Africa, el cambio climático, las resistencias al imperialismo y a la guerra, las luchas contra la globalización corporativa, la inmigración han sido algunos de los temas centrales de la contracumbre organizada por G8 Alternatives este domingo, 3 de julio, en Edimburgo bajo el lema «Ideas para cambiar el mundo». En total, 9 conferencias centrales y […]
Los análisis planteados en los diferentes debates han tenido una fuerte carga política y la coalición «Make Poverty History» («Haz que la pobreza pase a la historia») ha sido el foco de importantes criticas. No en vano toda la prensa británica, independientemente de su orientación política, se felicitaba hoy de la masiva manifestación que tuvo lugar ayer en el centro de Edimburgo con unas 250 mil personas y, en especial, dedicaban sus páginas centrales a hacer un seguimiento exhaustivo de los 8 conciertos que se celebraron ayer en paralelo en los diferentes países miembros del G8, organizados por Bob Geldof and co.
El líder de Respect, George Galloway, que ha participado en una de las conferencias inaugurales de la contracumbre, señalaba la contradicción existente: «¿Cómo pueden Blair y Brown saludar y felicitar a los manifestantes que supuestamente están en contra suyo? Esta es la cuestión!». Según Galloway, no se trata de pedir caridad a los líderes del G8 sino de exigirles responsabilidades. Para Galloway, si Blair ha colocado el tema de la pobreza en África en el temario de la agenda del G8 no es casualidad, sino que se debe a la voluntad de enviar un mensaje despolitizado que no suponga un desafio político, como sería tratar la cuestión de la pobreza en América Latina o en el mundo musulmán, donde hay una fuerte resistencia popular.
Geldof, Bono and co. no han hecho nada más que contribuir a esta estrategia y poner en el centro de la notícia a las estrellas del pop rock en lugar de señalar el problema real. Como han dicho buena parte de los ponentes en el transcurso del día de hoy, la cuestión no es acabar con la pobreza, sino con aquellos que la generan: el G8 y el sistema capitalista. Para muchos de los organizadores y participantes en las protestas en Escocia leer en la prensa británica de hoy que el multimillonario norteamericano Bill Gates había salido al escenario en el concierto de Live 8 celebrado ayer en Hyde Park tan solo podía ser una broma o una falta de respeto. Por desgracia, Gates estuvo en Londres para pedir «Make Poverty History».
Una de las conferencias inaugurales de hoy «Resistiendo al imperialismo y resistiendo a la guerra» ha puesto sobre la mesa los intereses imperialistas tanto de Estados Unidos como de la Unión Europea, la lucha del pueblo palestino y los retos del movimiento contra la guerra. Acompañado de otros representantes del movimiento anti-guerra, Galloway ha senalado como el no al referéndum en Francia y en Holanda forma parte del camino hacia Edimburgo para decir no a los señores de la guerra.
Otra de las sesiones que ha despertado mas expectación ha sido la conferencia «África: ¿pueden Blair y Brown cumplir sus promesas?» que ha reunido a diferentes representantes de organizaciones africanas que han denunciado la supuesta buena voluntad de Blair, Brown, Geldof y sus pop stars. Como afirmaba Dennis Brutus de Jubileo Sur: «el G8 es el responsable del sufrimiento de África, ellos son los culpables». En el mismo sentido se posicionaba Trevor Ngwane del Foro contra la Privatización en Sudáfrica. Para Ngwane, el G8 y el capital financiero utilizan la deuda como vía para continuar robando a África y diciendo a sus gobiernos lo que tienen que hacer. A la vez que el propio gobierno sudafricano desarrolla una estrategia subimperialista y expande su capital financiero al resto de países del continente.
Para Ngwane, la auténtica resistencia no son las pop stars ni los multimillonarios como Bill Gates, que amasan su fortuna a base de beneficiarse de un sistema que genera pobreza y explotación, sino que la auténtica resistencia son la gente de África que se enfrenta a la globalización capitalista y la gente de los países del G8 que desafían a sus propios gobiernos. Citando a Ngwane, «el G8 es el problema, su sistema es el problema. Un sistema que antepone los beneficios a las personas. Para conseguir que la pobreza pase a la historia, primero tenemos que hacer que el G8 pase a la historia y que su sistema capitalista pase a la historia».
Esther Vivas. Miembro de la redaccion de Viento Sur