Sam Pizzigati | 

En 1974, hace casi medio siglo, cualquier ingreso ordinario superior a 200.000 dólares -el equivalente a algo más de 1,2 millones de dólares en la actualidad- se enfrentaba a un tipo impositivo federal del 70%. Hoy en día, un bolsillo holgado se enfrenta a un tipo máximo del 37% en ese mismo rango. ¿Cuál es la repercusión de este impresionante hundimiento? Los hogares del 0,01% más rico de Estados Unidos han cuadruplicado con creces su participación en la riqueza del país desde 1974.

Michael Roberts | 

La Comisión Europea ha decidido poner fin a la “fiesta” y ha avisado a los Estados miembros que tendrán que apretarse de nuevo el cinturón a partir de 2024

Benoît Bréville | 

Antaño se veía en ello algo virtuoso. Antes de recibir pitanza, los necesitados tenían que sufrir el oprobio de la mendicidad. Se les obligaba a darse codazos frente a las casas de caridad, a esperar bajo el frío y ante la mirada despectiva de los transeúntes. De ese modo, tratarían de cambiar su situación.

Dar alas a los buitres o cortárselas es una cuestión de voluntad política. Buitres entendidos como fondos usureros. El ejemplo lo tenemos no muy lejos de aquí, en un país que está en el corazón de la Unión Europea como es Bélgica. Bélgica disfruta, desde el año 2015 de una Ley contra los fondos buitre. En el Estado español… ¿Cuánto dinero público podríamos destinar al “interés general” con una ley similar a la belga contra los fondos buitre?

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Los migrantes representan una oportunidad de sostener el desarrollo en naciones de destino cuya población envejece y de obtener recursos para los países emisores, debiendo unos y otros ajustar sus políticas para obtener beneficios sin situaciones de maltrato para las personas que migran, plantea el Banco Mundial.

¡La multipolaridad es el proyecto —humano y social— y la esperanza de los pueblos y de los trabajadores del mundo para construir y afianzar un nuevo orden internacional del siglo XXI!

Quien maneje los semiconductores manejará el mundo

Hedelberto López Blanch | 

Muchas personas de América Latina abandonan familiares y hogares en sus países para buscar en Estados Unidos el propagandizado “sueño americano”, que para muchos resulta muy difícil de encontrar.