El famoso lingüista y filósofo estadounidense Noam Chomsky dijo estar aterrorizado por los programas de espionaje de la Administración del presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Según divulgó el domingo el sitio Web ‘Prison Planet’, Chomsky aseguró que durante el mandato de Obama estas medidas han sido ampliadas de manera significativa, calificándolas de una «grave […]
El famoso lingüista y filósofo estadounidense Noam Chomsky dijo estar aterrorizado por los programas de espionaje de la Administración del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Según divulgó el domingo el sitio Web ‘Prison Planet’, Chomsky aseguró que durante el mandato de Obama estas medidas han sido ampliadas de manera significativa, calificándolas de una «grave amenaza a nuestras libertades civiles fundamentales».
Noam Chomsky aseveró que los documentos revelados por Edward Snowden, exempleado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés) de EE.UU., dejan claro que los principios de la Constitución del país norteamericano están siendo quebrantados.
Chomsky insistió en que «la Carta de Derechos de EE.UU., que protege a los ciudadanos estadounidenses de ‘registros e incautaciones irrazonables’ y que garantiza la privacidad de personas y sus domicilios», entre otros, está siendo violada actualmente en este país.
El famoso crítico de las políticas de EE.UU. subrayó que nadie, ni los abogados del Gobierno de Washington, puede «reconciliar estos principios con el asalto a la población», que fue dado a conocer por Snowden, que se encuentra en Rusia como un refugiado.
El exespía norteamericano sacó a la luz el programa de espionaje de EE.UU. que constituye una clara violación de los derechos humanos y de la privacidad, tanto a nivel nacional como internacional, que ha causado una gran indignación en todo el mundo.
Washington no solo espió a sus mismos ciudadanos, sino también espiaba ampliamente a los ciudadanos y líderes de otros países, como la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y la canciller alemana, Angela Merkel.
Sin embargo, las autoridades de Estados Unidos acusan al exfuncionario de la NSA de traición a su país por lo que exigen su extradición para ser juzgado por espionaje.