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Sri Lanka, un mosaico étnico y religioso

Fuentes: Agencias

Sri Lanka, víctima de una serie de atentados que este domingo dejó más de 200 muertos, es una isla del océano Índico que alberga un mosaico étnico y religioso y sufre más de 30 años de conflicto de los separatistas tamiles. Ubicada frente a la punta sur del subcontinente indio, la isla de 65.000 km2 […]

Sri Lanka, víctima de una serie de atentados que este domingo dejó más de 200 muertos, es una isla del océano Índico que alberga un mosaico étnico y religioso y sufre más de 30 años de conflicto de los separatistas tamiles.

Ubicada frente a la punta sur del subcontinente indio, la isla de 65.000 km2 tiene 21,4 millones de habitantes, dos terceras partes de los cuales son cingaleses. Los tamiles, segunda etnia del país, representan algo más del 15% de la población, y están concentrados en el norte y noreste del país.

La gran mayoría de los habitantes de Sri Lanka son budistas (70%, esencialmente cingaleses), mientras que los hindúes, principalmente tamiles, representan el 12%, los musulmanes el 10% y los cristianos en torno al 7%.

Sri Lanka, antes llamado Ceilán, se convirtió en colonia británica en 1815 tras haber estado bajo control portugués (1505-1656) y holandés (1656-1796). El último rey cingalés reinó de 1798 a 1815. La isla obtuvo la independencia del Reino Unido en 1948.

Los rebeldes tamiles lanzaron una campaña por la independencia en 1972. La rebelión tamil fue aplastada en mayo de 2009 por el ejército, bajo un gobierno de mayoría cingalesa, al final de una guerra que causó hasta 100.000 muertos.

En enero pasado, el presidente de Sri Lanka Maithripala Sirisena ascendió a número dos del ejército a un general acusado por la ONU de crímenes de guerra contra los separatistas tamiles, suscitando la indignación de las organizaciones de defensa de los derechos humanos.

Desde el fin del conflicto, el turismo internacional se ha desarrollado con fuerza, con más de dos millones de visitantes desde 2016 (448.000 en 2009).

Sri Lanka conoce sin embargo un incremento del extremismo budista, atizado por monjes radicales.

En marzo de 2018, se decretó por primera vez desde 2011 el estado de emergencia durante 10 días tras unos disturbios contra la minoría musulmana que dejaron tres muertos.