A solo días de la cumbre de Trump y el zar Vlady Putin (http://bit.ly/2IWimMY), el canciller ruso Sergei Lavrov aseveró al Canal 4 de Gran Bretaña que nos encontramos en el orden mundial post-Occidental, cuando se asienta un nuevo orden multipolar. El fracturado «Occidente (whatever that means)» intenta infructuosamente frenar el nuevo orden multipolar: «después […]
A solo días de la cumbre de Trump y el zar Vlady Putin (http://bit.ly/2IWimMY), el canciller ruso Sergei Lavrov aseveró al Canal 4 de Gran Bretaña que nos encontramos en el orden mundial post-Occidental, cuando se asienta un nuevo orden multipolar.
El fracturado «Occidente (whatever that means)» intenta infructuosamente frenar el nuevo orden multipolar: «después de cinco siglos de dominio de Occidente en forma colectiva -nota: se ha de referir al advenimiento industrial británico y al concomitante colonialismo europeo, sumados de la hegemonía de EU después de la Segunda Guerra Mundial- no es muy sencillo ajustarse a las nuevas realidades de que existen otras potencias desde el punto de vista económico, financiero y político» (http://bit.ly/2KTyQu9).
Asombra que no haya realizado su taxonomía mediante el rubro militar, donde Rusia se ha posicionado con su nueva panoplia de armas supersónicas (http://sptnkne.ws/gTkc), no se diga la gran batalla en la próxima década en el segmento de la Inteligencia Artificial entre EU y China (http://sptnkne.ws/hRJu).
Los otros tres candidatos que enumera, después de EU y Rusia, son China, India y Brasil. Impacta que Lavrov cite a Brasil, que pertenece al grupo de los BRICS que la dupla anglosajona y el neo-monroismo de Trump intentan demoler por todos los medios, entre los cuales sobresalen la defenestración de la presidenta Dilma Rousseff y el encarcelamiento de su popular ex presidente Lula.
Lavrov considera que Rusia no configura el Nuevo Orden Mundial que es resultado de la historia y el desarrollo mismo. No define al desarrollo mismo en términos militares, quizá para no atemorizar a los televidentes británicos, sino en términos economicistas y financieristas, donde predominan -en el ranking del PIB medido por el Poder Adquisitivo de la CIA (http://bit.ly/2k13DX7)- China (primer lugar), EU (tercero), India (cuarto), Rusia (séptimo) y Brasil (noveno).
No cita a Japón (quinto) ni a Alemania (sexto) ni a la Unión Europea (segundo): «No se puede realmente esperar contener económica y financieramente a los nuevos (sic) poderosos países. No se puede realmente ignorar su papel en el comercio y la economía del mundo, pese a que se intente» frenar el proceso con sanciones y tarifas en violación a los principios de la OMC, lo cual «no depende de ninguna administración (sic) de cualquier país», en clara alusión a Trump.
El entrevistador británico le reclama no haber mencionado a la UE, a lo que replica Lavrov: «la UE es parte del Occidente colectivo (sic) con la suma de nuevos miembros de Europa oriental. La UE es ciertamente un pilar muy importante de cualquier orden mundial», pero «lucha ahora (sic) para no perderse en este nuevo orden mundial que está siendo configurado. No es fácil, ya que su dependencia eden EU es algo que un número de sus miembros desean mantener», mientras que existen otros miembros quienes creen que deben ser un poco más autosuficientes en asuntos militares, por lo que la iniciativa del presidente Macron y Alemania consideran algún tipo de defensa europea.
El contencioso y el devenir de la UE, complicados por la salida del nacionalismo económico británico vía el Brexit, son motivo de una doble ofensiva letal promovida por George Soros, connotado instrumento de la CIA (http://goo.gl/F6h7sC), quien propicia su balcanización y el colapso del euro.
Pareciera descabellado que el canciller Lavrov haya proferido en una televisora británica (¡mucho ojo!) la configuración del nuevo orden mundial cuando el planeta agudiza lo que he denominado la globalización del caos -donde resaltan los exiguos fractales de la tripolaridad de EU/Rusia/China (http://bit.ly/2u24RXg)- cuando a 10 días de la cumbre de Helsinki Trump inició su ominosa guerra comercial contra China (http://sptnkne.ws/hX8h).
En caso de que Trump jale también a la UE, la guerra comercial afectaría 80 por ciento de los intercambios, que en Pekín catalogan como la mayor guerra comercial de la historia económica (http://bit.ly/2zkb2en).
¿Podrán Trump y Putin lubricar en Helsinki el nuevo orden post-Occidental?
Alfredo Jalife-Rahme, analista internacional y profesor de la Universidad Autónoma de México