Maria Luisa Cisternas | 

Bajo el lema “solo el pueblo ayuda al pueblo” que endosó el estallido social, se ha evidenciado un auge de las ollas comunes para afrontar la cesantía y el hambre que ha generado la pandemia

Los antecedentes se alinearon de manera natural con el pronóstico de que el tsunami de la pandemia golpearía hacia fines de abril o mediados de mayo, a despecho del bizarro y errático discurso oficial del aplanamiento de la curva, las cuarentenas dinámicas, la nueva normalidad y el retorno seguro, entre otros montajes comunicacionales, de dudosa justificación.

A 37 años de un suceso histórico

Ignacio Muñoz Cristi | 

A partir de la segunda mitad de la década del 60 del siglo XX, comenzó un periodo de ampliación de la organización popular hasta un punto nunca antes visto en Chile. Va en aumento progresivo la organización autogestionaria ahora como poder popular constituyente, para integrarse y para cambiar la sociedad, aunque se trataba de un proceso en disputa intentado conducir desde arriba por los partidos políticos de masas.

El sábado 9 de mayo recién pasado, el conocido  historiador  y editor francés Marc Turrel, visitó la comuna de Putaendo, para conocer su territorio y su gente. Esto, tras el gran impacto que ha causado en la opinión pública, la aprobación del proyecto “Las Tejas” de la canadiense Andes Copper, por medio de Vizcachitas Holding, […]

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Manuel Acuña Asenjo | 

Es un hecho conocido que, en Chile, el Bloque en el Poder es hegemonizado por la fracción bancaria de la
clase de los compradores de fuerza o capacidad de trabajo. Por ende, el objetivo central de la estrategia
gubernamental siempre ha de ser asegurar a dicha fracción la más fluida y perfecta percepción de plusvalor.
Dadas las circunstancia del estallido social ocurrido el 18 de octubre de 2019, dicho objetivo no ha de ser otro
que restaurar las condiciones necesarias para continuar realizando las operaciones financieras que se
practicaban hasta antes de ese suceso.

Alejandro Ancalao R. | 

Roberto Pizarro | 

La izquierda joven ha iniciado un peligroso deterioro, que puede sumarse a la izquierda histórica. Su división y dispersión ponen de manifiesto, por una parte, el personalismo que caracteriza a sus dirigentes, el escaso interés por construir un proyecto colectivo y sobre todo un trabajo fundamentalmente cupular, y alejado del mundo popular. Pero, por otra parte, su fragilidad no está solo en ello. Está también en la incapacidad de construir un proyecto global de transformación, que de término al neoliberalismo.