Activistas aprovecharán la conmemoración este lunes 19 del Día Mundial del Inodoro para insistir en que el agua y el saneamiento deben tener prioridad en las nuevas Metas de Desarrollo Sostenible (MDS). La directora de sostenibilidad de la organización WASH Advocates, Jennifer Platt, dijo a IPS que el Día Mundial del Inodoro será una gran […]
Activistas aprovecharán la conmemoración este lunes 19 del Día Mundial del Inodoro para insistir en que el agua y el saneamiento deben tener prioridad en las nuevas Metas de Desarrollo Sostenible (MDS).
La directora de sostenibilidad de la organización WASH Advocates, Jennifer Platt, dijo a IPS que el Día Mundial del Inodoro será una gran oportunidad para pensar en agua, saneamiento e higiene.
Esos temas son la base de la salud pública, y por tanto deben ser los primeros en ser considerados en cualquier iniciativa de desarrollo, sostuvo.
«El agua, el saneamiento y la higiene sostenibles para todos deben ser sin duda incluidos entre las principales MDS que se fijarán para después de 2015», cuando venza el plazo para los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio, subrayó.
El agua y el saneamiento no constituyen uno de los ocho Objetivos primarios, sino que están mencionados dentro del que propone lograr la sostenibilidad ambiental. La meta para 2015 es reducir 50 por ciento la proporción de personas sin acceso a agua potable o saneamiento.
Actualmente, más de 800 millones de personas no tienen acceso a agua potable, y más de 2.500 millones viven sin saneamiento adecuado.
La mayoría de los países del Sur en desarrollo han hecho limitados progresos en la provisión de agua potable, pero las metas sobre salubridad siguen lejos de ser alcanzadas.
Platt sostuvo que el documento en discusión en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre las MDS constituye un alarmante ejemplo de la continua omisión del tema en muchas agendas internacionales de desarrollo.
Alrededor de 2.500 millones de personas aún carecen de saneamiento, y por tanto el tema no habrá de resolverse de la noche a la mañana, indicó.
«Se puede decir que tener agua, saneamiento e higiene sostenibles asegura la eficacia de cada una de las áreas, como empleo juvenil, eficiencia energética, seguridad alimentaria, ciudades sostenibles y manejo de océanos», añadió.
Mientras, Hannah Ellis, administradora de campañas internacionales de la organización WaterAid, con sede en Londres, dijo a IPS que el agua y el saneamiento eran derechos humanos básicos que apuntalan la salud, la educación y el sustento de las personas.
Los problemas asociados con la falta de acceso impactan prácticamente en todos los aspectos del desarrollo humano.
Los Objetivos del Milenio expirarán en menos de tres años, y, sin embargo, uno de cada 10 habitantes del planeta aún no tiene acceso a agua potable, y cerca de 40 por ciento de la población mundial carece de acceso a servicios de salubridad adecuados, indicó.
«Si continúan las actuales tendencias, la meta de reducir a la mitad la proporción de personas que viven sin servicios adecuados de saneamiento se alcanzará recién en 2165, 150 años después de lo previsto», alertó.
«Sería buen comienzo fijar una nueva meta para lograr el acceso universal a servicios básicos de agua y saneamiento para 2030», sostuvo.
En tanto, Nick Burn, jefe de programas en la organización Water For People, dijo a IPS que el agua y el saneamiento jugaban un papel vital en el desarrollo socioeconómico de los países, y por tanto debían ocupar un lugar central en las nuevas metas.
«Sin embargo, cuando definimos el éxito simplemente con tener acceso a infraestructura, nos negamos a ofrecer una solución permanente que permitiría un desarrollo sostenible general», indicó.
Solo instalar retretes no alcanza. A veces se rompen y nadie los repara, o se llenan y no hay nadie para volcar su contenido en tanques sépticos, ejemplificó.
«Esta es una falla del desarrollo internacional, pues no provee un servicio que se mantenga en el futuro», sostuvo.
Para avanzar se deben establecer servicios de agua y saneamiento duraderos.
«Debemos supervisar nuestros progresos hacia esa meta con indicadores claramente definidos que constaten si los servicios provistos son adecuados y atienden las crecientes demanda de las poblaciones en expansión», dijo Burn.
Mientras, el gobierno de Finlandia, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, ONU Mujeres, WaterAid y la relatora especial de las Naciones Unidas sobre el derecho humano al agua potable y al saneamiento divulgaron un comunicado conjunto llamando a incluir específicamente el tema en la nueva agenda de desarrollo.
Los Objetivos del Milenio lograron captar la tan necesaria atención sobre problemas antes marginados, como la defecación al aire libre, la mortalidad materna e infantil y la necesidad de un acceso sostenible al agua potable.
«La comunidad internacional aprendió de este proceso, y ahora debe procurar uno más alto», reza la declaración.
En vísperas del inicio de las consultas sobre las MDS, «creemos que el mundo debe alcanzar los Objetivos del Milenio y construir sobre ellos, pero también debe elaborar 11 metas aún más ambiciosas».
«Las metas deben crear incentivos para el cambio, un cambio que alcance a cada persona», añade el texto.
La declaración conjunta también sostiene que la futura agenda de desarrollo debe tener la misión de afrontar uno de los más persistentes desafíos de la humanidad: las desigualdades en el acceso a servicios esenciales.
«Debemos tener un mundo comprometido con el fin del sufrimiento innecesario de miles de millones de personas que continúan viviendo sin saneamiento ni agua potable», insiste.