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Asesinan en Líbano a Samir Kassir, periodista crítico del régimen sirio

Fuentes: La Jornada

La mano sangrienta ha vuelto a alcanzar a Líbano, segando la vida de uno de sus más importantes periodistas, y uno de los más vociferantes y valientes críticos del régimen sirio. Samir Kassir era el periodista más reconocido de An Nahar, un valioso miembro de la oposición, recién casado y como tantos otros de nosotros […]

La mano sangrienta ha vuelto a alcanzar a Líbano, segando la vida de uno de sus más importantes periodistas, y uno de los más vociferantes y valientes críticos del régimen sirio.

Samir Kassir era el periodista más reconocido de An Nahar, un valioso miembro de la oposición, recién casado y como tantos otros de nosotros en Beirut, vivía bajo la feliz suposición de que ahora que las tropas y los oficiales de inteligencia sirios se han ido de Líbano, no había nada qué temer.

Así que ¿quién mató a Samir Kassir?

«Siempre salía de casa a las 10:30, lo vi en la calle», me dijo una vecina suya el jueves, con el ceño fruncido por la incredulidad. «Siempre salía a la misma hora. Abrió la puerta de su auto, se sentó, encendió el motor y el auto estalló».

Una inspección detallada del Alfa Romeo de Kassir, cuyo número de registro era 165670, mostraba claramente que la explosión se originó bajo el asiento del conductor e hizo volar el techo del vehículo así como la portezuela izquierda. Destrozó el volante y arrojó el cuerpo de Kassir al asiento del pasajero. Al parecer, la marcha fue lo que detonó la bomba.

Esto es un sobresalto que nadie en Beirut esperaba, a excepción, claro está, de los asesinos. El detective alemán de más alto rango, Detlev Mehlis, ya está aquí y se le asignó un equipo policial que se encargó también de investigar el asesinato del ex primer ministro Rafiq Hariri en febrero pasado. Y nosotros que creíamos que los asesinos de Líbano estaban en sus madrigueras, temerosos de ser arrestados.

Pero no es así, aún están operando, aún tienen órdenes de matar y todavía son peligrosos. Nassib Lahoud, ministro opositor y cercano amigo de Kassir -y quien bien podría ser el próximo presidente libanés- lloraba cuando hablé con él junto al destrozado auto del periodista. Habló de «manos criminales», sobre el «aparato de inteligencia» al que culpaba del asesinato. La única palabra que no utilizó fue «Siria».

Así que ¿quién mató a Samir Kassir?

Poco antes de renunciar este año, el jefe pro sirio del poderoso Servicio de Seguridad General de Líbano, Jamil Sayed, sostuvo una conferencia de prensa en la que histéricamente se ofreció a arrestarse a sí mismo si se le culpaba del asesinato de Hariri. Al día siguiente, Kassir escribió un brutal artículo en el que señalaba lo bueno que es ver a aquellos que durante años amenazaron y censuraron a periodistas mostrando su propio miedo a la justicia. En varias ocasiones, Rustum Ghazaleh, el jefe de la inteligencia militar siria en Líbano insultó a gritos a Kassir.

Así que ¿quién mató a Samir Kassir?

En 2001, y después de una serie de artículos vilipendiando a los funcionarios sirios y pro sirios dentro de la inteligencia libanesa, personal de seguridad del aeropuerto confiscó el pasaporte del periodista a su regreso de Ammán, argumentando que querían «verificar las condiciones en las que lo había obtenido».

Lo estaban vigilando

Kassir era de origen palestino y había viajado con su pasaporte libanés legal en 14 ocasiones recientes. En el mismo año de 2001 se quejó de que lo estaban vigilando y sus vecinos aseguraron que habían sido interrogados por funcionarios de inteligencia.

Así que ¿quién mató a Samir Kassir?

Nassib Lahoud asistió la noche del jueves a una improvisada reunión de líderes de la oposición en Beirut, entre los que figuraba el dirigente druso, Waslid Jumblatt, también amigo personal de Kassir. Ninguno de esos líderes tenía dudas de las razones del asesinato.

«Las manos criminales no apuntaron a Samir porque fuera un periodista brillante», dijo Lahoud. «No lo atacaron porque fuera un brillante intelectual del mundo árabe. Lo hicieron por ser uno de los líderes surgidos del manantial de Líbano, porque era parte y producto de la oposición libanesa. Por tanto, la batalla contra el aparato de inteligencia no ha terminado. Este asesinato pretende decirnos que el camino de Líbano hacia la democracia no será fácil».

Kassir, quien tenía dos hijos de un matrimonio anterior, se había casado recientemente con Giselle Khoury, popular periodista del canal de televisión satelital Al Arabiya. Ella se encontraba en una conferencia de medios en Atlanta cuando su esposo fue asesinado.

«¿Por qué no nos dejan en paz? me dijo una joven vecina de Kassir, con la voz quebrada por el llanto. «¿Por qué tienen que seguir con esta metodología del asesinato? Tenemos que ponerle fin a esto. Samir tenía sólo 45 años. Sólo 45 años, por amor de Dios. ¿Están tratando de hacer que toda la gente joven se vaya de Líbano?»

Esta semana An Nahar levantó una nota que había estado llevando su periódico rival, Al Mustaqbal, propiedad de Hariri, y que hablaba de tres importantes funcionarios de inteligencia sirios que, desafiando la resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU, habían regresado a Líbano para interferir en las elecciones.

Identificar a los fantasmas de Siria no es lo más saludable. Los diarios dieron sus nombres y éstos eran: el brigadier general Mohamed Khallouf, quien hasta abril pasado fungió como oficial de inteligencia en Beirut; Nabil Hishmeh y Khalil Zogheib, quienes encabezaban los servicios secretos sirios en Trípoli. Siria negó que sus hombres estuvieran aquí. La última columna de Kassir, que apareció el viernes de la semana pasada, era un ataque al partido Baaz de Siria y se titulaba Error tras error.

Así que ¿quien mató a Samir Kassir?