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Centenario de la OIT

¿Solo con buena voluntad evangélica?

Fuentes: Rebelión

El año 2019 se conmemora el centenario de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en un contexto internacional en el que en el mundo del trabajo de hoy, se constata y sienten en carne propia los trabajadores las consecuencias nefastas de la flexibilidad o reformas laborales draconianas; han sido anulados derechos conquistados, imposición de la […]

El año 2019 se conmemora el centenario de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en un contexto internacional en el que en el mundo del trabajo de hoy, se constata y sienten en carne propia los trabajadores las consecuencias nefastas de la flexibilidad o reformas laborales draconianas; han sido anulados derechos conquistados, imposición de la tercerización, alta precariedad, contratos basura, facilidades para despidos masivos, rebaja de salarios y pensiones, crecimiento incesante del desempleo. Y los principales convenios y recomendaciones son violados flagrantemente, esa es la cruda realidad. Por tanto, el centenario debería ser motivo de evaluaciones de carácter crítico y autocritico sobre el rol de la OIT en los cien años. 

Si actualmente se les preguntara a los millones de trabajadores sus opiniones sobre los beneficios de la OIT la respuesta casi unánime es que no les sirve de nada y ni conocen de su existencia salvo los dirigentes sindicales que participan en las conferencias. En ese contexto se celebra el centenario de la OIT.

En efecto, las primeras décadas de la creación de la OIT constituyó una etapa importante para la clase trabajadora, principalmente en la década del 50 en el que se lograron importantes conquistas y derechos laborales en los países desarrollados; sirvió de referente para los trabajadores del Tercer Mundo, motivando mayor impulso de las luchas sindicales; hasta ahí la OIT era considerada como la institución de garantía y respeto de los derechos laborales citados en los convenios y recomendaciones.

Sin embargo, a mediados de la década del 70 empezaron a producirse crisis simultaneas del sistema, en lo económico, político, energético, medio ambiental etc,; para revertir surgen sus ideólogos neoliberales encabezados por Milton Friedman (premio nobel 1976), considerado uno de los fundadores de la Escuela de Chicago, quien plantea dejar caer el Estado de Bienestar, disminuir los gastos sociales, reducir el rol del Estado, dejar todo en manos de la iniciativa privada, o sea, el libre mercado.

Y en la década del 80, al profundizarse la crisis del sistema capitalista, los gobiernos de Margaret Thachert (Gran Bretaña) y Ronald Reagan (Estados Unidos) impusieron reformas laborales radicales que afectaron seriamente los derechos fundamentales de los trabajadores y con repercusión planetaria, etapa denominada Nuevo Orden Mundial, es decir, de dominación global o gobierno global por una élite de poderes económicos.

Y, a raíz del colapso del campo socialista en la década del 90, se intensificó la dictadura del modelo neoliberal a nivel global, se confiscaron los derechos y conquistas laborales. El derecho a la libre sindicalización, el derecho a huelga, derecho a la negociación colectiva, derecho a salario y empleo digno etc., solo han quedado escritas en papel.

¿Qué es la OIT?

La OIT es una de las organizaciones especializadas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de carácter tripartito, participan los representantes de los gobiernos, empresarios y de los trabajadores. Actualmente se encuentra en la ciudad de Ginebra-Suiza, uno de los países más caros del mundo.

La sede de la OIT es un edificio horrible, desde afuera parece un bloque gigante de nichos de un cementerio, pero rodeado de bellos jardines muy bien cuidados. En el interior están los estamentos burocráticos, eso sí, con sueldos muy decentes comenzando por el Director General.

Concerniente a la administración de la OIT, el actual Director General es el señor Guy Ryder, desde el 2012, antes fue alto funcionario de la OIT, ocupó varios cargos, entre otros, jefe de la Oficina de Actividades para los Trabajadores (ACTRAV), luego como asistente principal del anterior Director General, Juan Somavia, después como Director de la Oficina del Director General y en los siguientes años apareció como Secretario General de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) y al poco tiempo Secretario General de la Confederación Sindical Internacional (CSI) producto de la fusión con la Confederación Mundial del Trabajo -CMT-. Por tanto, en la actualidad hay dos internacionales sindicales, la otra es la Federación Sindical Mundial FSM.

