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Segunda victoria consecutiva del Consejo de Derechos Humanos

Fuentes: Rebelión

Los 47 países miembros del Consejo de Derechos Humanos deberían sentirse satisfechos con los logros alcanzados en su quinto periodo de sesiones ordinarias logrados hasta esta fecha. Lo primero a destacar fue su sonada victoria al dejar concluido bajo la presidencia de México, el complicado proceso de «Construcción Institucional», un proceso que todos los países […]

Los 47 países miembros del Consejo de Derechos Humanos deberían sentirse satisfechos con los logros alcanzados en su quinto periodo de sesiones ordinarias logrados hasta esta fecha.
Lo primero a destacar fue su sonada victoria al dejar concluido bajo la presidencia de México, el complicado proceso de «Construcción Institucional», un proceso que todos los países auguraron como muy complicado, conocidas las intenciones del gobierno de los Estados Unidos y sus aliados occidentales por impedirlo, una artimaña que como recordarán, fue oportunamente denunciada por el Canciller cubano Felipe Pérez Roque, en ocasión de su discurso ante el Consejo en su cuarto periodo de sus sesiones ordinarias.
Lo segundo a destacar y para mi mucho mas importante considerando su significación política, es que prácticamente sin proponérselo, el Consejo de Derechos Humanos y su Presidente en funciones hasta el 30 de junio de 2007, el señor Luis Alfonso de Alba, han logrado su plena independencia del imperio del Norte, es decir, del gobierno de los Estados Unidos, tras conocerse la aprobación de una gigantesca ley de financiamiento el pasado día 22 de junio que prohíbe la entrega de fondos al Consejo de Derechos Humanos por parte del Departamento de Estado.
Merece señalarse en relación a lo anterior, que la iniciativa surgió en la noche del propio 18 de junio, cuando como consecuencia de una histérica rabieta, la legisladora cubano-estadounidense Ileana Ros-Lehtinen, — por cierto, conocida defensora del terrorista internacional Luis Posada Carriles, hoy libre en las calles de Miami como resultado directo de la política de doble rasero que practica EU en su denominada lucha contra el terrorismo—presentó un proyecto de ley en la Cámara de Representantes que prohibirá a su país financiar el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, tras su decisión de no investigar a Cuba y Belarús.
En relación con esta actitud, cabe destacarse que es explicable, hasta cierto punto, que la mencionada congresista actuara de tal manera. Pues además de ser una furibunda anticubana, también es la persona encargada a nivel del «Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara», del fomento y desarrollo de las relaciones de EU con Israel.
La actuación que a todas luces no resulta comprensible es la del señor Ban Ki-moon, cuando asumiendo posturas totalmente parcializadas a favor de EU desde la Secretaria General de las Naciones Unidas, hacía las siguientes declaraciones a la agencia EFE, las mismas fueron posteriormente divulgadas en el medio digital «Siglo XXI» en un artículo de fecha 21.6.07 titulado: «El Secretario General de la ONU advierte a Cuba», donde se citaba lo siguiente: «El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su decepción por la reciente decisión del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas sobre Israel, al tiempo que advirtió a Cuba y a Bielorrusia de que respeten la legislación internacional.» Me pregunto yo, ¿Es que acaso se convertirá el señor Ban ki-moon en lo adelante en partner del gobierno de los Estados Unidos y de Israel en sus políticas agresivas contra los gobiernos de Cuba y de Palestina, sin valorar por otro lado las consecuencias de esas irracionales políticas? Esperemos que no sea así en virtud a su honorabilidad como Secretario General de las Naciones Unidas.
La medida aprobada en la Cámara, más propia de la llamada «guerra fría» que del momento actual, parecería ser consecuencia directa del malestar que causó en la mafia cubano americana de Miami y en el gobierno de EU, no solo la eliminación del Relator Especial para Cuba, la señora Christina Chanet, sino también que ese propio Consejo decidiera la observación permanente del Estado de Israel.
Utilizo el termino parecería en relación a los «argumentos» para la toma de tal medida unilateral contra el CDH por parte del Congreso estadounidense. Existen otros argumentos mucho más fuertes y preocupantes para Estados Unidos, que rebasan sus consideraciones y contradicciones con el Consejo en términos de reglas, objetivos, monitoreo (incluyendo el caso de su aliado Israel) y la forma general en la que lleva a cabo los asuntos.
La irremediable verdad es que el Consejo de Derechos Humanos dio feliz sepultura a la politizada y desacreditada Comisión de Derechos Humanos, donde como se recordará EU campeaba libremente, imponiendo resoluciones en contra de sus adversarios políticos, mediante el chantaje y las acciones coercitivas, generalmente de tipo económico, contra los países más débiles y dependientes.
La otra gran verdad es que EU se encuentra totalmente desmoralizado y desacreditado ante ese mismo Consejo y ante el mundo, como consecuencia directa de sus flagrantes violaciones de derechos humanos en países como Iraq, Afganistán, así como contra los detenidos en la ilegal Base Naval de Guantánamo en Cuba, situaciones tales, que han requerido la presencia de Relatores Especiales del Consejo a cargo de esas investigaciones y sus posteriores informes de denuncia.
Le preocupa además, y por ello trata de estar lo mas alejado posible del Consejo, las consecuencias que se derivarán de su ilegal guerra contra el terrorismo y el doble rasero con que aplica tales políticas.
Políticas que, por un lado protegen y amparan a connotados terroristas de origen cubano como Orlando Bosch Ávila y Luis Posada Carriles, autores de la voladura de un avión de cubana en pleno vuelo en 1976 en el que perdieron la vida 73 personas inocentes, y por otro lado, encarcela arbitrariamente a cinco valerosos luchadores antiterroristas cubanos cuyo único delito fue el de tratar de salvar vidas del pueblo cubano y norteamericano, mediante el monitoreo a las organizaciones terroristas existentes en Miami, llegando al extremo de violar el derecho a visita de sus familiares.
La administración norteamericana se encuentra encerrada en su propio atolladero inmoral, nunca como ahora ha estado más desprestigiado el imperio. Se niega a dar la cara a la humanidad y reconocer sus sistemáticas violaciones a los derechos humanos, los tratados internacionales, la soberanía y autoderminación de los pueblos. Mientras más traten de evitarlo, más demoledor será el castigo que esa propia humanidad le imponga.

Graciela Ramírez es corresponsal de Resumen Latinoamericano