Valencia.- Con una delegación de cerca de 100 personas de todos los continentes participa el movimiento campesino internacional Vía Campesina en el Foro Mundial de Reforma Agraria, que se inauguró el 5 de diciembre en Valencia, España, y se extenderá hasta el 8 de este mes. Vía Campesina aspira a dar un mensaje firme tanto […]
Valencia.- Con una delegación de cerca de 100 personas de todos los continentes participa el movimiento campesino internacional Vía Campesina en el Foro Mundial de Reforma Agraria, que se inauguró el 5 de diciembre en Valencia, España, y se extenderá hasta el 8 de este mes. Vía Campesina aspira a dar un mensaje firme tanto a los participantes en el Foro como a la opinión internacional: la reforma agraria por la vía del mercado no es ninguna solución: es necesario poner en marcha procesos de reforma agraria que permitan el acceso de los campesinos y campesinas a la tierra, el agua y las semillas.
Según el dirigente campesino vasco, Paúl Nicholson, del Foro Mundial de Reforma Agraria deben salir unos planteamientos y estrategias y un plan de acción comunes en contra del Banco Mundial (BM), del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Organización Mundial de Comercio (OMC), una denuncia clara del modelo agroexportador, un pronunciamiento firme en contra de la violencia y la criminalización de la protesta campesina, extendidas no solo en América Latina sino en Asia.
«Las políticas del Banco Mundial están destruyendo la cultura campesina, la posibilidad de acceder a los recursos fundamentales como el agua, la tierra y las semillas. Para este organismo multilateral la tierra es una mercadería como cualquier otra, por eso plantea que sea el mercado el que redistribuya la tierra, y es por eso que hay un proceso de concentración de las tierras en las manos de las multinacionales. Hoy día, son estas transnacionales las que comienzan a acaparar la tierra, el agua y las semillas. Hoy la tierra tiene un valor especulativo, comercial, y ninguna relación con el valor agronómico. Puede haber sectores que planteen que cabe una negociación con el Banco Mundial, nosotros pensamos que no, porque el Banco Mundial es el instrumento principal de liberalización y su objetivo no es una redistribución justa y equitativa sino privatizar y concentrar la tierra. Pensar que el BM va a cambiar porque hacemos lobby es hacernos bolas, eso es imposible», agregó Nicholson.
La tierra, para Vía Campesina, es mucho más que un factor de producción, es un bien social que se debe preservar para las futuras generaciones. «La tierra es nuestra identidad como pueblo. Nuestra cultura campesina se basa en un concepto de una economía más autónoma, que depende de los recursos naturales y no de la exportación, que mira la necesidad de la sociedad y no del mercado o del gran agronegocio. Defendemos un modelo de agricultura ligado a nuestras necesidades alimentarias y a nuestro medio ambiente, no es la defensa de un corporativismo agrarista sino es la defensa de un papel de la agricultura en la sociedad», agregó Nicholson.
La mística campesina
Como ya es una práctica permanente, los /as delegados/as de Vía Campesina abrieron el Foro con la «mística», un acto simbólico que pone «alma, vida y sentimientos a esta lucha» y refuerza «nuestra decisión y sentimientos de seguir luchando por la tierra y la reforma agraria», como manifestó la dirigente chilena Francisca Rodríguez. Exhibiendo sus banderas, semillas y frutos de la tierra, los representantes campesinos e indígenas rindieron un homenaje a la Pacha Mama, porque en «ella nacemos, crecemos y desapareceremos». Los asistentes al Foro aplaudieron esta manifestación pública y muchos de ellos corearon las consignas de los pequeños agricultores, tales como: «ocupar, resistir, producir»; «reforma agraria ya», «globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza».
Encuentro con Ministro Rosseto
Al mediodía del domingo 5 de diciembre, una delegación de Vía Campesina se reunió con el Ministro de Desarrollo Agrario de Brasil, Miguel Rosseto, quien asiste a este Foro, con el objetivo de plantearle algunas preocupaciones sobre el incumplimiento de las metas de la reforma agraria en Brasil, el asunto de los transgénicos, la violencia contra los campesinos y la posición de Brasil con relación a los tratados de libre comercio y la OMC.
Luego de esta reunión, Miguel Rosseto dijo a la prensa que, con relación a la OMC puede haber puntos de contacto con los movimientos sociales. Tenemos una agenda abierta, agregó. «Cancún paralizó un proceso en curso de consolidación de una agenda liberalizante que pierde legitimidad. Estamos en un período de transición y se trata ahora de evitar la consolidación de esas políticas de liberalización y al mismo tiempo crear un movimiento de los países pobres. Estamos trabajando en el segundo plan de reforma agraria. Hemos establecido metas, directrices y consensos, para que la Reforma Agraria sea más que el acceso a la tierra, para que sea un espacio de ciudadanía, de igualdad de vida, igualdad de producir, igualdad ambiental. Estamos hablando de asistencia técnica y de una agenda para asegurar a 400.000 familias el acceso a la tierra, la legalización de las áreas de los quilombos y apoyar los procesos de demarcaciones de las áreas indígenas», enfatizó el ministro.
Por su parte el dirigente de Vía Campesina, el hondureño Rafael Alegría, hizo el siguiente balance de la reunión con Rosseto: «El ministro fue bastante franco en el sentido de que está bastante extendido el asunto del latifundio, que hay enormes intereses transnacionales y que ha habido una huelga general en el mismo Instituto de Reforma Agraria por tres meses consecutivos que ha retrasado el proceso». Añadió Alegría que, «según el ministro las expectativas para el 2005, serán mejores, nosotros estamos muy atentos de lo que pasa en Brasil y esperamos que este país avance en la Reforma Agraria porque todos tenemos los ojos puestos en Brasil, y lo que ocurre en este país impacta y redunda en el resto de América Latina y el mundo».