Sin embargo un sector de sindicalistas, principalmente los de la CSI, estaban muy ilusionados con el nuevo Director General que por haber sido ex Secretario General de la CSI, iba cambiar de rumbo la OIT a favor de los trabajadores, pero esas ilusiones deben habérseles esfumado, porque últimamente dicho organismo ha ido perdiendo influencia debido a que sus normas y convenios los empresarios y los Estados miembros representados por gobiernos neoliberales no dan cumplimiento, por el contrario se burlan.

En Ginebra están también los otros centros mundiales de poder como la Organización Mundial de Salud (OMS), Organización Mundial de Comercio (OMC), Foro Económico Mundial quien también organiza todos los años el Foro de Davos en donde se reúnen los magnates multimillonarios del planeta y gobiernos de las potencias imperialistas, asimismo está la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Organización Internacional para las Migraciones, Organización mundial de la propiedad Intelectual, Comité internacional de la Cruz Roja, Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, Alto Comisariado de la Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Unión Internacional de Telecomunicaciones, la segunda sede de la ONU etc. Más de 21 sedes de centros de poder mundial están en Ginebra.

Los bancos suizos, caja fuerte de los más ricos y de los corruptos del mundo

Suiza tiene condición de Estado neutral, está llena de bancos, en los sótanos están atiborrados no solamente billetes sino oro y piedras preciosas, obras de arte de gran valor etc. ahí depositan sus dineros los más ricos del mundo, en su mayoría para evadir el pago de impuestos en sus respectivos países, los gobernantes corruptos, y dictadores de toda laya de los países del Tercer Mundo robados a sus pueblos, y todo aquellos que han obtenido dineros mal habidos, igualmente los nazis depositaron producto de los saqueos de guerra, que, amparados en las cuentas secretas aseguraron el botín; a este país neutral no le interesa como fueron obtenidos esos dineros simplemente les dice ¡vénga nos en tu reino!. Para tener una idea clara, basta leer el libro escrito por el suizo Jean Ziegler, ex diputado y ex funcionario de la ONU: («Una Suiza por encima de toda sospecha»:1977)

Conferencia Internacional del Trabajo (CIT)

La OIT convoca todos los años la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT), participan los representantes de los Estados miembros, empresarios y de los trabajadores de cada país, así como representantes de internacionales sindicales y buena cantidad de organizaciones sociales, en su mayoría ONGs, evento que dura generalmente dos semanas, consta de plenaria general y las comisiones según la agenda propuesta por el Consejo de Administración.

Los delegados de los trabajadores que participan por primera vez van con la ilusión de lograr que sus denuncias y propuestas sean acogidas y se plasmen en soluciones, pero la situación será otra, pues sus discursos de cinco minutos en la plenaria, y las intervenciones en las comisiones sólo quedarán en las actas, luego se darán cuenta con la cruda realidad de que todo estaba preparado de antemano y acordado en voluminosos documentos y que nada cambiará la orientación determinada por la estructura de la OIT.

Igual ocurre con las delegaciones de los gobiernos encabezados por los ministros de Trabajo quienes en sus discursos de cinco minutos pintan maravillas de su gestión y no dirán que, declaran ilegales todas las huelgas, que avalan los despidos masivos, desconocen la negociación colectiva, tampoco dirán sobre la violación de todos los convenios, la imposición de leyes antisindicales como la tercerización etc.

La representación de los empresarios, representados generalmente por sus funcionarios o abogados que al escucharlos parece estar dispuestos a inmolarse por el patrón, repiten con otras palabras el mismo discurso de los gobiernos neoliberales. Para ellos quisieran que la OIT sólo siga tal como está.

En la Conferencia en sí es de costumbre todos los años que los informes del Consejo de Administración y del Director General culminen con los acuerdos, modificaciones o nuevos convenios adoptados previamente por el Consejo de Administración, el trabajo de las comisiones generalmente rutinarias, para finalmente dar a conocer a la plenaria, siendo los problemas de siempre: desigualdad, desempleo, pobreza, informalidad, justicia social, negociación colectiva, trabajo decente, pisos de protección social, derechos fundamentales, situación de la mujer, juventud, el futuro del trabajo etc.

Si hay necesidad de votación en la plenaria, los gobiernos y los empresarios votan por su aprobación, sabiendo que no están obligados a cumplirlos y no les pasará nada. Pero, si los empresarios quisieran boicotear, nada ni nadie se lo impide.

