Uno de cada diez medicamentos vendidos en países en desarrollo es falso o de poca calidad, provocando decenas de miles de muertes, muchas de ellas de niños africanos que reciben tratamientos ineficaces para la neumonía y la malaria, dijeron el martes las autoridades sanitarias. En un análisis del problema, la Organización Mundial de la Salud […]
Uno de cada diez medicamentos vendidos en países en desarrollo es falso o de poca calidad, provocando decenas de miles de muertes, muchas de ellas de niños africanos que reciben tratamientos ineficaces para la neumonía y la malaria, dijeron el martes las autoridades sanitarias.
En un análisis del problema, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que los medicamentos falsos son una creciente amenaza porque el comercio farmacéutico, incluidas las ventas por Internet, abre la puerta a productos en ocasiones tóxicos.
Algunos farmacéuticos en África, por ejemplo, dicen que se ven obligados comprar a los proveedores más baratos, aunque no necesariamente los más seguros, para competir con los vendedores ambulantes ilegales.
Los medicamentos falsos pueden contener dosis incorrectas, ingredientes incorrectos o ningún ingrediente activo. Al mismo tiempo, un número preocupante de medicamentos autorizados no cumple con los estándares de calidad debido a un almacenamiento inadecuado y otros problemas.
Es difícil cuantificar la magnitud del problema con precisión, pero un análisis conjunto de la OMS de 100 estudios de 2007 a 2016, que abarcó más de 48.000 muestras, mostró que el 10,5 por ciento de los medicamentos en países de rentas bajas y medias son falsos o deficientes.
Las ventas de productos farmacéuticos en dichos países ascienden a casi 300.000 millones de dólares al año, lo que implica que el comercio de medicamentos falsos es un negocio que alcanza los 30.000 millones de dólares.
El daño humano es enorme, según un equipo de investigación de la Universidad de Edimburgo, encargado por la OMS para estudiar el impacto de los medicamentos falsos.
Calcularon que hasta 72.000 muertes por neumonía infantil podrían atribuirse al uso de antibióticos de actividad reducida, aumentando la cifra a 169.000 si los fármacos no tuvieran actividad.
Los medicamentos de baja calidad también se suman al peligro de la resistencia a los antibióticos, amenazando con perjudicar la potencia de los medicamentos que salvarán vidas en el futuro.
Otro grupo de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres estimó que 116.000 muertes adicionales por malaria podrían ser provocadas cada año por malos fármacos antimaláricos en el África subsahariana.
Desde 2013, la OMS ha recibido 1.500 informes de productos falsos y de baja calidad, con antimaláricos y antibióticos como las categorías más comunes. Sin embargo, el problema se extiende a todo, desde medicamentos para el cáncer hasta píldoras anticonceptivas.