Se construirá la primera planta nuclear en el puerto de Bushehr, a orillas del Golfo Pérsico luego de un acuerdo entre ambos países. La obra estará lista para septiembre de 2007.
Según informó un vocero de la Agencia Atómica rusa la planta será desarrollada con la colaboración de Teherán luego de que el jefe de la delegación nuclear iraní en Moscú se quejara de las demoras en establecer un plazo para su finalización y advirtiera que su país terminaría la construcción del proyecto por su cuenta.
Si bien Estados Unidos ha hecho repetidos llamados para que Rusia deje de cooperar en el campo nuclear con Irán, Moscú se ofreció a construir una central compartida en Rusia para enriquecer uranio para Irán.
Según distintas fuentes ambas partes sostienen que las demoras se deben a problemas técnicos, más que a la discusión sobre el desarrollo nuclear iraní. Además, varios analistas sostienen que la decisión del presidente ruso, Vladimir Putin es de no poner en peligro la relación económica valiosa con Teherán, a pesar de las críticas que pueda recibir de Washington.
Es de gran conocimiento la campaña realizada por Estados Unidos en contra del programa nuclear iraní. Sin ningún tipo de pruebas, Washington sostiene que Irán pretende obtener armas nucleares. Algo que Teherán niega rotundamente, afirmando su intención de que su desarrollo atómico es puramente pacífico.
No conforme con estas falaces acusaciones, en reiteradas ocasiones George W. Bush a acusado a Irán de ser «patrocinador del terrorismo».
En primer lugar, cabe destacar que días atrás la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) calificó de «ultrajante» y «deshonesto» el informe presentado recientemente por el Comité de Inteligencia del Congreso estadounidense sobre el programa nuclear iraní, según manifestaron a la prensa internacional voceros diplomáticos vinculados con esa agencia, con sede en Viena, Austria.
Asimismo, un informe de la AEIA describe que para poder llegar a la etapa de producción de armas nucleares «el uranio debe tener un enriquecimiento de 90 por ciento y hasta el momento los laboratorios de las plantas centrifugadoras iraníes sólo han logrado producir ese material a un 3,8 por ciento». Luego agrega «que se desmiente lo afirmado en el informe estadounidense en cuanto a que Irán expulsó a uno de sus inspectores por no haberse adherido a un compromiso político tácito para impedir contar toda la verdad sobre el programa nuclear de Irán».
De esta forma queda al desnudo una vez más las artimañas que encierran las maniobras del Gobierno estadounidense en imponer este discurso bajo el amparo de su autoproclamada «guerra contra el terrorismo» en pos de la creación de su imperio. Discurso que llevó en los últimos años a la invasión de Afganistán con la excusa de capturar a Osama Bin Laden, a la destrucción y posterior ocupación de Irak, con sus supuestas armas de destrucción; y la lista continúa al parecer con Irán, cos sus respectivas excusas.
Entretanto la cuestión nuclear iraní y sus consecuencias es uno de los temas que más preocupan a nivel geopolítico mundial, y las voces se agitan constantemente. Rusia, China en hace pocas semanas Francia, contrariamente a Estados Unidos y Gran Bretaña, abogan por el dialogo con Irán. Este clima preocupa a la Casa Blanca que oscila hoy entre el diálogo demagógico y pero aun cuenta bajo la manda con la opción militar.
Si a esto sumamos que recientemente Rusia, China y Francia fueron los países que frustraron la aplicación de las sanciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) hacia contra Irán, y el notable apoyo que otorgará Putin a ese país, dados los intereses comerciales, es menos probable, pero no imposible que un ataque militar de Estados Unidos se materialice.
Mientras tanto los tiempos se ampliaron y la cuestión iraní cuenta con una prórroga otorgada hasta principios de octubre próximo. Por el momento, la reunión que mantuvieron los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad-Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Gran Bretaña-, a la que se sumaron Alemania e Italia; deja al descubierto la no urgencia de las sanciones y la escasez de pruebas concretas para involucrar a Irán en la producción nuclear con fines bélicos.
Por su parte, en la reciente Asamblea General de la ONU, el mandatario persa recordó en que el programa nuclear de Irán es pacífico y que está completamente abierto a revisión. Además no pudo dejar de preguntar en Nueva York por qué Naciones Unidas acepta a otros estados en la región que se sabe que fabrican armas nucleares, refiriéndose aparentemente a Israel, Pakistán e India.
Por estas horas la coyuntura parece indicar que la pulseada esta lejos de terminarse y que cada vez más naciones se manifiestan al respecto. La nueva alianza nuclear entre Rusia e Irán, agrega un factor de disuasión importante a favor de Teherán, y esto es de gran intranquilidad para el gobierno de Washington. Hay muchos intereses en juego, muchos sostienen que Irán será el nuevo foco bélico del planeta. Ojalá se equivoquen.