El mundo debería darle gracias al Presidente Tramp por haber desnudado al imperio hasta la cintura, por lo menos. Ha llamado cloaca a la clase política de Washington, ha acusado a los medios de información masivos de mentirosos, intenta poner en su puesto a la FED y, además, ha anunciado la retirada total de las […]
El mundo debería darle gracias al Presidente Tramp por haber desnudado al imperio hasta la cintura, por lo menos. Ha llamado cloaca a la clase política de Washington, ha acusado a los medios de información masivos de mentirosos, intenta poner en su puesto a la FED y, además, ha anunciado la retirada total de las tropas de EEUU de Siria, donde están ilegalmente, lo que provocó la dimisión del Secretario de Defensa James Mattis, quien considera, igual que Trump, «que las fuerzas armadas de Estados Unidos no deberían ser el gendarme del mundo», que el poderío de su país se debe usar para garantizar la defensa común y el liderazgo eficaz con sus alianzas, por lo que teme el efecto que esta decisión cause en los aliados de EEUU, pues «29 democracias demostraron esta fuerza en su compromiso de luchar junto a nosotros después del ataque del 11 de septiembre contra Estados Unidos… Como usted tiene el derecho de tener un secretario de Defensa cuyas visiones estén mejor alineadas con las suyas, creo que es correcto que deje mi cargo».
Lo de Siria es el fracaso de la política que en Irak impusieron el Embajador John Negroponte y el General David Petraeus, comandante de todas las fuerzas de la coalición en Irak, cuya estrategia consistió en crear grupos terroristas que fomentaran la guerra civil iraquí; la misma que luego se aplicaría en Siria.
La presencia militar estadounidense en Siria perdió efectividad después que el Ejército Árabe Sirio comenzara a derrotar al Estado Islámico con el apoyo de Irán y Rusia, que le entregó 8 baterías antiaéreas rusas S-300/PMU2, que garantizan la seguridad de los aviones y de los objetivos militares de Siria, al cubrir todo su territorio y un poco más allá; le proporcionó además el sistema de gestión automatizada del espacio aéreo Polyana D4M1 capaz de cubrir unos 800 kilómetros cuadrados, seguir simultáneamente 500 objetivos aéreos y misiles balísticos y de seleccionar 250 como blancos a derribar.
El espacio aéreo sirio es ahora inviolable y los ataques terrestres de los «opositores moderados» ya no van a contar con la cobertura aérea que antes les proporcionaba la aviación de EEUU, que ya no se va a arriesgar a perder aviones y pilotos. Estas operaciones, realizadas a costa del erario estadounidense, perdieron prioridad para Donald Trump, que cree que no siempre se puede ganar en todo y es mejor retirarse a tiempo antes que sufrir una derrota humillante, aunque esto implique finalizar el apoyo que, contra Turquía, le había brindado a las milicias kurdas.
La solución del problema kurdo, que es muy complejo, puede ser sólo político. Se debe conceder a este pueblo derechos sociales y culturales, ministerios en el gobierno y escaños en el parlamento sirio, aunque ningún tipo de autonomía ni sistema federativo, que es lo que más teme Turquía. Esto debería tranquilizarla porque le evita una confrontación directa con el Ejército Árabe Sirio. Todo depende, en gran medida, de la diplomacia rusa, que mantiene buenas relaciones con todos los interesados.
En Siria han sido derrotados los países que, para involucrarse en su conflicto interno, se auto titularon «Amigos de Siria». También han sido derrotadas las políticas de Bush junior y Barack Obama, que planificaron y realizaron esta guerra cuando el mundo era unipolar. Trump, que los acusa de no defender al pueblo estadounidense, desde que es presidente intenta eliminar el respaldo de Estados Unidos a los yihadistas y retirar sus tropas del Medio Oriente, porque lo que busca es el desarrollo de la economía estadounidense; por eso intenta una salida honrosa de Siria y canta ditirambos a las gloriosas victorias sobre el Daesh de sus aguerridos muchachos.
A esta decisión no le van a faltar detractores, tanto demócratas como republicanos, que van a calificarla de error terrible, peor que los de Obama; van a acusar a Trump de miopía y debilidad y van a amenazarlo de nuevo con un «impeachment», que haga colapsar su presidencia. A todos ellos, Trump les podría preguntar ¿dónde está la plata? y acusarlos de haber malbaratado el presupuesto militar de EEUU. Si no que expliquen ¿cómo así, gastando más de quince veces el presupuesto militar de Rusia, se han dejado avasallar por una potencia que antes llamaban gasolinera de Europa? Es que si se hace bien las cuentas, desde que Putin llegara al poder, por cada dólar que Rusia ha invertido en su defensa, EEUU ha invertido sobre 300 veces más y sus resultados son menos que magros.
No se exagera, el nuevo misil hipersónico intercontinental Avangard, cuyo tercer lanzamiento definitivo de prueba se realizó exitosamente el 26 de diciembre, burlará todo sistema de defensa antimisiles. Según Ígor Korótchenko, analista militar y editor jefe de la revista rusa Natsionálnaya Oborona: «En los próximos 50 años, el Avangard superará definitivamente a todos los sistemas de defensa antimisiles existentes y futuros, ya que la ojiva nuclear planeadora sigue una trayectoria impredecible en las densas capas de la atmósfera… por lo que no puede ser interceptada, lo que la convierte en un arma fiable de disuasión y de ataque de represalia en caso de que alguien atacara a Rusia.» Por su parte, el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, elogió el exitoso lanzamiento del misil y afirmó que es «un gran acontecimiento en la vida de las Fuerzas Armadas y, quizás, en la vida del país, ya que en Rusia ha aparecido un nuevo tipo de armas estratégicas que va más allá de los intereses puramente nacionales.» El Avangard formará parte de las Fuerzas Armadas de Rusia el 2019.
El general John Hyten, Jefe del Comando Estratégico de EEUU, dijo que su país «no tiene ninguna defensa contra armas como esta». Los mismos que antes se burlaban de Rusia no tienen más que admitir, mordiéndose la lengua, la superioridad de estas armas que cambian el concepto de guerra moderna. Por eso, ahora sí vale la pena que ambas potencias dialoguen sobre la paz y el desarme. La existencia de estas armas abren la posibilidad de que el mundo respire con tranquilidad, pues la doctrina militar de la Federación de Rusia autoriza su uso sólo en el caso de que se hubiera producido un ataque nuclear contra su territorio. Es una lástima que Trump no pueda usar este argumento porque corre el riesgo de que lo acusen de ser agente del Kremlin, mentira que sirve de base para un posible «impeachment» en su contra, que desnudaría por completo al imperio.
Lo cierto es que EEUU perdió, o está por perder, el primer lugar que tenía en el plano económico mundial, pues ya fue o pronto va a ser superado por China y, por encontrarse atrás de Rusia, ha perdido la superioridad militar que le garantizaba la hegemonía del mundo. El ejemplo de la Federación Rusa le debería servir de inspiración para aprender cómo con muy poco se puede hacer mucho.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.