Un día histórico en Nueva York
El 4 de junio el Consejo de Seguridad de la ONU celebró su reunión 9929. Sus diez miembros rotativos suscribieron una propuesta de resolución sobre la urgencia de que Israel permiitiera el acceso de ayuda humanitaria a Gaza y que básicamente decía: no existe motivo para hacer sufrir a los civiles; los rehenes deben ser liberados; existe riesgo grave de hambruna generalizada y mortal; se debe permitir inmediatamente el ingreso de ayuda humanitaria a los civiles.
Uno de los integrantes leyó la propuesta de resolución. Carolyne Rodrigues Birquett, embajadora de Guyana y actual presidenta del Consejo, puso el texto a votación. En primer lugar preguntó, ¿votos a favor?: catorce de los 15 integrantes levantaron la mano en señal de aprobación. Posteriormente preguntó, ¿votos en contra?: Solo uno, Estados Unidos. Su voto fue en realidad un veto. Con esa acción brindó impunidad al gobierno de Israel. A partir de ese momento comenzó la discusión.
Un mensaje a Palestina
Amar Bendjama, embajador de Argelia, Egresado de la Escuela Nacional de Administración,
Especializado en diplomacia y miembro de la generación autodenominada Franz Fanon dijo: Los 10 miembros electos de este Consejo, se pueden sentir orgullosos de haber promovido una resolución humanitaria. Su iniciativa y el voto de 14 integrantes de esta instancia es un mensaje al pueblo de Palestina: No están solos. También es un mensaje, complementó, al gobierno israelí: el mundo está observando lo que hacen. El embajador se encontraba sentado por una circunstancia alfabética, el primero cuyo país estaba sentado al inicio del círculo estaba contiguo a United States, el cual alfabéticamente le correspondía el último lugar, y al estar en círculo prácticamente se codeaban. El diplomático argelino prosiguió, el escudo de impunidad que le brindó Estados Unidos al gobierno de Israel debe caer. El asesinato de niños palestinos no puede pasar desapercibido. La muerte por hambre no puede ser legitimada como arma.
El testimonio de un médico estadounidense
El representante argelino continuó su alocución, en la reunión del pasado 28 de mayo, escuchamos el testimonio de un médico sobre la muerte de niños. Se refiere a una sesión en la que el médico estadounidense Feroze Sidhwa declaró “Durante las cinco semana que pasé en Gaza no vi ni traté a ningún combatiente. Mis pacientes, niños de seis años, tenían metralla en el corazón. El 18 de marzo, prosiguió el galeno, Israel rompió el cese al fuego. Llegaron 221 pacientes al Hospital Médico Nasser, 90 murieron a su llegada. Casi la mitad eran niños gravemente heridos.
Reino Unido: Familias bajo fuego
Al seguir el video y las notas dejan constancia de la intervención de Barbara Woodward, quien señaló, haber votado a favor, de la resolución, porque Reino Unido, que apoya a su aliado Israel y defiende su legítima defensa, considera urgente la liberación de los rehenes y el flujo de ayuda humanitaria. El gobierno de Israel, agregó expande sus actividades militares en Gaza, de manera desproporcionada, injustificable y contraproductiva para obtener la liberación de los cautivos, poner fin al conflicto y garantizar su propia seguridad. El gobierno israelí complementó restringe severamente el flujo de ayuda humanitaria a la población civil. Además, ha dicho que está proveyendo ayuda, pero muchas familias, desesperadas por obtener comida para alimentarse han sido asesinadas al acercarse a los escasos puestos que ofrecen alimentos, lo cual ha sido permitido por el gobierno isaraelí y es inhumano.
China: el veto estadounidense sumió a Gaza en la oscuridad
El embajador de la República Popular China, Fu Kong, dijo que en Gaza, las personas piden un cese al fuego. Actualmente se encuentran entre la vida y la muerte por hambre y sed. Esas personas esperan la ayuda del Consejo de Seguridad. El voto de Estados Unidos impidió el cese de su sufrimiento. El veto ha sumido a 2 millones de personas en la oscuridad de la falta de esperanza. En estos más de 600 días, fustigó, han muerto 54 mil personas. Israel continúa su ofensiva militar y su bloqueo de la ayuda humanitaria ha convertido Gaza en un infierno viviente. La mayor parte de la población está al borde de la muerte por hambre. Los civiles son asesinados cotidianamente. La ayuda “humanitaria” proporcionada por Estados Unidos e Israel,
viola los principios de imparcialidad, independencia y neutralidad exigidos por la ONU. Además sentenció: todos hemos sido testigos de la militarización de la ayuda humanitaria, el ataque intencional perpetrado contra escuelas y hospitales, así como del asesinato de periodistas y trabajadores humanitarios. Israel está violando claramente la ley. El cumplimiento de la ley es obligatorio, argumentó. La aplicación de estándares diferenciados erosiona la justicia y la credibilidad en el derecho internacional, las acciones de Israel exceden por mucho cualquier definición por más amplia que sea de rescate de rehenes, y obstaculiza el cese al fuego y la paz.
Pakistán: una sesión indeleble en la memoria
El embajador de Pakistán, Asim Iftikhar Ahmad, interrogó a los presentes: ¿cuántos gritos de niños, tenemos que oír?, ¿cuánto sufrimiento tenemos que presenciar?, ¿cuánta evidencia más necesitamos, para decir ya basta? Gaza es actualmente un infierno. Han muerto 18 mil niños. Muchos no han podido ser sepultados. Muchos están entre los escombros, lamentó. Esta sesión, espetó, quedará indeleble en la memoria por la complicidad con esos crímenes que violan el derecho humanitario cuya custodia recae en este Consejo. En su alocución prosiguió: Palestina tiene derecho a la autodeterminación; su territorio debe regresar a los límites que tenía en 1967. El veto, remató el diplomático pakistaní brindó impunidad a Israel, el país ocupante.
Considero que la sesión fue histórica, la propuesta de resolución aprobada por 14 miembros del Consejo envía el mensaje de que el pueblo palestino no está solo y de que el mundo entero está observando lo que hace el gobierno israelí. Ocurrió en Nueva York. En la sala del Consejo. Al fondo de las fotografías de la sesión pueden apreciarse las anclas, el trigo y los corazones que representan fe, esperanza y caridad en el mural de Per Krohg.
Alberto Betancourt es historiador y coordinador del Observatorio del G20
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