India y Japón, también se sustraería de vetar o promover a India y Pakistán: Son demasiado conflictivas en todo sentido. El consentimiento francés sin embargo se podría conseguir para los el candidato más fuerte de cada una de las dos regiones restantes: Brasil por América Latina y Sudáfrica por el continente africano al ser inofensivos económicamente, cristianos de religión, occidentales por cultura, no nucleares militarmente y ajenos a cualquier interés estratégico regional que París pudiera tener.

3.2 El candidato pendiente: Asiático y musulmán

Dejar pendiente la integración permanente de un miembro de alguna de las dos regiones no representadas -África y América Latina- sería tan grave como dejar de incluir a por lo menos un representante del mundo musulmán. Candidatos para lo primero se tienen ya, sin embargo, como se detalló líneas arriba, por razones de orden geoestratégico las candidaturas asiáticas tienen muchas dificultades para salir adelante. La cancelación de las candidaturas asiáticas anula también la posibilidad de cubrir el segundo pendiente: la inclusión de un miembro de la comunidad musulmana. Modificar la estructura permanente actual del CS sin minimizar la abrumadora presencia de países de corte occidental-cristiano implicaría un cambio más de forma que de fondo (sin menospreciar la importancia que tendría la integración de Sudáfrica y Brasil si se diera el caso). Se necesitan opciones. Dos propuestas podrían ser colocadas sobre la mesa: Irán e Indonesia. Ambas naciones tienen una población mayoritariamente musulmana. Ambos se encuentran en Asia (uno en el medio oriente y el otro en el sureste asiático) y ambos son países considerados en vías de desarrollo. Como candidatos, de los dos el que más problemas presenta es Irán: El desafío que representan los progresos que ha conseguido su programa nuclear, en su conjunta tales progresos constituyen una afrenta a organismos como la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) y a los múltiples tratados de no proliferación amparados por Naciones Unidas. Como candidatura asiática, estratégicamente Teherán no es menos conflictiva que Nueva Delhi e Islamabad ni más fuerte que Tokio. Si a lo anterior se agrega el fortalecimiento político del islam ortodoxo al interior, las sospechas sobre el apoyo que ofreció el régimen de Teherán a la resistencia iraquí y el asunto nuclear, no es raro que se haya despertado la antipatía de Washington, Bruselas e incluso Moscú. Por su parte, el caso de Indonesia se presenta como prometedor. Ha conseguido avances sustanciales en materia política y administrativa. No ha expresado ningún interés nuclear es el país con el mayor número de musulmanes en el mundo. Es una nación perteneciente al mundo en desarrollo y para fines políticos, tras el tsunami, el mensaje que se enviaría al mundo musulmán en particular, y a la comunidad internacional en general sería muy positivo. En el plano internacional la candidatura de Yakarta no presenta conflictos estratégicos de primera magnitud para ninguno de los jugadores mayores en el CS.

4. Conclusión

Desde la perspectiva histórica todos los candidatos del mundo en desarrollo junto con Alemania y Japón merecen un asiento permanente en el CS. Desde la perspectiva religiosa la razón estaría con Pakistán, Irán o Indonesia. Desde la perspectiva nuclear la reforma asistiría a todos menos a India y Pakistán. Desde la perspectiva regional cualquier candidato ajeno a Europa y Norteamérica debería concursar. Desde la perspectiva económica cualquier nación en vías de desarrollo podría aspirar a un asiento permanente en el CS. Sin embargo muy pocas son las naciones que cumplen con todos los requisitos, o, al menos, con la mayoría de ellos. Independientemente del número total al que sea expandida la membresía permanente en el CS, por parte del G-4 solamente Brasil tiene la voluntad y las oportunidades de obtener la candidatura latinoamericana por consenso. Por África, Sudáfrica es el único que tiene posibilidades de aspirar, ganar y ejercer una posición con seriedad en el CS. Indonesia como propuesta asiática y musulmana es también la mejor opción. Por razones políticas y estratégicas otros países pueden ser incluidos, pero los tres señalados no pueden quedarse al margen. Regionalmente los tres son representativos, ni uno de los tres tiene armamento nuclear y los tres son miembros del mundo en desarrollo. Aunque Sudáfrica y Brasil son católicos (siendo Brasil el país más católico del mundo) la inclusión de Indonesia funcionaría como candidatura antídoto al ser el país en el que vive la sexta parte del total de los 1,200 millones de musulmanes en el mundo. Estos países parecen ser los únicos que pueden proponer candidaturas creíbles sin enfrentar graves obstáculos políticos y estratégicos. Si Pretoria, Jakarta y Brasilia llegaran al CS, se estaría también enviando un mensaje correcto al mundo. Así pues, por todo lo anterior, su inclusión obligada en una propuesta global de reforma al CS abriría la posibilidad de conseguir los 182 votos necesarios en la Asamblea General para la modificación de la estructura permanente del CS. A India le viene el apoyo de sus costados por parte de sus iguales (Rusia y China), Japón la consigue de arriba (Estados Unidos). Sudáfrica, Brasil e Indonesia son los únicos que consiguen su apoyo de abajo, como representantes destacados cada uno de su grupo.

Bibliografía

· Berruga, Enrique, «La fractura» en Proceso. No. 1494, pp. 50-54.

· Galtung, Johan, Pax pacífica: Terrorism, the pacific hemisphere, globalisation and peace studies, Edit. Pluto Press, 2005. London.

Paz por medios pacíficos: Paz y conflicto, desarrollo y civilización, Edit. Gernika Gogoratuz, 2003, Gernika-Lumo.

· Rosas, María Cristina, Seguridad hemisférica e inseguridad global: Entre la cooperación interamericana y la guerra preventiva, Edit. UNAM, 2004. México.

· Enciclopaedia Britannica, Book of the Year 2005.

· United Nations Organization (www.un.org).

Fernando Montiel T. es mediador. Analista y consultor en relaciones internacionales y resolución de conflictos. Director de Transcend México. E-mail: [email protected], [email protected]