La comandancia estadounidense en Afganistán reconoció la muerte de 37 civiles en un bombardeo en la provincia de Kandahar. El ataque se produjo en el pueblo de Wech Bagthu, en el distrito de Shah Wali Kot. Las víctimas, la mayoría mujeres y niños, celebraban una boda. Entre la treintena de heridos estaba la novia. «Los […]
La comandancia estadounidense en Afganistán reconoció la muerte de 37 civiles en un bombardeo en la provincia de Kandahar. El ataque se produjo en el pueblo de Wech Bagthu, en el distrito de Shah Wali Kot. Las víctimas, la mayoría mujeres y niños, celebraban una boda. Entre la treintena de heridos estaba la novia. «Los ataques se prolongaron desde las tarde hasta la medianoche. Entonces, las fuerzas estadounidenses entraron en el pueblo y sacaron a todos los hombres de sus casas, a quienes esposaron. Cuando vieron el desolador panorama y la destrucción de las viviendas los dejaron en libertad permitiéndoles trasladar a los heridos al hospital», relató el clérigo Mullah Mohammad Asim.
«He perdido a mi madre, dos hijos, un nieto, un sobrino y una prima», manifestó el padre de la novia, Roozben Khan. El novio logró sobrevivir, no así su hermano y padres.
Testigos relataron que horas antes del bombardeo hubo un enfrentamiento entre tropas extranjeras y los talibán.
«Los ancianos dijeron al equipo conjunto de investigación que un gran número de milicianos había llegado a Wech Bagthu y que dispararon contra las fuerzas de la coalición y el Ejército afgano desde algunas viviendas», concluyó el equipo de investigación de EEUU. El viernes visitó a los heridos y a las familias de las víctimas en el hospital y distribuyó entre ellos «pagos en señal de condolencia». El coronel Greg Julian, portavoz de las fuerzas de EEUU, se limitó a «lamentar esta trágica pérdida de vidas inocentes» y expresar sus condolencias.
Por otra parte, dos militares españoles murieron y otros cuatro resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, en un atentado perpetrado ayer con una furgoneta cargada de explosivos y conducida por un kamikaze a 80 kilómetros al sur de Herat. La ministra de Defensa, Carme Chacón, que viajó a Afganistán, informó que las víctimas pertenecían a la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable.
El ataque se produjo a las 12.30 (las 9.00 en Euskal Herria) en el distrito de Shindad. La furgoneta, de marca Toyota, se lanzó contra un convoy compuesto por doce camiones afganos, seis blindados españoles y dos equipos estadounidenses.
Fuentes militares indicaron que la cantidad de explosivo utilizada podría haber destrozado un carro de combate.