Numerosas organizaciones internacionales han apoyado e impulsado, desde su mismo origen, el proceso altermundialista encarnado en el Foro Social Mundial (FSM). Sin ahorrar críticas, muchas de ellas, sin embargo, no renuncian a ver en este espacio signos de esperanza en la búsqueda de una alternativa al sistema. «Si bien es cierto que hay riesgos de […]
Numerosas organizaciones internacionales han apoyado e impulsado, desde su mismo origen, el proceso altermundialista encarnado en el Foro Social Mundial (FSM). Sin ahorrar críticas, muchas de ellas, sin embargo, no renuncian a ver en este espacio signos de esperanza en la búsqueda de una alternativa al sistema. «Si bien es cierto que hay riesgos de agonía, existe también un potencial de resurrección y de avance», afirma Bernd Nilles, director desde abril 2017 de Acción Cuaresmal de los católicos de Suiza (AdC), una de las más importantes ONG helvéticas de cooperación. Anteriormente, durante nueve años, se había desempeñado como secretario general de la CIDSE, red internacional de agencias católicas de desarrollo, de la que también hace parte Acción Cuaresmal. Ambas, activamente implicadas en el proceso que nació en 2001 en Porto Alegre. Incluso la CIDSE cuenta con un representante en el Consejo Internacional, instancia de facilitación del Foro Social Mundial. Entrevista.
P: Acción Cuaresmal participa desde el origen en el FSM. ¿Cuáles han sido los principales aportes que han recibido de este proceso en movimiento?
Bernd Nilles: Fue siempre una suerte poder reunirse con personas que luchan a favor de otro mundo, solidario, que se perfile como alternativa al actual mundo puramente capitalista. Concretamente, la participación regular en los FSM, nos permitió fortalecer nuestra red temática a nivel global. También aportó a la búsqueda de sinergias con nuestras organizaciones contrapartes. Nos permitió, así mismo, descubrir ideas innovativas para la resolución de problemas concretos; conocer opiniones políticas diversas; darle seguimiento a los análisis políticos de otros actores sociales; planificar acciones en común a nivel global. El FSM nos dio también la posibilidad de hablar con los medios de comunicación -especialmente cuando se realizaba en forma paralela al Foro Económico de Davos- sobre temas sensibles, como las injusticias a nivel mundial. Y facilitó las relaciones entre la prensa y nuestras organizaciones amigas del Sur.
P: Algunos críticos afirman que el FSM está moribundo… Otros, entre los que se incluyen los organizadores de la próxima edición en Salvador de Bahía, continúan a subrayar la importancia de este espacio para el conjunto de la sociedad civil internacional. ¿Cuál es su visión sobre el estado de salud del FSM?
R: La agonía – y hay que reconocer que el FSM tiene algunos elementos agonizantes- puede ser considerada como una fase de vida Con la potencialidad de resucitar o bien puede convertirse en una fase casi de muerte. Es verdad que el FSM se confronta con una situación compleja: logra en el 2018 captar la atención del mundo mediático y de una nueva generación o deberá admitir que la relación entre inversión (recursos humanos y financieros) y el impacto del encuentro -en términos de acciones concretas que surjan del mismo-, no justifica más mantenerlo. Según mi visión, sería deseable que el FSM pueda continuar a ser un lugar de encuentro de actores de la sociedad civil facilitando la búsqueda de sinergias para las luchas políticas a favor de la justicia global. Una pista futura podría ser las de los foros temáticos. Estos permiten, sin duda, análisis más específicos y claros, planificar acciones a las que se pueda asegurar un seguimiento y lograr un efecto más visible. La desventaja sería la de sacrificar, en cierta forma, el aspecto interdisciplinario, el pensamiento holístico y tal vez también la crítica global al sistema. Estoy convencido que deben continuar a existir espacios donde podamos afirmar que «otro mundo es posible» y reivindicar la fuerza central del FSM. Es evidente que podemos discutir sobre los métodos de este proceso. Tal vez sería importante encontrar medios para que los debates y los resultados del FSM sean más visibles. Eso facilitaría el seguimiento y la configuración regional y descentralizada del Foro, aprovechando de su esencia aun sin la necesidad de participar a un evento específico cada dos años.
P: Acción Cuaresmal participa al FSM 2018 con un grupo de cinco personas. ¿Cuáles son vuestras expectativas en cuanto a lo que puede aportarles la cita de Salvador de Bahía entre el 13 y el 17 de marzo?
R: Nuestra estrategia como ONG nos exige «orientar nuestras actividades de forma sistemática hacia la transformación». Buscamos entonces, en Salvador de Bahía, aliados dispuestos a caminar juntos para transformar nuestras realidades en la perspectiva de una sociedad más justa. Y que estén -como lo estamos nosotros- convencidos que un cambio a nivel individual y de sociedad es necesario para garantizar «el buen vivir» a todas y todos, incluyendo a las generaciones futuras.
En nuestro caso, una apuesta particular será planificar con nuestras contrapartes nuestro futuro programa «Alternativas económicas», que constituye un tema crucial. Siempre el Foro ha sido un lugar de nacimiento y de innovación de la acción y del trabajo en red. Estanos organizando con expertos y contrapartes de todo el mundo un debate en varios espacios del FSM de Salvador sobre el tema «Nuevos paradigmas para otro mundo posible», con el fin de promover la reflexión y el compromiso para un cambio del sistema.
P : Una delegación de más de 25 personas y personalidades suizas, organizada por E-CHANGER, viaja a Salvador para estar en el FSM 2018. ¿Qué piensa de esta iniciativa de movilizar representantes de la sociedad civil suiza para que participen en conjunto?
R: Ya en otras ocasiones estuvimos muy interesados en participar de una delegación de este tipo que reúne a representantes del mundo político, de los medios de comunicación, de la sociedad civil en general.
Siempre fue, y espero que en esta oportunidad se repita, una oportunidad única de crear relaciones, no solo a nivel global en el seno del FSM sino también con otros actores suizos. Estar juntos durante varios días, aprovechar de un análisis común sobre los desafíos mundiales y buscar actividades complementarias de cara al futuro, es una oportunidad única que nos ofrece este viaje en común. Cuando regresemos a Suiza podremos transmitir al conjunto nuestra experiencia y hacer propuestas para reflexionar más allá de la Agenda 2030, que por el momento aparece como el tema clave de debate.
R: Quisiera compartir todavía una reflexión final…
R: Han existido siempre al interior del FSM dos tendencias: la que preconiza o aspira a que el FSM hable con una sola voz y tome posiciones políticas, en tanto FSM, a nivel público. Y la otra, que insiste en reconocer y respetar la diversidad en el seno de la sociedad civil y que , por lo tanto, invita a la sinergia y a avanzar juntos los que así lo deseen. Acción Cuaresmal y la plataforma europea CIDSE, desde siempre, adhirieron a esta segunda visión, ya que nos parece más realista. Esperamos entonces que la edición de Salvador de Bahía logrará reunir a personas comprometidas que quieran asociarse para distintos tipos de luchas en vista de otro mundo posible que será más justo.
Sergio Ferrari. Colaboración de prensa de E-CHANGER, con el apoyo de la FEDEVACO.
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