Tras un asedio de casi dos meses, la base militar francesa, en el extremo septentrional de Vietnam, es conquistada por las tropas del Vietminh, dirigidas por el general Vo Nguyen Giap. Francia sufre una de sus mayores humillaciones bélicas y pierde Indochina, la ‘perla del imperio’. Durante 56 días y 56 noches 16.000 hombres del […]
Tras un asedio de casi dos meses, la base militar francesa, en el extremo septentrional de Vietnam, es conquistada por las tropas del Vietminh, dirigidas por el general Vo Nguyen Giap. Francia sufre una de sus mayores humillaciones bélicas y pierde Indochina, la ‘perla del imperio’.
Durante 56 días y 56 noches 16.000 hombres del cuerpo expedicionario francés en Indochina resistieron el ataque de los vietnamitas en el pueblo fortificado de Dien Bien Phu. La localidad estaba situada entre los ríos Rojo y Mekong en el estratégico alto de Tonkín, a unos 3.000km de Hanoi, en plena ruta de aprovisionamiento a Laos. La derrota de las tropas francesas en un perdido valle de la selva vietnamita significó el fin a noventa años de presencia colonial en Indochina. La firma de los acuerdos de Ginebra, dos meses después, comportó la división de Vietnam en dos países: Vietnam del norte bajo el gobierno del líder comunista Ho Chi Minh y Vietnam del sur, bajo el mandato del emperador Bao Dai, y la convocatoria de elecciones dos años más tarde para decidir sobre la reunificación del país. Cosa que no sucedería ya que Ngo Dinh Diem, con el apoyo estadounidense, implantó una República de carácter autoritario en el sur con lo que se reinició el conflicto en la que sería conocida como guerra de Vietnam.
Aunque la presencia misionera de Francia se remonta a 1627 y hubo acuerdos de asistencia militar con Luis XVI, fue Napoleón III, en 1859, después de la segunda guerra del Opio, quien decidió que Saigón, en el corazón del delta del río Mekong, fuera la base para la expansión colonial francesa en la que más tarde sería conocida como la perla del imperio.
Tras la ocupación japonesa durante la Segunda Guerra Mundial, Francia intentó reanudar su presencia colonial pero sus esfuerzos chocaron con la declaración de independencia de Vietnam, proclamada el 2 de septiembre de 1945 por Ho Chi Minh. Durante los años siguientes el Gobierno galo intentó hacer valer la Unión Francesa para dominar Laos, Camboya y mantener la unidad de Vietnam, donde controlaban el sur (Cochin) y el centro (Annam), pero una amplia zona del norte (Tonkín) estaba controlado por el Vietminh, Liga para la Independencia de Vietnam, creada por Ho Chi Minh para luchar contra la ocupación francesa.
Desde 1946 a 1954, Francia se preparó para negociar un acuerdo político desde una posición de fuerza. Para lograrla necesitaba resultados favorables en el terreno bélico y, sobre todo, mostrar la imposibilidad de que las fuerzas de Ho Chi Minh podían ganar la guerra. En este contexto, Henri Navarra -comandante de las fuerzas francesas en Indochina- tomó la decisión de establecer una guarnición en Dien Bien Phu con la intención de garantizar la independencia de Laos -leal a la Unión Francesa-, disuadiendo al Vietminh de aumentar su actividad en aquel país. Aunque muchos analistas han subrayado que el establecimiento de una gran guarnición en Diem Bien Phu fue un acto de provocación al enemigo para hacerlo salir de la selva, plantear un asalto convencional y aniquilarlo gracias a la superioridad de la artillería y la aviación.
El 20 de noviembre de 1953, dos batallones franceses se lanzaron en paracaídas sobre Dien Bien Phu, en la provincia de Lai Chau, cercana a China. A los tres días, había 9.000 efectivos bajo el mando del coronel Christian de Castries. Establecieron alrededor del pueblo una decena de fortificaciones a las que pusieron nombres femeninos –Beatrice, Gabrielle, Elianne. Durante dos meses, los rebeldes vietnamitas parecieron ignorarles, pero el general Vo Nguyen Giap ya había decidido desafiar a los franceses, convencido de que la batalla cambiaría la fisonomía de la guerra aunque, confesó años más tarde, no creía que fuera determinante. Precavido, abortó la ofensiva planificada para el 26 de enero, mandó construir refugios difíciles de detectar por la aviación enemiga y reforzó sus posiciones en las montañas que rodeaban Bien Dien Phu.
Mientras tanto, el 18 de febrero de 1954, el Gobierno francés, de acuerdo con las potencias aliadas, acordó celebrar conversaciones de paz para resolver la situación en Indochina, en el marco de la conferencia internacional de Ginebra que se celebraría a finales de abril para discutir el armisticio coreano. Las futuras negociaciones dejaron claro a los contendientes que Dien Bien Phu sería decisivo.
