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La trastienda de la liberacion del sargento norteamericano

Diálogo secreto en Qatar

Fuentes: Página 12

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, visitó Afganistán por sorpresa y felicitó al personal norteamericano que trabajó para el canje de un sargento estadounidense por cinco talibán detenidos en Guantánamo. Hagel aseguró que, una vez acordado el intercambio, el equipo actuó rápidamente para preservar la vida del sargento Bowe Bergdahl, de 28 […]

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, visitó Afganistán por sorpresa y felicitó al personal norteamericano que trabajó para el canje de un sargento estadounidense por cinco talibán detenidos en Guantánamo. Hagel aseguró que, una vez acordado el intercambio, el equipo actuó rápidamente para preservar la vida del sargento Bowe Bergdahl, de 28 años.

De acuerdo con la BBC, los líderes talibán y los negociadores de Estados Unidos se encontraron en Qatar hace tres años para discutir la liberación de Bergdahl, el único prisionero de guerra norteamericano cautivo en Afganistán. Pero entonces las conversaciones se frustraron cuando los estadounidenses presionaron por entablar un proceso de paz. El gobierno afgano trató de detener las negociaciones, indignado porque el talibán abrió una delegación oficial en Qatar; sin embargo, los contactos continuaron de forma secreta, con los mediadores qataríes. El presidente afgano Hamid Karzai fue informado del canje de prisioneros una vez que los detenidos fueron liberados. Los cinco afganos fueron llevados de Cuba (Guantánamo) a Qatar y no podrán salir del país por al menos un año.

Hagel llegó a la base militar de Bagram, próxima a Kabul, en la provincia afgana de Khost, un día después de la liberación del sargento Bergdahl, quien había sido capturado en 2009. Mientras Hagel llegaba al país, el vicepresidente del Alto Consejo de Paz afgano, Abdul Hakim Mujahid, daba la bienvenida a la liberación de los líderes talibán, medida a la que calificó como un gran paso que, dijo a la agencia local AIP, podría afectar positivamente al proceso de paz en Afganistán. El vicepresidente del órgano creado para mediar en el diálogo entre el gobierno afgano y los talibán afirmó que gestos como ése muestran a todos cómo emplear la vía pacífica a la hora de dar pasos importantes en el proceso de negociación.

Durante su visita sorpresa a Afganistán, Hagel alegó, para justificar el canje, que los servicios de inteligencia estadounidenses revelaron que la salud y la seguridad de Bergdahl estaban en peligro, por lo que debía ser liberado de inmediato. Idéntico argumento esgrimió el presidente Barack Obama ante la pregunta de por qué la Casa Blanca había decidido efectuar el canje sin solicitar autorización, como corresponde, al Congreso.

El viaje del alto funcionario se produce además tras la decisión anunciada por Obama el martes de mantener a las tropas estadounidenses en Afganistán luego de la retirada de la misión de la OTAN en el país al finalizar este año. De este modo, Estados Unidos pasará de tener 32 mil soldados en ese país a 9800, reducirá ese contingente a la mitad para fines de 2015 y abandonará todas sus bases militares en Afganistán cuando termine 2016, retiro que coincide con el fin de ocho años de mandato de Obama. El conflicto afgano se encuentra en uno de sus momentos más sangrientos desde la invasión estadounidense que propició la caída del régimen talibán hace doce años. Los talibán habían llegado al poder tras rechazar una invasión soviética que procuraba sostener un gobierno afín a Moscú. Los grupos ahora enfrentados a Estados Unidos contaban entonces con fuerte apoyo de Washington, donde se los presentaba como «combatientes de la libertad». Su feroz guerrilla montañesa terminó siendo fatal para la Unión Soviética, pero Washington pasó a considerarlos terroristas e intenta expulsarlos de sus bastiones, hasta ahora sin éxito.

La cúpula talibán, incluido su líder el mulá Mohamed Omar, recibió con entusiasmo la liberación de los cinco insurgentes canjeados por el sargento Bergdahl, y en la que resultó clave la mediación qatarí. Bowe Bergdahl, entretanto, ya llegó al hospital militar de Landstuhl, ubicado en el sudoeste de Alemania, el más grande de las fuerzas armadas norteamericanas fuera de su territorio, según anunció el ejército. Hasta el momento no se dieron a conocer detalles sobre su estado de salud. Los padres de Bergdahl dijeron ayer que todavía no se comunicaron con él para darle tiempo a adaptarse a su nueva situación, y afirmaron que su hijo no concederá entrevistas por el momento.

Los cinco dirigentes talibán, por su parte, llegaron a Qatar en un avión C-17 de las fuerzas aéreas estadounidenses, según informó el canal qatarí Al Jazeera. Los presos, antiguos miembros de la cúpula talibán, fueron identificados como Khairulá Khairkhwa, Mohamed Fazal Akhund, Norulá Nuri, Abdul Haq Wasiq y Mohamed Nabi. El gobierno de Qatar, cuyo lazo con los grupos salafistas radicalizados se hizo patente durante el alzamiento que iniciaron en Libia y que culminó con el linchamiento de Muammar Khadafi, accedió a recibir, al menos durante un año, a los cinco presos talibán por motivos humanitarios.

Fuente original: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-247591-2014-06-02.html