
Desde que a las mujeres nos ha dado por no dejar que nos toqueteen sin nuestro consentimiento, la machosfera vive desubicada.
Desde que a las mujeres nos ha dado por no dejar que nos toqueteen sin nuestro consentimiento, la machosfera vive desubicada.
El poder masculino implica la posibilidad de controlar los silencios, tener la capacidad de decretarlos así como de romperlos.
Un análisis detallado de la agresión de Luis Rubiales a Jenni Hermoso: pocas veces una sola imagen concentra tantos significados, representa de manera tan exacta y contundente las tensiones y esperanzas de nuestro tiempo, y habla tanto del país que somos.
La violencia contra las mujeres y niñas está íntimamente vinculada con los estereotipos sexistas. Unos estereotipos más arraigados entre los varones jóvenes, que tienden a justificar la violencia y culpabilizar de la misma a las propias mujeres.
Hablar de concentración de homicidios nos sitúa directamente ante la violencia de género, ninguna otra violencia mantiene un patrón en el que junto a la distribución aleatoria de homicidios se presentan periodos de concentración como consecuencia de los factores sociales que inciden en la dinámica de las relaciones.
Las multas e identificaciones han crecido exponencialmente en los últimos años para las organizaciones y activistas feministas. De igual manera, ha aumentado la violencia política y la violencia verbal y el acoso en lo que ya se denomina machoesfera. El último artefacto para silenciar el feminismo es el uso de las SLAPP, los pleitos abusivos y estratégicos contra la participación pública. Activistas feministas y políticas al frente de los organismos de Igualdad como Pamela Palenciano, Yolanda Domínguez o Sara Carreño, ya se han enfrentado a ellas.
Las vecinas y vecinos de Valdebernardo-Vicálvaro contra el ataque del Partido Popular a las mujeres asesinadas por las violencias machistas
La heterodoxia económica necesita del feminismo si se propone resolver la reducción de la pobreza estructural, la informalidad laboral y la exclusión social. Una mirada que pone foco no sólo en la producción, sino también en el modo en que se organiza la reproducción y distribución. La próxima conquista de los feminismos será la redistribución económica.
La responsabilidad ante los hechos que forman parte de la realidad no sólo depende del resultado, también está relacionada con los medios adoptados para evitar que ese resultado se produzca.