Ho Chi Minh ordenó a Giap lanzar toda la fuerza disponible contra las tropas francesas, consciente del cada vez mayor compromiso estadounidense a la causa francesa. El apoyo chino fue definitivo; en febrero y marzo aumentó los suministros de alimentos y material bélico. La mayoría de las piezas de artillería de muy diversos calibres que utilizó el Vietminh habían sido capturadas a los americanos y a los surcoreanos en la guerra de Corea.
Finalmente, el 13 de marzo, los vietnamitas lanzaron su ofensiva sobre Dien Bien Phu. La intensidad de los bombardeos sorprendió a los franceses, que recibieron un diluvio de más de 9.000 obuses el primer día. Dos días más tarde, habían perdido dos fortificaciones y la situación comenzaba a ser preocupante. Ante el rotundo fracaso, el comandante de artillería francesa se suicidó. La combinación del fuego continuado de la artillería y los ataques de oleadas humanas que recordaban a los cargas de la infantería china en Corea caracterizaron los ataques vietnamitas sobre las posiciones francesas durante los primeros días. El coste humano para los vietnamitas fue muy alto -9.000 bajas, entre ellas 2.000 muertos- y Giap cambió la táctica. Cesaron los ataques a cuerpo descubierto y comenzó un asedio lento y concienzudo mediante trincheras y túneles para aproximarse al enemigo, minimizando las bajas.
En el campo francés, los alimentos y las municiones comenzaron a escasear y la guarnición contemplaba como desde los primeros días el abastecimiento aéreo era problemático. Los vietnamitas dañaron las dos pistas de aterrizaje y los suministros tuvieron que ser lanzados en paracaídas, cayendo muchos de ellos en manos enemigas. La elección de Dien Bien Phi fue una decisión errónea del mando francés. El pueblo estaba en el fondo de un valle y sin controlar las montañas circundantes fue una trampa mortal.
Ante la situación desesperada de la fortificación, el Gobierno de París envió aj jefe del Estado Mayor, Paul Ely, a Washington para discutir una intervención estadounidense. La llamada operación Buitre tenía por objetivo aliviar las presiones sobre Dien Bien Phu con bombardeos masivos nocturnos a las posiciones del Vietminh y sus líneas de suministro. Pero el proyecto no contó con la aprobación del presidente Eisenhower. En cambio, el 8 de abril, día en que Washington comunicó la noticia de su objeción a París, el secretario de Estado estadounidense John Foster Dulles ofreció el canciller francés Georges Bidault la posibilidad de lanzar dos bombas atómicas para salvar la posición gala. El Gobierno francés rechazó la oferta.
Cercados por cinco divisiones del Vietminh (50.000 hombres), los franceses lanzaron a finales de marzo una serie de valerosos contraataques, pero insuficientes para cambiar el devenir de la batalla. Aislados, a miles de kilómetros de tierra amiga y sin poder ser evacuados por aire, el cuerpo expedicionario francés fue destruido en un agónico combate de desgaste, que la prensa internacional relataba día a día. El 22 de abril, los vietnamitas controlaban la mayor parte del valle y los lanzamientos en paracaídas eran prácticamente imposibles. Además, la llegada del monzón hizo impracticables los vuelos y el campamento se convirtió en un campo de fango donde flotaban los cadáveres. De Castries -había recibido su estrella de general en paracaídas- solicitaba desesperado municiones, alimentos e incluso botas de agua.
Los franceses resistieron asaltos masivos el 1 y el 6 de mayo, perdiendo una a una casi todas las fortificaciones. El 7 de mayo, Giap ordenó el ataque final. A primeras horas de la tarde, De Castries radió a Hanoi que los vietnamitas estaban en todas partes y que aunque el final se estaba acercando, lucharían hasta el final. Menos de veinticuatro horas antes de la apertura prevista de las negociaciones sobre Indochina en Ginebra, Dien Bien Phu cayó en manos del Vietminh. Para Francia la derrota tuvo un impacto social y político inmenso.
El asedio había durado cincuenta y seis días. Los franceses sufrieron cerca de 7.200 bajas, entre ellas casi 1.200 muertos y 1.600 desaparecidos. Los 11.700 hombres capturados -entre ellos, el general De Castries y la enfermera Geneviève de Galard, la heroína de la epopeya-fueron la tercera parte del total de prisioneros de toda la guerra. Entre los prisioneros había norteafricanos, vietnamitas e incluso un pequeño grupo de españoles alistados en la Legión francesa. Para todos ellos comenzaba un largo calvario. 3.200 nunca fueron repatriados.
Los vietnamitas perdieron 7.900 muertos y más de 15.000 heridos. El factor decisivo para decantar la batalla fue la capacidad del Vietminh para transportar a través de la selva la artillería pesada y mantenerla abastecida. Para ello movilizaron cerca de 100.000 trabajadores patriotas, 18.000 caballos, 3.000 bicicletas modificadas y otras tantas balsas de juncos.
La victoria de Dien Bien Phu les permitió deshacerse de golpe del dominio francés, pero el Vietnam dividido tendría que enfrentarse a dos décadas de lucha contra la presencia de una nueva potencia occidental en su tierra.