El 12 de Agosto, uno de los abogados de derechos humanos y sociales más conocidos y respetados, Pierre Antoine Lovinsky, desapareció. La policía Nacional de Haití confirmó después que había sido secuestrado. No ha habido comunicación con los supuestos secuestradores desde los primeros días de su desaparición. Conforme el silencio continúa, parece cada vez más […]
El 12 de Agosto, uno de los abogados de derechos humanos y sociales más conocidos y respetados, Pierre Antoine Lovinsky, desapareció. La policía Nacional de Haití confirmó después que había sido secuestrado.
No ha habido comunicación con los supuestos secuestradores desde los primeros días de su desaparición. Conforme el silencio continúa, parece cada vez más evidente que su desaparición es un acto político, o sea, que algunos de entre la elite haitiana y los que los apoyan desde el exterior han decidido silenciar á Lovinsky. Si esto es verdad, las implicaciones para la democracia y los derechos políticos en Haití serían muy perturbadores.
Lovinsky estaba trabajando como consejero para una delegación investigadora de derechos humanos en Haití del 5 al 18 de Agosto cuando fue secuestrado. Yo era miembro de esa delegación. El desapareció al final de un día de actividad de la delegación. El 15 de agosto, otro canadiense miembro de la delegación y yo visitamos la embajada canadiense para presionar al embajador canadiense Claude Boucher para que se haga pronunciamiento público de preocupación acerca de la desaparición de Lovinsky. Esa petición fue denegada por la embajada, la cual no se ha pronunciado hasta la fecha. Esto es inaceptable.
Haití está pasando por una calamidad económica y social sin precedentes. Todo está en declive. Derechos humanos y sociales básicos tales como trabajo, agua limpia, servicios de salud y educación y servicio de energía confiable son inaccesibles para la mayoría de los haitianos. El drenaje y el deshacerse de la basura es un lujo que sólo una pequeña minoría disfruta.
Han sido tres años y medio desde que una rebelión derechista y la intervención militar extranjera destrozaron la democracia de Haití y su infraestructura social y civil. El país no se ha recuperado del régimen de dos años de violaciones de los derechos humanos que siguieron al derrocamiento del presidente del país, Jean Bertrand Aristide y las demás instituciones electas el 29 de febrero de 2004.
La elección presidencial de febrero de 2006 abrió un espacio político para que la gente se recuperara y reorganizara. Pero ese espacio podría estar cerrado ahora. Ninguna de las presiones económicas y sociales han sido atacadas, las horrendas condiciones en las prisiones permanecen sin ser cambiadas en su mayoría, y el nuevo gobierno se ha embarcado en un ambicioso programa de privatización y despido de los trabajadores en las instituciones públicas que aún permanecen.
Hay un clamor creciente en Haití para un cambio agudo en el gobierno y las políticas de ocupación, para alejarse de un régimen de política exterior y ocupación militar, hacia un régimen de construcción de caminos, inversión económica, y creación de programas sociales. El presidente René Préval expreso algo de esa preocupación el 1ero de agosto cuando le dijo al visitante secretario general de las Naciones Unidas que la institución tenía que «reinventar» su presencia en Haití y hacer un cambio agudo de recursos hacía programas económicos y sociales.
Lovinsky Pierre Antoine es una voz vital e importante para el creciente movimiento de la gente haitiana por el cambio. Sus campañas de la «Fundación 30 de septiembre» para ganar la liberación de cientos de prisioneros políticos aún detenidos desde el tiempo del ilegal «gobierno interino» de 2004-06. Realiza campañas para los derechos de los 4,000 presos comunes estimados, muchos de los cuales están encarcelados violando la constitución y el código legal del país. La fundación lanzó un fuerte desafío público a las autoridades de la ONU a finales de julio, al mismo tiempo de la visita del secretario general de la ONU Ban Ki-moon: ayúdennos a construir un país prospero o no serán bienvenidos en Haití.
Abramos los periódicos y las ondas aéreas a lo largo de Canadá y Québec a los reportes sobre la situación en Haití y hacia una exanimación critica del papel de Canadá ahí. Es importante que un vigoroso y público debate acerca del destino de Lovinsky se lleve a cabo. Un buen artículo apareció en la edición actual del Montreal Weekly Hour. Se necesitan aún más.
Los simpatizantes de Lovinsky en Haití están llevando a cabo demonstraciones y conferencias de prensa para presionar a las autoridades a conducir una investigación completa para lograr su liberación sano y salvo. Demostraciones exigiendo lo mismo se han tomado lugar en Montreal y San Francisco. Aquí también, se necesita más.
Terminemos con el silencio que rodea la desaparición de Lovinsky Pierre Antoine.
Roger Annis viajó a lo largo de Haití los 5 al 18 de agosto con una delegación investigadora de derechos humanos. Sus reportes pueden leerse en www.thac.ca/blog/9. Es miembro de Haití Solidarity BC, en Vancouver, y de Canada-Haiti Action Network. Se encuentra viajando y hablando a lo largo de Canadá en octubre y noviembre para reportar lo que la delegación encontró. El puede ser contactado en [email protected]
Para contactarse con el Departamento de Asuntos Exteriores del gobierno de Canadá y expresar su preocupación respecto a la desaparición de Lovinsky, llame al 1-800-267-8376. Usted puede mandar un mensaje de correo electrónico a la División de Educación Internacional de Asuntos Exteriores. También se puede contactar a la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), tel: 011-509-244-0650/066, fax: 011-509-244-9366/67; o enviar un fax a la oficina del secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-moon en Nueva York: 212-963-4879.