La entrega del litio y el rol asignado a Chile de proveedor de insumos para la transición energética europea; la apertura de las compras públicas a empresas europeas; los impactos ambientales y en pueblos indígenas, entre muchas otras materias delicadas, recién podrán ser puestos en conocimiento de la ciudadanía y del parlamento, que hoy ignora los contenidos del tratado.