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«Castigo colectivo» de la ONU contra los pobres de Haití

Fuentes: Rebelión

Traducido para Rebelión por José L. Vivas

Mientras que los habitantes del barrio costero de chabolas de Cite Soleil en Haití siguen sin salir de su asombro por la mortal operación militar de la ONU en diciembre último, surgen temores por el brote de nuevas formas de castigo colectivo a medida que la única fuente de agua corriente de la comunidad está siendo paulatinamente destruida. Ataques semanales y a veces diarios en Cite Soleil han provocado grandes daños en el sistema público de suministro de agua, debido a que balas perdidas han perforado las tuberías de agua y, más recientemente, también una gran torre de agua ubicada sobre el extenso barrio de chabolas de cartón, bloques de hormigón, y techos de hojalata.

La población de Cite Soleil se ve hoy obligada a caminar varios kilómetros cargando pesados cubos de plástico para recoger agua. Grandes camiones cisternas tienen el permiso de las fuerzas de la ONU para suministrar agua, pero ésta se vende luego a especuladores privados y a vendedores, y la mayor parte de los 500.000 habitantes de Cite Soleil carece de medios para comprarla.

Según el director del Instituto para la Justicia y la Democracia en Haití, Brian Concannon, «esto ya va pareciendo una forma de castigo colectivo contra la población de Cite Soleil. Aquí hay algo más que una simple cuestión de bandas y de presuntos secuestradores». Concannon añade que «si esto fuera solamente un asunto de bandas, entonces ¿por qué la ONU no persigue al Ejército Pequeño Machete en Martissant? Este grupo paramilitar masacró en plena luz del día en agosto de 2005 a espectadores de un partido de fútbol en la misma calle dónde más arriba se encontraba un puesto de observación de la ONU, descuartizando a sus víctimas con machetes. El verano pasado atacó también a otro vecindario, y según informes de prensa asesinó al líder Esterne Bruner el 21 de septiembre pasado, y también al fotoperiodista independiente Jean-Remy Badio el 19 de enero.

Durante todo este tiempo la población de Martissant ha estado reclamando protección a la ONU. El Ejército Pequeño Machete aún controla la zona por medio del terror y la intimidación, a pesar de la presencia de las fuerzas de las Naciones Unidas.

Para ilustrar aún más su punto de vista, Concannon señala a otras bandas en Haití: «bandas pertenecientes al Frente de Resistencia de Gonaives tomaron la comisaría de policía de Gonaives, la cuarta cuidad de Haití, en febrero de 2004. Jamás han sido desarmadas, y algunas de esas bandas, especialmente las lideradas por Wiltfort Ferdinand y Winter Etienne, controlan con regularidad y de forma ostensiva a extensas zonas de la ciudad hasta el día de hoy. A pesar de eso no se ha llevado a cabo ningún ataque de envergadura para desalojarlas. Es difícil dejar de ver aquí una conexión entre las grandes manifestaciones ocurridas en Cite Soleil, y los barrios que fueron seleccionados para llevar a cabo extensas operaciones militares».

El 16 de diciembre de 2006 se produjo una manifestación masiva, con la participación de más de 10 mil personas que exigían el regreso del derrocado presidente Aristide y la liberación de los presos políticos. Las protestas tuvieron lugar en Cite Soleil. Seis días más tarde, el 22 de diciembre de 2006, la fuerzas de la ONU lanzaban otra amplia operación militar dentro de Cite Soleil, matando a cerca de 30 personas, según testimonio de residentes, e hiriendo a muchas más, incluida una mujer embarazada de seis meses que declaró haber sido baleada en el abdomen desde un vehículo blindado de la ONU, lo que provocó la muerte instantánea de su hijo nonato de seis meses.

Fuente: Haiti Information Project, http://www.haitiaction.net/News/HIP/1_30_7/1_30_7.html