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Respuesta de la asociación Arcigay

No del Vaticano a la despenalización de la homosexualidad

Fuentes: Agencias / Rebelión

Así lo confirmó a Radio Vaticano el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, quien corroboró el recelo ante la iniciativa de Francia expresado por el representante permanente del Vaticano ante la ONU, Celestino Migliore, en unas declaraciones que recoge hoy la prensa italiana. ‘Obviamente ninguno quiere defender la pena de muerte para los homosexuales, […]

Así lo confirmó a Radio Vaticano el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, quien corroboró el recelo ante la iniciativa de Francia expresado por el representante permanente del Vaticano ante la ONU, Celestino Migliore, en unas declaraciones que recoge hoy la prensa italiana.

‘Obviamente ninguno quiere defender la pena de muerte para los homosexuales, como alguno querría hacer creer’, aclaró Lombardi, quien recordó que el Vaticano no está solo en su posición, pues, dijo, hay 150 estados miembros de la ONU que no se han adherido a la propuesta francesa, que pretende iniciar su camino el próximo 10 de diciembre.

‘Los sabidos principios del respeto a los derechos fundamentales de la persona y de la negación de toda injusta discriminación, que son confirmados y claros en el catecismo de la Iglesia católica, excluyen no sólo la pena de muerte, sino todas las legislaciones penales violentas o discriminatorias hacia los homosexuales’, añadió.

En una entrevista a la agencia de noticias francófona especializada en Vaticano I.Media, Migliore asegura que ‘el catecismo de la Iglesia católica dice, y no desde hoy, que en lo que respecta a las personas homosexuales se debe evitar cualquier muestra de injusta discriminación. Pero aquí la cuestión es otra’.

‘Con una declaración de valor político, suscrita por un grupo de países, se pide a los estados y a los mecanismos internacionales de actuación y control de los derechos humanos que añadan nuevas categorías protegidas de la discriminación, sin tener en cuenta que, si se adoptan, éstas mismas crearán nuevas e implacables discriminaciones’, añade.

Por ejemplo, incide el representante del Vaticano ante la ONU, ‘los estados que no reconocen la unión entre personas del mismo sexo como ‘matrimonio’ serán puestos en la picota y serán objeto de presiones’.

Es en el valor político sobre la declaración de la despenalización de la homosexualidad en lo que el Vaticano no está de acuerdo, según Lombardi.

‘Aquí se trata no sólo de despenalizar la homosexualidad como ha sido escrito, sino de introducir una declaración de valor político que se puede reflejar en los mecanismos de control mediante la fuerza, de los que toda norma (…) que no ponga sobre el mismo plano toda orientación sexual puede ser considerada contraria al respeto a los derechos del hombre’, dijo el portavoz vaticano.

‘Puede convertirse claramente en un instrumento de presión o discriminación contra quien, por ejemplo, considera el matrimonio entre hombre y mujer la forma fundamental y originaria de la vida social y como tal algo que privilegiar’, añadió.

En sus declaraciones, Migliore asegura que todo lo que va en favor del respeto y de la tutela de las personas forma parte del patrimonio humano y espiritual del Vaticano.

La secretaria de Estado francesa de Derechos Humanos, Rama Yade, anunció el pasado 17 de mayo, con motivo de la Jornada Internacional contra la homofobia, la intención de su Gobierno de llevar la despenalización universal de la homosexualidad ante la ONU durante su periodo de presidencia de la UE, que finaliza el 31 de diciembre.

Durísimas las primeras reacciones de la asociación Arcigay: «Es de una gravedad inaudita que el Vaticano, y por tanto, la Iglesia católica en su conjunto, se batan para que esta petición no se apruebe. El hecho supone un auténtico acto de condena de muerte contra los millones de gays y lesbianas que tienen la desgracia de vivir en países sanguinarios».

Arcigay recuerda que en muchos países del mundo se prevén sanciones, torturas, penas e incluso la ejecución capital contra las personas homosexuales. «La excusa dada para que no pase la petición francesa es que a partir de ese momento habría estados a los que se señalaría por no reconocer las uniones gay, cosa que no sólo no tiene ningún sentido, sino que es una patraña cínica y estudiada para esconder lo que el Vaticano quiere en realidad: mantener la pena de muerte y la cárcel para las personas homosexuales».