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Rusia asegura que el escudo antimisiles de EEUU en Europa apunta contra su país

Fuentes: Telesur

Estados Unidos dice que el escudo que quiere instalar en Europa antes del año 2013 busca contrarrestar una posible amenaza de Irán. Pero para Rusia, considerando que el país persa no está en condiciones de crear misiles capaces de alcanzar el territorio estadounidense por lo menos hasta el 2020, el proyecto antimisiles va dirigido en […]

Estados Unidos dice que el escudo que quiere instalar en Europa antes del año 2013 busca contrarrestar una posible amenaza de Irán. Pero para Rusia, considerando que el país persa no está en condiciones de crear misiles capaces de alcanzar el territorio estadounidense por lo menos hasta el 2020, el proyecto antimisiles va dirigido en su contra.

El jefe del Estado Mayor General del Ejército ruso, Yuri Baluievski, aseguró que el sistema de escudo antimisiles que Estados Unidos pretende instalar en Europa del este apunta contra Rusia y no contra Irán, tal como lo asegura Washington.

«Si EEUU planea construir un radar (en República Checa) para el año 2011 y desplegar antimisiles (en Polonia) para 2012 o 2013, estas instalaciones van a apuntar, sin lugar a dudas, contra Rusia», afirmó el general.

Baluievski explicó que «a corto plazo – por lo menos, hasta el año 2020, seguramente – Irán no representa una amenaza para EEUU, es decir, no está en condiciones de crear misiles balísticos intercontinentales capaces de alcanzar el territorio estadounidense».

Por ello, y ante las presiones de EEUU en instalar a más tardar para 2013 el escudo antimisiles en Europa, el jefe de las Fuerzas Armadas rusas asegura que el proyecto antimisiles no va dirigido hacia Irán, sino hacia su país.

Además destacó que quienes proponen al presidente estadounidense, George W. Bush, crear un sistema global de defensa antimisil, «actúan por el deseo de utilizar las armas propias de manera impune, sin exponerse a una respuesta».

«Y es obvio que la instalación de este sistema en Europa no apunta contra Irán», enfatizó.

El general Baluievski recordó cómo a finales de los años 90 y principios de esta década, la Casa Blanca reiteraba «que Corea del Norte suponía una amenaza en plano de misiles», pero «hoy en día, queda relegada a un segundo plano. ¿Por qué ha pasado eso? Porque a Corea del Norte la persuadieron y porque sus misiles, en principio, no amenazaban a EEUU», aseveró.

«Ahora vuelven a asustarnos con la amenaza procedente de Irán», fustigó.

Rusia y EEUU, históricos rivales desde la Guerra Fría, se encuentran enfrentados nuevamente por el polémico sistema que EEUU adelanta en Europa y que constaría de una base de radares en República Checa que detectaría proyectiles enemigos de manera oportuna, transmitiendo los datos a una base balística en la Polonia, desde donde sería disparado un misil para contrarrestar la amenaza.

Pero para Moscú, quien se opone rotundamente al proyecto estadounidense, el escudo que estaría en su frontera suroeste va dirigido en su contra, además de atentar contra la seguridad y la paz en el mundo, aumentar los riegos de «destrucción mutua» y abrir la posibilidad de «reactivar una carrera armamentista».

Putin había propuesto a su par estadounidense, George W. Bush, el pasado mes de junio durante la clausura de la cumbre de G8, que en vez del proyecto estadounidense de construir un escudo antimisiles ambos países compartan el radar de Gabala que Rusia alquila a Azerbaiyán, propuesta que no ha encontrado eco en la administración estadounidense y de la que Moscú no ha recibido respuesta.

Pero para el jefe del Estado Mayor General del Ejército Ruso, EEUU ya rechazó la iniciativa rusa «sin ningún razonamiento».

De no ser aceptada por EEUU, la propuesta rusa, que cubriría toda Europa en vez de parte de ella, dejaría sin justificación el argumento de Washington de que el proyecto antimiles busca proteger a Europa de hipotéticos ataques de Irán.

A causa del proyecto antimisiles estadounidense, Rusia suspendió su participación en el Tratado de las Fuerzas Armas Convencionales en Europa (FACE), que limita el despliegue de armamento militar en el continente y que fue suscrito en 1990 como uno de los más importantes acuerdos de desarme de la Guerra Fría.

Además, el presidente de Rusia, Vladimir Putín , amenazó con retirar a Rusia del Tratado sobre armas nucleares de corto y mediano alcance (FNI), si Estados Unidos impone la instalación de un escudo antimiles en Europa central.