Así ocurrió en la 101 CIT. En la Comisión de Aplicación de Normas los representantes de los empresarios se retiraron, solo porque el Comité de Expertos de la OIT, en su informe, había interpretado que el Convenio 87 incluía el derecho a huelga; por tanto, no hubo comisión y los gobiernos se quedaron callados, las protestas del grupo de trabajadores quedaron solo en protesta. Lo cierto es que los empresarios no reconocen el derecho a huelga y por eso los gobiernos serviles las declara ilegales.

Ex presidente de Francia Nicolás Sarkozy, reconoce la ineficacia de la OIT

Para corroborar lo que estoy escribiendo, transcribo las categóricas afirmaciones que hizo el ex Presidente conservador y representante de la derecha francesa, Don Nicolás Sarkozy, en la Cumbre de la OIT sobre la Crisis Mundial del Empleo realizada en 2009 en el marco de la 98 CIT. Al referirse al papel de la OIT Sarkosy dijo: «la salud, educación, la cultura, biodiversidad y el trabajo no son mercancías». En otra parte de su discurso, al referirse que las normas internacionales incumplidas, dijo: «Quisiera proponer otra revolución en la gobernanza mundial para que las normas que están inscritas en los acuerdos internacionales sean efectivamente aplicadas». y luego remató «¿de que sirve votar normas si después nadie cumple?… ¿de que le serviría a la OIT seguir adoptando normas si éstas no tienen ningún carácter obligatorio? Una norma que no es obligatoria no es norma, es una recomendación, un consejo, una hoja que se lleva el viento, eso no cuenta, no sirve»…… (actas de la cumbre mencionada en el marco de la 98 CIT)

Hay que valorar la sinceridad del ex Presidente Sarkozy al reconocer la ineficacia de la OIT, esto nos ahorra mayores comentarios, pues los convenios y recomendaciones ni los gobiernos ni los empresarios las cumplen, por el contrario las violan.

El Comité de Libertad Sindical (CLS)

El CLS fue creado en 1951 por la OIT su objetivo fue examinar las quejas sobre violaciones de la libertad sindical principalmente la aplicación de los convenios 87 y 98 sobre libertad sindical, negociación colectiva y demás convenios y recomendaciones, es nombrado por el Consejo de Administración. En la actualidad el CLS se reúne tres veces al año, funciona con un «Presidente independiente», tres representantes de los Estados miembros, tres de los empresarios y tres por los trabajadores pero pertenecientes solo a la CSI. La Federación Sindical Mundial FSM no tiene representación, está excluida en este Comité.

El Comité de Libertad Sindical -CLS- al principio generaba esperanzas entre los trabajadores como garantía de protección a los trabajadores: Los sindicatos de todos continentes envían sus quejas y hasta hoy lo siguen haciendo, pero los resultados son realmente desalentadores y frustrantes, el CLS ha ido perdiendo eficacia, debido al largo camino burocrático que puede durar, un año o dos y más, por maniobras de los gobiernos denunciados y porque así lo permite la estructura de la OIT, en muchos casos sindicatos denunciantes lo dejan por cansancio, por eso a los gobiernos no les hace mella las quejas.

Pero por cuestiones de intereses políticos ponen el banquillo de los acusados en la Comisión de Aplicación de Normas a gobiernos progresistas, antes lo hacían contra Cuba mediante quejas de la CIOSL y en los últimos años lo hacen contra Venezuela: uno de los querellantes son los empresarios de ese país, mientras que el gobierno de Estados Unidos, cruel violador de los derechos humanos, pasa desapercibido. 

Diálogo social o lucha de clases

A raíz de la globalización neoliberal que arrasó con los derechos fundamentales de los trabajadores y profundizó la brecha de la desigualdad social en el mundo, como respuesta, la OIT y las Organizaciones No Gubernamentales -ONG- hicieron un llamado al diálogo social como estrategia, y muchas cúpulas sindicales se lo creyeron y orientaron a sus sindicatos en tal sentido.

En Latinoamérica y en otros continentes el llamado diálogo social se desinfló rápidamente porque la mayoría de sindicatos constataron que los poderes económicos y los gobiernos serviles impusieron las políticas neoliberales sin dialogar previamente con los trabajadores, en la actualidad siguen decretando más reformas laborales.

