Toda persona, cuando hay guerra en el aire, aprende a vivir con un nuevo elemento: la mentira. (Jean Giraudoux)
Toda persona, cuando hay guerra en el aire, aprende a vivir con un nuevo elemento: la mentira. (Jean Giraudoux)
Que la economía mundial experimente comportamientos de la inflación como no se observaba desde hace cuatro décadas es el signo de la perpetuación de la crisis estructural del capitalismo, de su modelo rentista y parasitario, y del fracaso de las políticas de austeridad fiscal también adoptadas desde los años ochenta.
Tras la subida amenazante de la inflación recrudecen todas las taras violentas de la derecha
Setenta y cuatro años después de que el presidente Lázaro Cárdenas decretara en marzo de 1938 la nacionalización de las fuentes petroleras de la nación mexicana, otro presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) inició una acción similar para tratar de recuperar el sistema eléctrico del país que está bajo explotación de compañías extranjeras.
Más de 40 millones personas viven en condiciones de esclavitud en todos los continentes. Una parte significativa son niñas y niños. A tres semanas del inicio de la V Conferencia Mundial sobre la Erradicación del Trabajo Infantil, en Durban, Sudáfrica, el esclavismo moderno vuelve a estar en la mira de la sociedad civil planetaria.
Con la crisis proveniente de la pandemia de covid y avivada por la guerra en Ucrania, las respuestas de las mayorías economías occidentales a la subida de la inflación, amenazan con contraer el crecimiento e incrementar el desempleo, en una tormenta perfecta.
Mi idea principal en este artículo es que los defensores a ultranza del libre mercado han abandonado su doctrina con motivo del conflicto militar entre Rusia y Ucrania, perpetuado por el interés de los Estados Unidos de América (EE.UU.)