Recomiendo:
0

Acuerdo histórico entre Estados Unidos e Irán

Fuentes: Rebelión

Tras las últimas semanas de idas y vueltas en las negociaciones, seis potencias mundiales e Irán pudieron cerrar un acuerdo histórico, que involucra el levantamientos de las sanciones al país persa como así también el control del desarrollo nuclear del mismo. En varias oportunidades el G5+1 (EE.UU., Rusia, China, Francia, Gran Bretaña e Inglaterra) se […]

Tras las últimas semanas de idas y vueltas en las negociaciones, seis potencias mundiales e Irán pudieron cerrar un acuerdo histórico, que involucra el levantamientos de las sanciones al país persa como así también el control del desarrollo nuclear del mismo.

En varias oportunidades el G5+1 (EE.UU., Rusia, China, Francia, Gran Bretaña e Inglaterra) se arrimó a la posibilidad de cerrar el trato, pero siempre se quedaban en la puerta, por diversos motivos.

Esto ha hecho que el plazo de cierre de negociaciones se prolongue en tres ocasiones los últimos quince días. El plazo inicial cerraba el 30/06 del corriente año, pero las potencias mundiales se vieron en la obligación de extender la fecha de cierre para finalmente lograr un acuerdo.

Las principales diferencias a resolver fueron dos: EE.UU. pedía que Irán no tenga más de 6500 centrifugadoras de Uranio (elemento clave para la generación de bombas atómicas), por otro lado ofrecía levantar las sanciones de forma gradual, cuestión que trabó las negociaciones.

Finalmente se logró cerrar un acuerdo histórico para ambos países, el cual tuvo más de dos años de negociaciones. El mismo es de gran importancia para ambas potencias, ya que EE.UU puede darse el lujo de controlar la producción nuclear de Irán, mientras que el país persa podrá desarrollar su economía contemplando el levantamiento de las sanciones que lleva a cuestas y que lo aíslan internacionalmente.

La ONU asegura la disminución, por parte de Irán, de producción de uranio y plutonio, a través de un régimen de inspecciones continuas que quedará a cargo de la Agencia Internacional de Energía Atómica. Se entiende que las instalaciones nucleares iraníes continuaran su funcionamiento, pero ahora con un control sobre su accionar. En lo que concierne a las sanciones sobre Irán, el levantamiento de las mismas impactará sobre varios sectores: bancario, financiero, petroquímico, comercial, transporte, entre otros.

Contexto histórico

Repasemos brevemente el contexto que hace del tratado algo histórico. En 1953 la CIA junto con el Reino Unido, llevaron adelante un golpe de Estado en Irán, denominado Operación Ajax, donde se derrocó al primer ministro Mohammed Mosaddeq, quien llevaba a cabo un gobierno de corte popular. Tras la nacionalización del petróleo, las potencias mundiales decidieron intervenir, para devolver el poder de Irán al Sha (Emperador) Mohammad Reza Pahlaví.

El gobierno monárquico arrastró numerosas protestas sociales y descontentos, con el correr de los años. Estas protestas provinieron de distintas facciones: religiosos, democráticos, socialistas, reformistas, marxistas, etc. Finalmente en 1979, se produjo la Revolución Iraní de corte islámica. El líder de la misma fue el Ayatolá Jomeini, quien intentó agrupar a muchos de estos grupos detrás de él, luego de hacerse con el poder, derrocando al Sha.

La revolución marcó definitivamente las malas relaciones diplomáticas entre Irán y los Estados Unidos, que hasta el día de la fecha perduran. Si bien la revolución fue lentamente acaparada por el clero chiíta (burguesía islámica), las discrepancias entre las potencias no fueron superadas nunca, de hecho se acrecentaron por constantes diferencias políticas. 

¿Cómo sigue?

En este contexto histórico llegamos al acuerdo firmado actualmente. La historia muestra que no será fácil de cumplir y habrá que estar atentos al accionar de cada país y demás potencias regionales.

Pese al cierre de forma positiva de las negociaciones, existen sectores de gran peso mundial que no están a favor de lo firmado. Primordialmente el principal aliado estadounidense en la región, Israel, donde su primer ministro, Banjamín Netanyahu, manifestó en varias oportunidades el peligro del acuerdo para Medio Oriente, alegando que solo servirá para que Irán compre mayor armamento.

Por otro lado, se estima que el congreso de Washington (mayoría republicana) votará en contra del trato; de igual manera Obama ya afirmó que vetará la decisión. El veto es irrevocable a menos que los oponentes recojan dos tercios de los votos. Por esto mismo EE.UU. deberá persuadir a su principal aliado en la región, como así también a las monarquías del Golfo, los cuales ven a Irán como la principal amenaza de Medio Oriente.

Por último, es bueno aclarar que los medios de comunicación ya dieron a conocer que EE.UU cuenta con un plan B, en caso de no cumplirse lo pactado. El mismo consta con la utilización de bombas MOP, dispositivos que son lanzados desde las alturas y al caer se entierran varios metros bajo tierra antes de explotar. La intención de estos aparatos es destruir cualquier tipo de instalación subterránea.

El mundo entero tendrá que estar atento con el cumplimiento o no de este acuerdo que es, junto al regreso de las relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU., la gran apuesta del presidente Obama. 

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.