A 37 días del terremoto que asoló Haití y que provocó más de 230.000 muertos y más de un millón de afectados, la ayuda no llega a las víctimas. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se queja por los medios de comunicación haitianos de la pésima organización y, por lo tanto, insuficiente distribución de […]
A 37 días del terremoto que asoló Haití y que provocó más de 230.000 muertos y más de un millón de afectados, la ayuda no llega a las víctimas. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se queja por los medios de comunicación haitianos de la pésima organización y, por lo tanto, insuficiente distribución de la ayuda humanitaria.
Mientras tanto la tempoarada de lluvias y huracanes se aproxima según informaciones del gobierno, el cual se muestra preocupado porque no se pueden conseguir las 200.000 carpas en el mercado internacional necesarias para resguardar a los cientos de miles de ciudadanos cuyas casas destruyó el terremoto.
Estos haitianos viven en tiendas de campaña construidas con lo que tienen a mano o encima de las ruinas de los edificios destrozados, lo que no les proporciona ninguna protección frente a las lluvias y vientos que vendrán. El clima próximo se encargará de terminar de destruir la infraestructura afectada por el terremoto, como ocurrió la semana pasada, cuando por la lluvia una escuela terminó de caerse, matando a 4 niños.
Esta situación podría empeorar aún más las cosas en la isla antillana, por eso el pueblo haitiano está saliendo a las calles y rodea el Palacio Presidencial para exigir alimentos, material sanitario y carpas donde poder resguardarse de las lluvias. La vuelta del presidente Aristide es otra de las peticiones que se oyen en estas protestas desde hace unos días.
Los manifestantes han declarado que no dejarán las protestas hasta conseguir la solución a sus problemas.