Traducido para Rebelión por Luis Montilla
El nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, apuesta en Afganistán todavía más fuerte que su predecesor por la escalada militar. Este miércoles anunció que el número de soldados americanos movilizados debe aumentar antes del verano en 17.000 efectivos más. Actualmente son 36.000. El aumento es de casi el 50 por ciento. Por el momento hay estacionados en Afganistán casi 70.000 soldados de la OTAN, entre ellos aproximadamente 4.000 alemanes.
A raíz de la orden de Obama deben llegar en mayo a Afganistán 8.000 marines a los que les seguirán 9.000 soldados en julio, de los que por lo menos 4.000 serán tropas de asalto. El comandante en jefe de todas las tropas estadounidenses y de la OTAN en Afganistán, el general David D. McKiernan, había pedido el año pasado un refuerzo de 30.000 hombres para las tropas estadounidenses. Acto seguido, en enero, 6.000 soldados fueron trasladados a Afganistán. La orden la había firmado todavía George W. Bush. Si finalmente aumenta el número de soldados respecto a la cifra de refuerzo anunciada, lo decidirá Obama tras una «revisión de la estrategia» cuyo resultado se espera para finales de marzo o comienzos de abril.
Los estadounidenses contrarios a la guerra reprochan a Obama que haya ordenado el refuerzo antes de que hubiera más claridad sobre la estrategia futura y antes de que haya por lo menos un plan de fechas para la retirada de las tropas en Iraq, lo que era una de las promesas del presidente durante la campaña electoral.
Obama ha reclamado al resto de los países de la OTAN que aumenten igualmente sus contingentes. Al respecto deben deliberar los ministros de defensa de la Alianza este jueves. Entre otras cosas se hablará del aumento de 3 a 4 meses de la precampaña de las elecciones presidenciales en Kabul que está prevista para el 20 de agosto, aunque inicialmente tuvieran que haberse celebrado en primavera. Según informa Bruselas, el gobierno alemán quiere enviar a Afganistán 600 soldados más para la ocasión.
El portavoz de exteriores de Die Linke (la izquierda) en el parlamento alemán, Norman Paech, criticó el pasado miércoles la decisión del presidente estadounidense: «Un aumento de las tropas agravará la situación. Por eso mismo el gobierno alemán no debería de ningún modo enviar más soldados a Afganistán». Más tropas provocarían inevitablemente una dilatación de la guerra y más víctimas civiles. Al fin y al cabo sólo la masiva consolidación civil puede ayudar a la seguridad y a la estabilidad política. «Es momento para reconocer el fracaso en Afganistán y retirar las tropas alemanas» pidió Paech.
También el presidente de la Subcomisión para Seguridad y Defensa en el Parlamento europeo, el político de la CDU Karl von Wogau, advirtió: «Una estrategia que conduce a que sean asesinados más mujeres y niños, sólo siembra el odio».
Según una información mostrada en martes por la ONU, el año pasado el número de civiles afganos asesinados aumentó un 40 por ciento respecto a 2007. Las Naciones Unidas dicen que el 39 por ciento de las víctimas sale de las cuentas de los ataques de la OTAN y el 55 por ciento son imputables a los talibanes. El resto de las víctimas no esta claro dónde colocarlas. El miércoles se hizo público tras un ataque aéreo de EE.UU. en la provincia fronteriza occidental de Herat, que la policía local encontró entre los 16 muertos, seis mujeres y tres niños. Por el contrario, el portavoz militar estadounidense afirmó que todas las víctimas eran talibanes.