Desde 2010, Grecia sufría un duro tratamiento de austeridad impuesto por los acreedores y por los partidos que se alternaban en el poder: el social demócrata PASOK y el conservador Nueva Democracia. Pero el 25 de enero de 2015 se produjo un cambio radical en el panorama político. El Partido Syriza (acrónimo que en griego significa «coalición de la izquierda radical) ganaba las elecciones legislativas, obteniendo 149 escaños de un total de 300. Como no consiguió la mayoría absoluta en el Parlamento griego, Syriza se vio abocado a formar un gobierno de coalición con ANEL (pequeña organización de derecha «soberanista» que anunciaba, como Syriza, que su prioridad era acabar con las políticas de austeridad). El dirigente principal de Syriza, Alexis Tsipras se convirtió así en Primer ministro, y nombró a Yanis Varoufakis, economista de izquierda próximo a su partido, ministro de Finanzas.