El líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, en sus últimas reflexiones, plantea la posibilidad de un acontecimiento bélico de grandes magnitudes y graves consecuencias para el mundo, que se desarrollaría en el marco temporal del campeonato Mundial de fútbol, desencadenado por el imperialismo yanqui, con el fin de que su detonante, es decir, su […]
El líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, en sus últimas reflexiones, plantea la posibilidad de un acontecimiento bélico de grandes magnitudes y graves consecuencias para el mundo, que se desarrollaría en el marco temporal del campeonato Mundial de fútbol, desencadenado por el imperialismo yanqui, con el fin de que su detonante, es decir, su comienzo pase lo más inadvertido posible para la opinión pública mundial, la cual se encuentra concentrada y bien informada por todos los medios de comunicación transnacionales y privados, de cada gol y del desenlace de cada uno de los encuentros futbolísticos, pero desinformada de los movimientos de tropas y pertrechos de guerra de EEUU y su aliada Israel contra Irán.
«Habría que preguntarse cuántos, en cambio, han conocido que desde el 20 de junio naves militares norteamericanas, incluido el portaaviones Harry S. Truman, escoltado por uno o más submarinos nucleares y otros buques de guerra con cohetes y cañones más potentes que los de los viejos acorazados utilizados en la última guerra mundial entre 1939 y 1945, navegaban hacia las costas iraníes a través del canal de Suez» dijo Fidel en su reflexión, al introducir el diagnóstico en que se basa.
Lo que dice Fidel, como siempre, es cierto y muy sugerente. La gran parte de la humanidad que no está en guerra, conoce más de Messi, Honda, Donovan, Kaká, Ronaldo o del desastroso desempeño de Francia y de la goleada de Portugal, que de los submarinos con ojivas nucleares que van a tratar de aterrorizar a los iraníes, o incluso de la suerte que han corrido los aún secuestrados por Israel en la Flotilla de la Libertad de ayuda humanitaria a los palestinos de la llamada franja de Gaza que los mantiene incomunicados.
Según la información manejada por el estratega militar cubano, «junto a las fuerzas navales yankis avanzan buques militares israelitas, con armamento igualmente sofisticado, para inspeccionar cuanta embarcación parta para exportar e importar productos comerciales que el funcionamiento de la economía iraní requiere».
Fidel resalta que dos grupos de sanciones contra Irán se tomaron después que EEUU logró la aprobación de sanciones en el Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU), las que pudieron haberse vetado por China o por Rusia que son los países más resistentes ante las amenazas estadounidenses y con el poder de veto en el CSNU. El no hacerlo, le abrió las puertas al Senado estadounidense para adoptar medidas más severas contra Irán y a los halcones de la Unión Europea para adoptar medidas también severas contra la nación persa.
Ahora, la operación militar la están encabezando entre EEUU e Israel, y no es casual entonces que el general de cuatro estrellas Stanley McChrystal, jefe militar de las tropas en Afganistán haya sido sustituido por el jefe del Comando Central para el Medio Oriente, David Patreus, quien controla de forma integral la logística militar estadounidense en toda la región, y con amplias experiencias en Iraq, conocimiento de Irán y de las operaciones militares estadounidenses en Pakistán, así como de las capacidades de Turquía, dos países fronterizos con Afganistán y otro con Iraq.
«Ahora se trata de calcular -dice Fidel- cuándo las fuerzas navales de Estados Unidos e Israel se desplegarán frente a las costas de Irán, y unirse allí a los portaaviones y demás buques militares norteamericanos que montan guardia en esa región».
Para quien domina el arte de la guerra como Fidel, demostrado en la Sierra Maestra a fines de los 50 y luego en la defensa de Angola por más de diez años, hasta la victoriosa batalla de Cuito Cuanavale frente a un enemigo muy poderoso como el entonces ejército racista de Sudáfrica en 1988, sus apreciaciones acerca de los costos que significarían para Estados Unidos atacar a Irán, no deben de ser soslayados por ninguna de las partes.
Le recuerda Fidel a los amenazadores imperiales que el pueblo iraní derrocó al gendarme de EEUU en la región, el Sha de Irán, «sin emplear un arma» y cuando la guerra iniciada por Iraq con apoyo yanqui contra la revolución iraní, los persas sufrieron estragos pero no fueron vencidos. Y en ello, el actual jefe de Estado iraní, Mahmud Ahmadineyad era en esos momentos uno de los jefes militares de los Guardianes de la Revolución más curtidos en aquella guerra que duró varios años.
Estima Fidel que EEUU e Israel subestiman al millón de soldados iraníes que por tierra, mar y aire se movilizarían ante una agresión externa en defensa de la nación persa, la cual estaría reforzada por la movilización de unos 20 millones de hombres y mujeres entre 12 y 60 años que se dispondrían a combatir a cualquier agresor.
Según otra apreciación del estadista caribeño, quien por su sangre también corre la sangre árabe por parte de madre, los planes de EEUU en el 2009 para dividir al pueblo iraní fracasaron, y ante una agresión externa que pudiera convertir a Irán en un desastre tipo Irak, ningún iraní se sumaría a los invasores.
La presencia de Israel, poseedora de la bomba atómica, junto a EEUU, en una región donde otros dos afectados, India y Paquistaní, también posee el arma más letal que ha creado el ser humano, el desencadenamiento bélico contra Irán, por su magnitud, profundidad y significado étnico-religioso, podría involucrar a varios cientos de millones de personas, ante lo cual, China y otros potentes actores como Rusia se verían obligados a no quedarse de brazos cruzados, podría pensarse ahora a partir de la observación de Fidel.
Para concluir sus reflexiones, el estratega Fidel estima que «la realidad cambia las cosas en sentido inverso: la de Irán desatará de inmediato a la de Corea» refiriéndose al orden en que se producirían las guerras alentadas por EEUU, y al mismo tiempo resalta que «la dirección de Corea del Norte, que fue acusada del hundimiento del «Cheonan», y sabe de sobra que fue hundido por una mina que los servicios de inteligencia yanki lograron colocar en el casco de esa nave, no esperará un segundo en actuar tan pronto en Irán se inicie el ataque».
Las reflexiones de Fidel, escritas el mismo día en que se conmemora un aniversario de la famosa batalla de Carabobo que le dio la victoria definitiva a Simón Bolívar en Venezuela contra las tropas españolas, evocan al final de ellas la obra de la Revolución Cubana y la conducta intachable de todo un pueblo, por lo que previene a los niños y los jóvenes del peligro que se avecina, precisamente «cuando los sueños más revolucionarios se están cumpliendo y la Patria se recupera firmemente».
¡Cómo me gustaría estar equivocado! termina exclamando Fidel.