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El programa nuclear iraní

¿Una oportunidad para el diálogo?

Fuentes: APM

De manera forzada, Estados Unidos, principal hostigador del desarrollo nuclear de Irán, dio indicios de iniciar conversaciones con Teherán ¿Cuánto tiempo durará esta política?En una sorpresivo giro, después de meses de emitir acusaciones y amenazas, Estados Unidos muestra signos de iniciar conversaciones con Irán en a su programa de desarrollo nuclear. Es así que Washington […]

De manera forzada, Estados Unidos, principal hostigador del desarrollo nuclear de Irán, dio indicios de iniciar conversaciones con Teherán ¿Cuánto tiempo durará esta política?
En una sorpresivo giro, después de meses de emitir acusaciones y amenazas, Estados Unidos muestra signos de iniciar conversaciones con Irán en a su programa de desarrollo nuclear.

Es así que Washington apoyará formalmente una nueva ronda de negociaciones con Teherán, tras conversaciones con sus principales aliados.

Durante una reunión de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) -Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Gran Bretaña- más Alemania e Italia, acordaron una prórroga hasta principios de octubre para que Irán suspenda su programa de enriquecimiento de uranio.

Estas negociaciones, las primeras directas entre Washington y Teherán en 27 años, serán conducidas por el jefe de la diplomacia de Europa, Javier Solana, y el jefe negociador nuclear de Irán, Ali Larijani.

Cabe destacar, que en lo concierne al escenario de la política internacional actual, el desarrollo nuclear de Irán es uno de los grandes focos, donde los principales actores del mundo, negocian, amenazan y disputan influencia y poder en cuanto a esta cuestión.

Hasta hace poco más de quince días, después de cumplirse el plazo que le dio el Consejo de Seguridad a Irán para que detenga su programa, todo parecía indicar que los planes de Estados Unidos de aplicar sanciones contra el país islámico iban a tomar vida.

Sin embargo, el terreno que se confeccionó después de ese 31 de agosto, no fue nada esperado para los halcones de Washington, que se encontraban ansiosos por condenar a Teherán.

Si bien el tablero en la cuestión nuclear iraní estaba trazado en dos posturas muy diferentes. Por un lado, Estados Unidos y Gran Bretaña, que exigían sanciones inmediatas contra Irán y hasta cuentan con planes militares en caso de eventualidades. Por el otro, están Rusia y China quienes no avalan ningún tipo de sanciones y optan por seguir el camino del dialogo y la negociación.

El factor disonante en este esquema era Francia, quien tímidamente de algún modo estaba más cercana a la postura estadounidense-británica, pero sin emitir su voz de manera notoria.

Pero después de la activa participación de la diplomacia francesa durante el conflicto del Líbano, se evidenció una vuelta de París a la arena política mundial.

Es así que Rusia, China y Francia fueron los países que frustraron la aplicación de las sanciones consideradas por una resolución unánime del Consejo de Seguridad.

Por su parte, Irán también dio signos de iniciar conversaciones cediendo un poco en lo que respecta a su desarrollo nuclear. El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, dijo ayer que su país está preparado para negociar la suspensión de sus actividades nucleares más delicadas si recibe garantías justas en las negociaciones con las grandes potencias.

Ahmadineyad declaró en una conferencia de prensa en el edificio de Naciones Unidas en Nueva York que las conversaciones con la Unión Europea (UE) sobre el programa nuclear iraní van por buen camino y que espera que nadie intente sabotearlas, en una aparente referencia a Estados Unidos.

A su vez, el mandatario persa insistió en que el programa nuclear de Irán es pacífico, que está completamente abierto a revisión y preguntó por qué Naciones Unidas apoyaba a otros estados en la región que se sabe que fabrican armas nucleares, refiriéndose aparentemente a Israel, Pakistán e India.

Este nuevo clima calmo, que tiende a bajar las tensiones que se dieron en torno al programa nuclear de Irán, es un signo positivo para detener los planes de los halcones de Washington, estampada por su avaricia y en su recalcitrante actitud por resolver su política exterior por la vía militar.

Y vale recordar, que no es que ahora los «neocons» instalados en la Casa Blanca acceden al dialogo por propia voluntad. Existen factores que por ahora los llevaron a tomar esta decisión, ya que el panorama les fue adverso incluso dentro del Partido Republicano y de la política domestica, al que se suma el acuerdo de Rusia, Francia y China es pos de las negociaciones.

Un ex presidente demócrata como Bill Clinton, dijo ayer dijo que su país debería conversar con Irán sobre sus ambiciones nucleares sin imponerle tantas condiciones.

«Estados Unidos no debería tener temor de dialogar con nadie. No debería ser reacio ni poner demasiadas condiciones», manifestó Clinton al canal NBC al aludir a la falta de diálogo con el régimen de Teherán.

Por su parte, el presidente de Francia, Jacques Chirac, subrayó ayer que en el proceso negociador con Irán debe prevalecer el diálogo, antes de que se sancione a ese país por no suspender sus actividades nucleares.

A estas declaraciones, se suman similares posturas de diplomáticos rusos, chinos, de la ONU y de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).

En este escenario, es necesario recordar que las acusaciones infundadas hechas por Washington hacia Teherán, son que el país persa pretende desarrollar armamento nuclear. Algo que la AIEA no ha comprobado y que Estados Unidos no tiene pruebas para sostener esa acusación. Pero pese a esa situación la diplomacia estadounidense ha logrado sentar en el banquillo de los acusados a Irán.

En cuanto a las baldías imputaciones de los halcones de Washington, el mandatario iraní, se ocupo de aclarar nuevamente que su país «no necesita una bomba nuclear« y «no busca adquirirla«.

«El punto definitivo en esta cuestión es que no necesitamos una bomba, como otros piensan«, dijo Ahmadinejad, quien participa en los debates de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

Sin embargo, no hay que bajar la guardia y pensar que Washington renuncie a condenar a Irán en un futuro. Es cierto que es llamativo que la diplomacia del país norteamericano haya accedido al dialogo con Irán.

Pero, se puede observar que el actual contexto no es favorable para los «neocons» en pos de lograr el objetivo iraní. El control geopolítico de sus recursos estratégicos, petróleo y gas.

El fantasma de la guerra aun esta sobrevolando, y quizá esto lo sepan tanto Washington como Teherán.

Es así que el supremo líder de Irán, el Ayatola Alí Jamenei, dijo que su país debe estar listo para confrontar a todos los agresores extranjeros.

Dirigiéndose a miembros de las fuerzas armadas, dijo que un poder militar fuerte es importante para disuadir a quienes llamó los «enemigos» de su país.

Desde el otro lado, en su discurso del martes ante la Asamblea General de la ONU, el presidente Bush dijo que los gobernantes de Irán están usando los recursos de su nación para financiar terroristas, alentar el extremismo y perseguir la obtención de armas nucleares.

Washington juega con dos caras, mientras por un lado evidencia intenciones de diálogo, acorralado por la adversidad política., por el otro continúa preparando el terreno para efectuar un golpe belicoso.

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