La creciente desigualdad en la sociedad actual será el tema principal de la reunión anual del Foro Social Mundial (FSM), que se realiza en la capital de Túnez desde este martes 24. Cuando la contraparte del FSM, el Foro Económico Mundial, se reunió en enero en la ciudad suiza de Davos, con una asistencia mayoritaria […]
La creciente desigualdad en la sociedad actual será el tema principal de la reunión anual del Foro Social Mundial (FSM), que se realiza en la capital de Túnez desde este martes 24.
Cuando la contraparte del FSM, el Foro Económico Mundial, se reunió en enero en la ciudad suiza de Davos, con una asistencia mayoritaria de súper ricos, un informe de la organización humanitaria Oxfam advirtió que, de mantenerse la tendencia actual, más de 50 por ciento de la riqueza del planeta estará en manos del uno por ciento más rico de la población en 2016.
Y apenas 80 de las personas más ricas tendrán tanta riqueza como la mitad de la población mundial, o 3.500 millones de personas, agregó el informe.
El Grupo de Reflexión de la Sociedad Civil sobre Perspectivas de Desarrollo Mundial (Grupo de Reflexión) presenta en Túnez un estudio que recomienda nuevos objetivos y compromisos, sobre todo de parte de los ricos, para que prosperen los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) está discutiendo y que formarán parte de la Agenda de Desarrollo Posterior a 2015.
IPS le preguntó a Jens Martens, director de la organización Global Policy Forum, con sede en Nueva York, si los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), cuyo plazo vence en diciembre, incluyen metas específicas para los ricos.
Sí las incluye el ODM número ocho, sobre una alianza mundial para el desarrollo, «pero este objetivo sigue siendo vago y no incluye compromisos vinculantes para los países ricos», respondió.
Por eso los 17 ODS propuestos apuntan a fortalecer los medios de aplicación y revitalizar la alianza mundial para el desarrollo sostenible, agregó.
Además, los gobiernos acordaron incluir metas en los medios de aplicación de los 16 ODS restantes, pero muchas de ellas no son «inteligentes», es decir, no son específicas, medibles, alcanzables, realistas ni tienen plazos determinados, destacó.
Para Martens, los objetivos sin los medios para alcanzarlos no tienen sentido. Y la agenda de desarrollo posterior a 2015 solo prosperará si los ODS incluyen metas y compromisos significativos y con plazos determinados para los ricos que provoquen los cambios de política regulatoria y fiscal necesarios, agregó.
Los objetivos específicos para los ricos son indispensables para la agenda posterior a 2015, destacó Barbara Adams, asesora de Global Policy Forum y miembro del comité coordinador de la organización Social Watch, con sede en Uruguay.
Los ocho ODM, que serán reemplazadas por los 17 ODS una vez que estos sean aprobados en una cumbre mundial en septiembre, estaban destinados en gran parte al Sur en desarrollo con metas específicas.
Los 17 ODS propuestos por un Grupo de Trabajo Abierto incluyen la erradicación de la pobreza y el hambre, alcanzar una vida sana, brindar educación de calidad, lograr la igualdad de género y reducir las desigualdades, para 2030.
La lista también suma el uso sostenible del agua y el saneamiento, energía para todos, empleo productivo, la industrialización, la protección de los ecosistemas terrestres y el fortalecimiento de la alianza mundial para el desarrollo sostenible.
Roberto Bissio, coordinador de Social Watch, dijo que tres «objetivos específicos para los ricos» son particularmente importantes, en referencia a la reducción de la desigualdad dentro y entre los países, las pautas de consumo y producción sostenibles, y el fortalecimiento de los medios de aplicación y la revitalización de la alianza mundial para el desarrollo.
El principio de «responsabilidades comunes pero diferenciadas» debe aplicarse con rigor, añadió.
Henning Melber, director emérito de la Fundación Dag Hammarskjold, dijo que para el sueco Dag Hammarskjold, el ex secretario general de la ONU, el foro mundial era una organización guiada por la solidaridad. Los ricos deben darse cuenta de que menos es más en función de la estabilidad, sostenibilidad, igualdad y el futuro de la humanidad, afirmó.
En su nuevo estudio, el Grupo de Reflexión asegura que los 17 ODS propuestos son relevantes para las economías ricas, pobres y emergentes, tanto del Norte industrializado como del Sur en desarrollo.
Todos los gobiernos que suscriben la agenda posterior a 2015 deben cumplir con todos los objetivos. Para los países ricos, muchos de los objetivos y metas serían de fácil cumplimiento o ya fueron alcanzados, especialmente aquellos relacionados con los logros sociales, como la erradicación de la pobreza absoluta o la universalidad de la educación primaria o la atención primaria de la salud, señaló.
«Lamentablemente, los logros sociales en realidad suelen ser frágiles, en particular para las personas socialmente excluidas, y pueden retroceder fácilmente como consecuencia de los conflictos (como en el caso de Ucrania), del capitalismo en crisis (en muchos países después de 2008), o… por políticas mal orientadas, económicamente insensatas y socialmente destructivas, como en el caso de las políticas de austeridad en muchas regiones, desde América Latina hasta Asia o el sur de Europa», añadió el estudio.
En nombre de la reducción de la deuda y la mejora de la competitividad, estas políticas provocaron desempleo a gran escala y empobrecimiento generalizado, a menudo junto con la pérdida de ingresos y del acceso a la atención básica de salud. Con gran frecuencia, esto aumentó la deuda soberana en lugar de disminuirla, aseguró el Grupo de Reflexión.
Pero también en circunstancias «normales» algunos de los objetivos relativos a la erradicación de la pobreza y demás problemas de desarrollo social pueden ser un verdadero desafío en muchas partes del mundo rico, donde la pobreza está en aumento.
Según el estudio, en Estados Unidos la pobreza creció constantemente en las últimas dos décadas y en la actualidad afecta a unos 50 millones de sus 320 millones de habitantes, medida por el umbral oficial de 23.850 dólares al año para una familia de cuatro integrantes.
En Alemania, 20,3 por ciento de la población, o 16,2 millones de personas, padecieron la pobreza o la exclusión social en 2013.
En el conjunto de la Unión Europea, la proporción de personas pobres o excluidas socialmente fue de 24,5 por ciento, según el Grupo de Reflexión.
Para abordar estas situaciones, la meta 1.2 en la propuesta de ODS del Grupo de Trabajo Abierto pide a los países que «para 2030, reduzcan al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en la pobreza en todas sus dimensiones según las definiciones nacionales».
Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2015/03/los-ods-tambien-deben-obligar-a-los-paises-ricos/
Editado por Kitty Stapp / Traducido por Álvaro Queiruga