Las autoridades australianas declararon el viernes el estado de emergencia para la capital del país, Canberra, así como en las regiones circundantes, ya que el aumento de las temperaturas y los fuertes vientos amenazaban con provocar un gran incendio forestal que escape al control de los bomberos. Andrew Barr, ministro responsable del Territorio de la […]
Las autoridades australianas declararon el viernes el estado de emergencia para la capital del país, Canberra, así como en las regiones circundantes, ya que el aumento de las temperaturas y los fuertes vientos amenazaban con provocar un gran incendio forestal que escape al control de los bomberos.
Andrew Barr, ministro responsable del Territorio de la Capital Australiana (ACT, por sus siglas en inglés), dijo que la decisión de declarar el primer estado de emergencia desde los mortales incendios forestales de 2003 refleja el peligro potencial a que estará expuesta la ciudad durante el fin de semana.
Las autoridades dijeron que un incendio incontrolado en el sur del ACT, a las puertas de Canberra, se había extendido hasta abarcar unos 185 km2, casi el 8% de la superficie del territorio.
«Este incendio puede llegar a ser muy impredecible. Puede volverse incontrolable», dijo Barr a los periodistas en una sesión informativa televisada. «La combinación de calor extremo, viento y un terreno seco pondrá en peligro los suburbios del sur de Canberra».
El Parlamento de Australia está ubicado en Canberra, la cual también es sede de varias instituciones gubernamentales e independientes, así como de varios museos nacionales. Durante los incendios que azotaron la ciudad en 2003 cuatro personas murieron y casi 500 viviendas fueron destruidas.
El estado de emergencia declarado el viernes durará 72 horas, lo que dará a las autoridades mayores poderes para ordenar evacuaciones, cerrar carreteras y tomar el control de propiedades privadas.
También se espera que el efecto de la ola de calor se propague a través de los estados de Victoria y Nueva Gales del Sur durante el fin de semana, donde en la actualidad siguen activos unos 80 incendios.
En la vecina Nueva Zelanda, donde el humo de los fuegos australianos ha oscurecido con un tono marrón los glaciares, los bomberos luchan por contener unos 25 incendios que se han extendido rápidamente hasta cubrir unas 100 hectáreas en la Isla del Sur. También se ha pronosticado una ola de calor en gran parte del país durante el fin de semana.
Australia lleva luchando desde septiembre contra unos incendios forestales que se han extendido por toda su costa oriental, cobrándose la vida de unas 33 personas y unos 1.000 millones de animales. Alrededor de 2.500 hogares han sido destruidos a lo largo y ancho de los más de 11,7 millones de hectáreas (117.000 km2) que han sido arrasadas por las llamas.
Acontecimientos clave del viernes en la crisis de los incendios forestales:
* Hay 58 incendios activos en el estado de Nueva Gales del Sur, 20 en el de Victoria y 22 en el de Australia del Sur.
* Los pronósticos apuntaban a que las temperaturas en los estados de Nueva Gales del Sur y Victoria alcanzarían el viernes los 40 grados centígrados.
* El Operador del Mercado de Energía de Australia, en un intento por prevenir la escasez de suministro, instó a los habitantes del estado de Victoria a restringir el uso de energía el viernes por la tarde, cuando se espera que la demanda alcance su punto máximo debido a una humedad inusualmente alta.
* El primer ministro australiano, Scott Morrison, quien según los críticos no ha hecho lo suficiente para abordar el impacto del cambio climático, prometió el viernes la financiación de proyectos de reducción de emisiones como parte de un paquete de 2.000 millones de dólares australianos (1.370 millones de dólares estadounidenses) para aumentar el suministro de gas en Nueva Gales del Sur.
($1 = 1.4622 dólares australianos)