La crisis reactivada en el mismo corazón del imperialismo en el 2008 no solamente repercutió en los países del Tercer Mundo, impactó con fuerza en los países desarrollados: Estados Unidos y la Unión Europea: los dirigentes burócratas sindicales afiliadas a la CSI se enfrascaron tanto en el dialogo social hasta que la crisis los sorprendió «dialogando» y se les vino encima todo, los gobiernos sean socialdemócratas o conservadores, impusieron las reformas laborales draconianas. Tal como ha sucedido en España, Portugal, Grecia, Italia y otros, últimamente en Francia el gobierno decretó otra reforma con mayores impuestos para golpear a los trabajadores y la población, que fue respondida con grandes acciones expresada en la movilización de los denominados «chalecos amarillos». Cabe preguntarse: ¿en eso consiste el dialogo social?

Es importante recordar que la historia de las luchas de la clase obrera en el mundo para lograr las conquistas y derechos fundamentales, es la historia de trabajadores y sus sindicatos satanizados, reprimidos, masacrados, perseguidos, encarcelados, torturados, secuestrados, desaparecidos y asesinados, su historia está escrita con la sangre de la clase obrera; por tanto no fueron con el dialogo social: pues hoy en día la Lucha de Clases está más vigente que nunca.

Hegemonía de la CSI en el Consejo de Administración

Cada tres años se renueva el Consejo de Administración -CA- de la OIT, que es el órgano que elige al Director General. Decide la política de la OIT, maneja o aprueba los presupuestos, determina el orden del día o agenda de las conferencias anuales de la OIT. El Consejo de administración está compuesto por 56 miembros titulares y 66 adjuntos distribuidos entre gobiernos, empresarios y trabajadores, de tal suerte que para el grupo de los trabajadores corresponde 14 titulares y 19 adjuntos.

La elección para el CA se hace por voto secreto, tanto para gobiernos como los empresarios. Sin embargo en el grupo de trabajadores es donde hay un problema, pues solamente los candidatos propuestos por la CSI pueden representar al grupo de los trabajadores en el CA: excluyen a la FSM debido a que la actual estructura de la OIT no permite la representación proporcional.

Por tanto debe modificarse la estructura y reglas en la OIT para que haya la representación proporcional en el grupo de trabajadores, similar al parlamento europeo y en los parlamentos de otros países, en donde todas las tendencias están representadas en función de la votación que obtenga cada lista de candidatos. De tal suerte que la FSM también tenga la oportunidad de presentar su lista de candidatos y tenga representación ante el CA en función de los votos que obtenga: la FSM tiene derecho estar en el CA porque tiene historia, principios, programa.

Asimismo, es inadmisible que en el Comité de Libertad Sindical los tres miembros por el grupo de trabajadores solo sean de la CSI con lo cual es marginada la FSM, demostración de que no hay democracia y ni equidad en dicho organismo.

Por otra parte, la mayoría de los altos funcionarios y personal administrativo en puestos claves en la OIT son de la CSI; tal es así que la mayor parte de los presupuestos para seminarios de formación y eventos en las regiones a cargo de la Oficina de Actividades para los Trabajadores (ACTRAV) cuyo jefe es siempre de la CSI, así como los cursos en el Centro Internacional de Formación en Turín-Italia, tienen preferencia los afiliados a la CSI; por tanto no es secreto para nadie que la CSI comparte con los empleadores y gobiernos neoliberales el control de la administración de la OIT.

Conclusión

-La estructura actual de la OIT está a gusto y medida de los empresarios y los gobiernos neoliberales, el tripartismo solo favorece a ellos. Los trabajadores de bases no se están beneficiando, salvo algunas cúpulas de la burocracia sindical.

-Es necesaria la reestructuración con reglas claras para que los convenios y recomendaciones sean cumplidas en caso de incumplimiento los gobiernos infractores no tengan derecho a voto en las decisiones en los órganos de la OIT y paguen reparación económica a los trabajadores afectados;

-Debe acabar la hegemonía de la CSI. Para la elección del Consejo de Administración en el grupo de trabajadores, se establezca mecanismos para la representación proporcional, de esa forma la Federación Sindical Mundial estará representado en el Consejo de Administración con lo cual se haría realidad la inclusión y respeto a la diversidad de lo que tanto se pregona, no más a la intolerancia, discriminación a los que piensan y opinan diferente.

-Si no hay democratización ni cambios en su estructura y sanciones efectivas a los gobiernos que violan los convenios y recomendaciones, la OIT está condenada a terminar siendo solo una estructura burocrática con buenas intenciones evangélicas y nada más.

Valentín Pacho, Ex Secretario General de la Confederación General de Trabajadores CGTP y ex senador de la República del Perú y actual Vice-Presidente de la Federación Sindical Mundial FSM.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.