Es extraño, pero todo lo que tiene que ver con economía se suele exponer como algo técnico, obscuro, retorcido, incomprensible, y cuando no se hace de esa forma, resulta ser un asunto natural o indiscutiblemente exacto.

Ian Angus | 
Entrevista a David Harvey, geógrafo y teórico social marxista

Varias autoras | 

Con motivo de la reunión internacional organizada en Rufisque (Dakar, Senegal), en noviembre de 2021 por el Comité para la Anulación de la Deuda Ilegítima (CADTM) sobre la cuestión del microcrédito, los presentes provenientes de casi 20 países exigen la necesidad de revisar las condiciones para la ejecución de los contratos de microcrédito, incluida la considerable reducción de las tasas de interés. También se ha hablado de amplias campañas de sensibilización y de la búsqueda de alternativas autogestionadas. La cuestión del microcrédito no se puede abordar sin interesarse por las cuestiones macroeconómicas. Es el sistema de deuda pública de los países del Sur el que crea estos problemas y recae principalmente sobre las mujeres. Estos son algunos de los elementos compartidos durante esta reunión.

Menos tiempo para las aficiones, la familia y el compromiso político. Esto tiene consecuencias para la sociedad, dice la copresidenta del Partido de la Izquierda. Pero esa es exactamente la amenaza si la nueva coalición mitiga la protección del tiempo de trabajo.

Michael Roberts | 

Entrevista a la antropóloga y periodista Sarah Babiker

Sarah Babiker sabe de renta básica, de feminismo y de contar todo ello. Con matices en todos los sitios, consciente de que simplificar equivaldría a negar realidades y debates. Periodista, diplomada en Antropología Social, socia de El Salto Diario y colaboradora de diversos medios, participó en el XX Simposio Renta Básica Universal e Incondicional que se celebró en Uviéu y Mieres el pasado mes de noviembre. Hablamos con ella de feminismo y renta básica para ir desenredando la madeja de antiguas y nuevas conversaciones en la lucha por la igualdad.

Hedelberto López Blanch | 

Una de las obsesiones del presidente estadounidense Joe Biden desde que llegó al poder ha sido, al igual que la de su predecesor Donald Trump, la de tratar de obstaculizar el vertiginoso desarrollo económico, político y social que ha alcanzado la República Popular China.