Heinz Dieterich, uno de los más importantes estudiosos de la vida y la política latinoamericanas, conversa con Juventud Rebelde sobre los textos que ahora pone a disposición de los lectores cubanos y que fueron presentados en la 14 Feria Internacional del Libro
No debe sorprender que Heinz Dieterich use el plural y se incluya cuando hable de los latinoamericanos. Aunque es de origen alemán, se ha ganado ese derecho con años de una amplia y profunda labor investigativa acerca de esta parte del mundo, que está plasmada en múltiples artículos, ensayos y entrevistas recogidos a su vez en un buen número de libros.
Profesor universitario, periodista, ensayista, estudia los acontecimientos con ávida inmediatez, y siempre trae en el portafolios una hipótesis ante la cual es obligada la reflexión. Por eso, para los cubanos resulta siempre grato y atractivo tenerlo en nuestra Feria del Libro.
Pie forzado para el debate son, precisamente, los temas abordados en los títulos presentados en la cita cultural de La Habana: por una parte la Doctrina Monroe y las fuerzas armadas en América Latina, y por otra, la revolución bolivariana, a partir de entrevistas al presidente Hugo Chávez.
«Si tú quieres transformar la sociedad, necesitas una propuesta para la nueva economía, la nueva democracia, la nueva cultura y la defensa militar. Yo creo que debe abrirse esa puerta, y mi modesta contribución son las entrevistas y ensayos acerca de militares patriotas y democráticos de Ecuador, Argentina, y otras naciones, que pongo a disposición de mis lectores».
-En la última reunión de ministros de Defensa de las Américas se observaron posiciones menos homogéneas al lado de EE.UU. por parte de los militares latinoamericanos. Incluso, hubo posturas divergentes…
-Fue una derrota de Washington muy notable e importante para generar más conciencia y autoconfianza en las fuerzas armadas latinoamericanas, en cuyas filas existen hoy fuertes tendencias que quieren convertirlas en sujeto propio de la historia, para dejar de ser un apéndice que haga el trabajo sucio de Washington en la patria grande.
«La prensa de Ecuador -país donde se celebró la cita- lo expresó con precisión en sus titulares. La idea de Washington de imponer una fuerza multilateral de intervención en Colombia y, por otra parte, la declaración de ‘combate al terrorismo internacional’ de Bush como una tarea orgánica de las fuerzas armadas, fue rechazada rotundamente por la absoluta mayoría de los ejércitos latinoamericanos».
-¿Cómo valora este momento para la integración regional?
-A mí me parece que estamos viviendo la primera oportunidad efectiva de romper las cadenas de la Doctrina Monroe en 200 años de independencia formal. Ha habido muchos intentos de hacerlo por parte de pueblos y estados, como pretendieron Salvador Allende en Chile o los sandinistas en Nicaragua; pero todos fueron destruidos por Washington y sus aliados locales.
«Hoy, sin embargo, confluyen una combinación de factores en los que destaca la debilidad estructural, económica, política y militar del gobierno de Estados Unidos debido, en gran parte, a la guerra contra Iraq.
«Otro de esos factores ha sido la aparición de China como una potencia mundial en el patio trasero de los gringos, actuando con audacia en la región, mientras los europeos se comportan con absoluto servilismo hacia Washington.
«Y, además, está la irrupción de Hugo Chávez, quien se ha convertido en un líder latinoamericano y mundial. Esa combinación de factores nos da una oportunidad casi única de liberación de la tiránica Doctrina Monroe.
«A ello se suma la presencia de Néstor Kirchner en la presidencia de Argentina, Martín Torrijos en Panamá, Tabaré Vázquez en Uruguay y Lula en Brasil.
-¿Por qué cuando habla de los procesos integracionistas que existen hasta hoy en América Latina, enfatiza en el MERCOSUR?
-Si se analizan las diferentes agrupaciones integracionistas de América Latina, se verá que la única que tiene el poder demográfico, territorial, industrial, científico, para poder competir en la escena mundial, es el MERCOSUR.
«Ningún proceso de integración latinoamericano puede funcionar si no está Brasil; no te puedes enfrentar a la deuda externa si no están Brasil y Argentina…
«Creo que los mayores intereses de ir hacia una integración real están en el MERCOSUR; y Venezuela y Cuba, por supuesto.
«Brasil necesita protección frente al ALCA para proteger su agroindustria, que es el eje de acumulación, y por tanto son las fracciones más fuertes, y sus élites. Por eso los gobiernos están dispuestos a enfrentarse a los gringos.
«Venezuela conoce la importancia de una unión con Brasil y Argentina.
«Cuba y Venezuela están conscientes de la necesidad de continuar estrechando sus relaciones… Son alianzas naturales. Y en la Comunidad Andina de Naciones -el otro esquema integracionista subregional- no tenemos gobiernos que actúen con la lógica de enfrentar la Doctrina Monroe.
«Por eso pienso que el centro de gravedad va a estar en los países del MERCOSUR».
-Otro de sus libros aborda nuevamente la figura de Chávez y Venezuela. ¿Cómo describiría la situación actual del proceso bolivariano?
-Después del referendo y las elecciones regionales, el presidente Chávez está muy fortalecido nacional e internacionalmente. Y él parece tener la intención de aprovechar esa fuerza legítima para darle eficiencia al Estado.
«Chávez ha lanzado un programa de diez objetivos estratégicos, entre los cuales se encuentran la refundación de la institucionalidad del Estado, avanzar en la democracia participativa y el papel protagónico de la gente, entre otros puntos, y ha definido la nueva etapa como una Revolución que ha entrado en su fase antiimperialista; porque Washington no va a permitir proyectos como la materialización y concreción de la reforma agraria.
«Podemos decir que ahora la Revolución venezolana entra a una etapa de hacer eficiente al Estado, profundizar las relaciones sociales, consolidar la economía popular y establecer más y nuevas alianzas internacionales y, específicamente, en el ámbito latinoamericano».