Traducción del inglés para Rebelión de Carlos Riba García
Israel y Estados Unidos abandonaron oficialmente la Organización Educativa, Científica y Cultural de Naciones Unidas (UNESCO, por sus siglas en inglés); la razón aducida es su «sesgo antiisraelí».
La decisión, que fue anunciada por ambos países en octubre de 2017, empezó a ser efectiva oficialmente en el primer instante del día de Año Nuevo de 2019.
Acabada la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos -junto con otros países- fundó la UNESCO. La misión de la nueva organización era la «construcción de la paz mediante la cooperación internacional en las áreas de Educación, Ciencias Sociales y Cultura.
Desde su creación el organismo -con sede en París- ha promovido la diversidad cultural mediante programas educativos en países en vías de desarrollo y la muy conocida lista de Sitios del Patrimonio Mundial con el objetivo de proteger los monumentos únicos en todo el orbe.
La administración Trump exigió «una reforma a fondo» de la organización; junto con el presidente de EEUU, se expresó el embajador israelí en Naciones Unidas Danny Danon diciendo que la UNESCO «reescribe la historia, y en esta reescritura borra la conexión judía con Jerusalén».
«Israel no formará parte de un organismo cuyo objetivo sea actuar deliberadamente contra nosotros, un organismo que se ha convertido en una herramienta manejada por los enemigos de Israel», dijo Danon.
La medida es vista sobre todo como algo simbólico, que no afectará inmediatamente a la situación económica de la organización, que ha estado pasando apuros desde 2011, cuando tanto Israel como Estados Unidos interrumpieron el pago de sus respectivas cuotas después de que Palestina fuera aceptada como estado miembro.
Los funcionarios israelíes llevan mucho tiempo atacando a la UNESCO por haber incluido varios emplazamientos situados en la Cisjordania ocupada y en Jerusalén oriental como Sitios Palestinos del Patrimonio Mundial.
En 2016, algunos funcionarios israelíes se indignaron después de que los países miembros de la UNESCO votaran una resolución que criticaba las amenazas planteadas por la ocupación israelí en el complejo de la mezquita Al-Aqsa en la ocupada Jerusalén oriental y cuestionaba a la organización por «borrar» los reclamos judíos respecto de la ciudad.
En julio de 2017, el por entonces ministro de Defensa de Israel Avigdor Lieberman acusó a la UNESCO de antisemitismo después de que el organismo incluyera la Ciudad Vieja de Hebrón como Sitio del Patrimonio Mundial en peligro y la mezquita Ibrahimi, o Tumba de los Patriarcas, como un sitio palestino.
La Ciudad Vieja de Hebrón es uno de los tres sitios en la Cisjordania ocupada designado como Sitio del Patrimonio Mundial en peligro, junto con la iglesia de la Natividad de Belén y las terrazas de riego en expansión del pueblo de Battir.
Los palestinos celebraron largamente el reconocimiento de sus monumentos culturales expresando que su calificación como Sitio del Patrimonio Mundial adeguran más protección a los sitios que, de no ser así, estarían amenazados de demolición o confiscación por parte del ocupante israelí.
Fuente: http://mondoweiss.net/2019/01/israel-officially-withdraw/
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